El coste a?adido de las obras fara¨®nicas
Espa?a est¨¢ salpicada de caras infraestructuras y edificios emblem¨¢ticos que, una vez terminados, son infrautilizados y suponen un sumidero de dinero p¨²blico
En el Pabell¨®n Reyno de Navarra Arena deber¨ªa resonar el bullicio de miles de personas mientras corean canciones en conciertos multitudinarios o que jalean a sus equipos durante competiciones deportivas. Esas son algunas de las actividades que se preve¨ªa celebrar en este recinto multiusos, que cost¨® 58 millones de euros y que fue finalizado en 2013. El proyecto fue impulsado por el anterior Gobierno foral, de UPN, y cont¨® con el apoyo del PSN. ¡°Ser¨¢ un referente para la sociedad navarra¡±, puede leerse en su web. Sin embargo, en este espacio no se escucha ni un eco porque sus 10.000 localidades siguen sin estrenarse y permanece cerrado hasta nuevo aviso, con un coste de 390.000 euros anuales.
No escasean los ejemplos de infraestructuras y edificios emblem¨¢ticos que han supuesto desembolsos de decenas, e incluso cientos de millones de euros, para despu¨¦s acabar siendo infrautilizados con caros mantenimientos. ¡°El denominador com¨²n de este tipo de proyectos que han tenido una utilidad dudosa o costes desmesurados es que en gran medida han sido soportes publicitarios e instrumentos de comunicaci¨®n pol¨ªtica¡±, explica el decano del Colegio de Arquitectos de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga.
Este experto ha explicado a EL PA?S que en ocasiones ¡°el poder busca expresarse al modo fara¨®nico, apelando a instintos muy b¨¢sicos como sobrecoger con el tama?o, el impacto visual o con una originalidad forzada¡±. Ezquiaga cree que las grandes infraestructuras y proyectos arquitect¨®nicos tienen desde la antig¨¹edad una funci¨®n comunicativa consistente en representar s¨ªmbolos comunes que cohesionan a la sociedad. ¡°El significado de una catedral g¨®tica era sorprender, pero tambi¨¦n expresar un sentimiento com¨²n¡±, explica.
Calcular antes de construir
El vicepresidente de la Asociaci¨®n de Estudios de Mercado, Marketing y Opini¨®n (Aedemo), Jos¨¦ Manuel ?beda, explica que si se hace un estudio de viabilidad antes de construir una infraestructura, con un estudio de mercado riguroso, se puede estimar con precisi¨®n la aceptaci¨®n de un servicio entre el p¨²blico. Como cualquier operaci¨®n estad¨ªstica, esta evaluaci¨®n tiene un margen de error, ¡°pero es m¨ªnimo¡±, comenta. Puede ajustarse hasta el 3,2%. Este porcentaje dista mucho de la diferencia de usuarios que preve¨ªan algunos proyectos, como el Aeropuerto de Castell¨®n, que tiene unos 35.000 pasajeros frente al mill¨®n que preve¨ªa. Cost¨® 150 millones de euros. La Generalitat del PP hizo el estudio de mercado despu¨¦s de construirlo.
Pero ese sentido, comenta, se diluye cuando las administraciones, condicionadas por el escenario medi¨¢tico, buscan un ¡°impacto r¨¢pido y contundente¡±. Al final, a?ade, los proyectos acaban siendo s¨ªntoma de ¡°banalidad y de que muchas de estas actuaciones no ten¨ªan un sustento s¨®lido¡± en su planificaci¨®n.
Edificaciones aleg¨®ricas y art¨ªsticas, como varios de los proyectos dise?ados por el arquitecto Santiago Calatrava, han tenido repercusi¨®n medi¨¢tica por los sobrecostes que han entra?ado. El caso m¨¢s reciente ha sido el ¨²ltimo edificio creado por este arquitecto para la Ciudad de Valencia, bautizado como L¡¯?gora. La instalaci¨®n fue presupuestada en unos 45 millones de euros durante el Gobierno del popular Francisco Camps. Ha costado casi el doble, y ahora, para ponerla en marcha, hace falta una inversi¨®n adicional de 10 millones de euros.
