La interminable familia Mendes
El cabecilla de una mafia de regularizaci¨®n ilegal de inmigrantes desarticulada por la polic¨ªa en Almer¨ªa ten¨ªa registrados 22 hijos
Rui Mendes lleg¨® a Espa?a hace 20 a?os, desde Canchungo, una ciudad de unos 7.000 habitantes al noroeste de Guinea-Bissau, en la que de cada mil, 200 llevan ese mismo apellido, muy extendido en esa regi¨®n. Desde entonces, cuando contaba solo 25 a?os, vive en la barriada de Las Norias, en Roquetas de Mar, una localidad almeriense en la que con los a?os se han ido asentando miles de inmigrantes subsaharianos. Mendes, habr¨ªa sido uno mas, de no ser porque hace unos meses la polic¨ªa descubri¨® a trav¨¦s de la Oficina de Extranjer¨ªa almeriense que ten¨ªa 22 hijos registrados a su nombre, aunque en realidad viv¨ªa con su mujer y tres de sus v¨¢stagos en una casita baja colindante con los invernaderos que pueblan la zona.
La investigaci¨®n de Mendes, que el pasado mayo se present¨® de nuevo en la oficina de extranjeros para obtener una nueva tarjeta de residencia por reagrupaci¨®n familiar de otro supuesto hijo, ha llevado a los investigadores de la Brigada de Extranjer¨ªa a destapar toda una red de ciudadanos de Guinea-Bissau dedicados a obtener premisos de residencia por el mismo m¨¦todo y al m¨®dico precio de 4.000 euros "m¨¢s los 500 de la documentaci¨®n falsa". En total, y hasta el momento porque la operaci¨®n contin¨²a abierta, son 49 los detenidos, 29 acusados de falsedad documental y 20 por un delito de favorecimiento de la inmigraci¨®n ilegal.
"Era imposible que fuese su hijo por la escasa diferencia de edad", comenta uno de los investigadores. Ese exceso de confianza o esa falta de cuidado llam¨® la atenci¨®n de las funcionarias de la oficina de Extranjer¨ªa que alertaron a la polic¨ªa. Junto al clan de Mendes, se descubrieron otros clanes familiares, concretamente siete, que tambi¨¦n se apellidaban Mendes y cuyos pasaportes hab¨ªan sido expedidos en muchos casos en la embajada de Guinea-Bissau de Lisboa. "Muchos eran pasaportes verdaderos pero con datos falsos", apunta un investigador. "Las embajadas no tienen muchas veces recursos para comprobar si un pasaporte es falso y expiden otro id¨¦ntico, con los mismos datos, pero ya verdadero, lo que nos complica mucho las cosas", se?ala el agente.
En estos momentos la investigaci¨®n se cierne sobre otros 15 clanes en la provincia almeriense, entre las zonas de Roquetas y la Mojonera, lo que da una idea de la generalizaci¨®n de la estafa. A medida que unos obten¨ªan la nacionalidad se convert¨ªan en reagrupadores de otros. Se da el caso de otro ciudadano comunitario originario de Guinea-Bissau con otros 15 hijos registrados, incluidas dos parejas de gemelos, pero solo tres de todos ellos eran biol¨®gicos. La mayor¨ªa de los detenidos proceden de Canchungo o localidades lim¨ªtrofes de esa regi¨®n. Y casi todos los documentos falsificados incautados (pasaportes y partidas de nacimiento) tienen la misma tipograf¨ªa y el mismo sello, lo que indica que hay una persona o varias en esa zona del pa¨ªs africano que es clave en la red, porque falsifica los papeles en origen.
Pasaportes diplom¨¢ticos made in Guinea-Bissau
El pasado mes de febrero el Gobierno de Guinea-Bissau anunciaba que bloquear¨ªa el tr¨¢fico de pasaportes diplom¨¢ticos de de servicio en ese pa¨ªs tras comprobar que exist¨ªan m¨¢s de 1.600 documentos fraudulentos de posesi¨®n "de personas fuera de la actividad diplom¨¢tica" que hab¨ªan podido ser vendidos por unos 50.000 d¨®lares. El ministro de Asuntos Exteriores del pa¨ªs africano, Mario Lopez da Rosa, reconoc¨ªa la existencia de "una verdadera mafia", mostraba entonces su sorpresa y se expresaba en estos t¨¦rminos tajantes: "Tenemos una ley sobre la asignaci¨®n de pasaportes. Las personas que no cumplan con las condiciones ver¨¢n retirados sus documentos pura y simplemente".
Meses m¨¢s tarde, el pasado junio, Aldo Dario Herchhoren, un ciudadano argentino de 77 a?os, era detenido por la Guardia Civil en Guadalajara por hacerse pasar por un c¨®nsul honorario de Guinea-Bissau, que hab¨ªa participado en varias charlas con ese t¨ªtulo hasta en la Universidad Carlos III de Madrid. Entonces fue el propio embajador del pa¨ªs africano quien denunci¨® a ese viejo conocido de la polic¨ªa por haber protagonizado en el pasado otras estafas semejantes. "Aldo", como le conoc¨ªan popularmente, se anunciaba por Internet y recib¨ªa y asesoraba a ciudadanos del pa¨ªs africano en sus tr¨¢mites. En su casa, donde ubicaba su "oficina", se encontraron sellos del consulado, tarjetas de visita, documentaci¨®n con membrete y varios pasaportes de supuestos clientes. ?
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