Espacio para la negociaci¨®n

Si el resultado del 27-S se asemeja al que ofrecen pr¨¢cticamente todas las encuestas que estamos conociendo estos d¨ªas, ni las elecciones catalanas habr¨¢n tenido el car¨¢cter de plebiscitarias que les ha atribuido el nacionalismo independentista ni ser¨¢ posible la declaraci¨®n unilateral de independencia. Puede avanzarse con razonable confianza que el 27-S no desembocar¨¢ en una "aventura" similar a la 1934, que nos situar¨ªa, como entonces, ante una situaci¨®n a la que ¨²nicamente se podr¨ªa hacer frente mediante el uso de la fuerza, aunque en este caso no ser¨ªa necesario recurrir a las Fuerzas Armadas, ya que la Constituci¨®n en el art¨ªculo 155 contempla el instrumento de la llamada "coacci¨®n federal", a trav¨¦s de la cual habr¨ªa que canalizar la respuesta.

La peor de las hip¨®tesis parece que puede descartarse. Ser¨¢n los propios ciudadanos con sus votos los que parece que evitar¨¢n que se tenga que activar el proceso de suspensi¨®n de la autonom¨ªa de Catalu?a, en el que el art¨ªculo 155 CE nos dice c¨®mo se entra, pero no c¨®mo se sale. Pero ello no quiere decir que se haya avanzado en la soluci¨®n del problema que representa la integraci¨®n de Catalu?a en el Estado espa?ol. Nos habremos librado del callej¨®n sin salida que supondr¨ªa la declaraci¨®n unilateral de independencia, que, de acuerdo con la encuesta publicada en El Peri¨®dico esta semana, ¨²nicamente apoya el 12,9 % de los ciudadanos. Pero nada m¨¢s.

El 28-S no habr¨¢ mayor¨ªa para la independencia, pero ser¨¢ muy minoritaria la posici¨®n de quienes consideren que la Constituci¨®n y el Estatuto de Autonom¨ªa pueden ser las normas a trav¨¦s de la cuales Catalu?a puede aceptar su integraci¨®n en el Estado. No hay mayor¨ªa para la independencia. Pero s¨ª hay mayor¨ªa de rechazo al statu quo jur¨ªdicamente vigente. Con distinto grado de intensidad, todos los partidos, menos el PP, componen esa mayor¨ªa de rechazo.

La alternativa independentista del president de la Generalitat va a ser desautorizada por los ciudadanos. Pero la alternativa inmovilista del presidente del Gobierno todav¨ªa m¨¢s. En positivo los ciudadanos de Catalu?a no se ponen de acuerdo. Pero en negativo, s¨ª. ?Ser¨¢ posible hacer una interpretaci¨®n de la decisi¨®n ciudadana que acabe ofreciendo una soluci¨®n del problema? Al descartar la peor de las hip¨®tesis, los ciudadanos habr¨¢n abierto con sus votos un espacio para la negociaci¨®n. Esperemos que los resultados de las pr¨®ximas elecciones generales permitan aprovechar la oportunidad.