Algunos proyectos menos emblem¨¢ticos tambi¨¦n contribuyen a la sangr¨ªa de fondos p¨²blicos tras su construcci¨®n. En M¨¢laga, los barrotes de la c¨¢rcel de Archidona solo recluyen aire. Terminada y cerrada desde hace m¨¢s de dos a?os, mantener esta prisi¨®n cuesta alrededor de un mill¨®n de euros al a?o. Con 1.008 celdas y capacidad para albergar el doble de reclusos, ha contado con una inversi¨®n de 117 millones. Pero no est¨¢ equipada y el principal problema para ponerla en marcha es la falta de personal y la ausencia de una oferta de empleo p¨²blico que pueda integrar la plantilla.
La Subdelegaci¨®n de Gobierno estima que el penal requiere medio millar de funcionarios. La c¨¢rcel se ide¨® para descongestionar la de Alhaur¨ªn de la Torre, con capacidad para unos 900 internos y una ocupaci¨®n actual que ronda los 1.500. Entre los gastos para conservar el recinto est¨¢n los del mantenimiento y vigilancia para evitar su deterioro, tareas adjudicadas a una empresa externa por 1,63 millones para un plazo de dos a?os.
En Galicia, la falta de fondos y la mala gesti¨®n de los proyectos han dejado vac¨ªos una decena de centros de d¨ªa y residencias para la tercera edad en cuya construcci¨®n se invirtieron 6,5 millones de euros. El m¨¢s costoso fue el geri¨¢trico de Nogueira de Ramu¨ªn (Ourense), un moderno complejo de 54 plazas en el que se invirtieron 1,6 millones y del que ahora se usan algunas salas para cursos, exposiciones y actos del PP. Algunos de estos recintos para mayores fueron incluso equipados y adjudicados a empresas privadas pero no se abrieron o lo hicieron por poco tiempo, circunstancia que no impidi¨® que las concesionarias siguiesen cobrando de las arcas p¨²blicas un 75% del coste de la mayor parte de las plazas vac¨ªas gracias a una cl¨¢usula del contrato que introdujo la Xunta de Alberto N¨²?ez Feij¨®o.
La lista de proyectos que terminan siendo pozos de dinero p¨²blico es larga. Ezquiaga cree que ¡°mientras no ve¨ªamos la cara oscura de la crisis, la opini¨®n p¨²blica y los medios jaleaban estos proyectos", en gran medida ¡°fr¨ªvolos¡± y ¡°megaloman¨ªacos¡±. Y ¡°ten¨ªan ¨¦xito¡±, a?ade, ¡°serv¨ªan para ganar elecciones¡±. Ahora, ¡°es como si la crisis nos hubiera quitado la venda de los ojos y de pronto vi¨¦ramos que el rey iba desnudo¡±.
La clave: planificaci¨®n, estrategia y participaci¨®n
La clave para que una infraestructura funcione tiene, seg¨²n el decano de los arquitectos de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa Ezquiaga, "tres patas". La primera es elaborar antes de empezar a construir "un estudio de factibilidad y de las necesidades" que conllevar¨¢ la obra.
En segundo lugar, el proyecto ha de enmarcarse en "una estrategia global" de desarrollo de una zona o una ciudad. Un caso positivo que seg¨²n Ezquiaga, ha dado lugar a "imitaciones fr¨ªvolas" es el del museo Guggenheim de Bilbao. Este ic¨®nico edificio, obra del arquitecto Frank O. Gehry, simboliza, a juicio de Ezquiaga, "el resurgimiento de la decadencia industrial de principios del siglo XX", un mensaje que "un¨ªa a los bilba¨ªnos".
Pero el Guggenheim, sostiene, es "una an¨¦cdota dentro de todo lo que ha hecho Bilbao". El decano recuerda que la capital vizca¨ªna acometi¨® una profunda regeneraci¨®n del tejido industrial, redibuj¨® los sistemas de transporte de la ciudad y la revitaliz¨® el Casco Antiguo, entre otras iniciativas. La obra de Gehry, adem¨¢s de "estar muy bien elegida", encaja en esta estrategia global. Ezquiaga explica que sin todo eso detr¨¢s, "el Guggenheim ser¨ªa una ruina".
Y por ¨²ltimo, considera que es muy importante "escuchar a la gente" y fomentar la participaci¨®n de la ciudadan¨ªa. Muchas de las obras que acaban por no tener utilidad "se habr¨ªan evitado si el sentido com¨²n de la gente hubiera tenido voz", opina.
Con informaci¨®n de Sonia Vizoso, Antonio Jes¨²s Mora y Javier Doria.
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