Artur Mas, imposible

La jornada del domingo, sus protagonistas, reclaman un an¨¢lisis esclarecedor. Pero ser¨ªa inaceptable incurrir en paralelismos o equidistancias. Por mucho que se hayan dado coincidencias en las coordenadas de lugar y tiempo. Primero, los resultados electorales de Artur Mas y el recurso a la prestidigitaci¨®n para presentar al p¨²blico las sucesivas mermas de votos y esca?os en t¨¦rminos victoriosos constituye un espect¨¢culo circense. Veamos. Cuarta posici¨®n en una lista, la de Junts pel S¨ª, de muy distintas denominaciones de origen que enmascara la ruptura de la coalici¨®n de Converg¨¨ncia con Uni¨®. Maniobra de despiste para proceder a la voladura de Converg¨¨ncia con las sedes embargadas por comisiones ilegales. Intento de desmarcarse del patriarca Jordi Pujol, su Marta Ferrusola y sus aplicados reto?os, jugando con los lingotes como los sobrinos del t¨ªo Gilito en los tebeos del Pato Donald, venidos de la factor¨ªa Walt Disney.

Escaqueo, etiquetando de plebiscitarias unas elecciones al Parlament de Catalu?a, con el objetivo de evitarse la obligada rendici¨®n de cuentas de una legislatura en barbecho. Campa?a ensordecedora con el lema de Espa?a nos roba en una mezcla deliberada de bote de humo y bomba f¨¦tida. Malabarismos aritm¨¦ticos descarados para sumar o no seg¨²n antojos y necesidades con ¨¢nimo prorrogar la tamborrada y generar el victimismo.

Despilfarro en campa?as internacionales como si las convicciones pudieran crear evidencias. Blindaje para rechazar aquellas posiciones autorizadas discordantes con las pretensiones adelantadas. Instalaci¨®n en lo mejor de ambos mundos para una independencia indolora habitada por gentes habilitadas tenedoras de pasaporte espa?ol por si valiera de quitamiedos. Siembra de la divisi¨®n, el antagonismo y la discordia civil. Movilizaciones que como las revoluciones de las que hablaba V¨ªctor Hugo tienen d¨ªas de llamas y a?os de humo. Imposibilidad de ser investido presidente de la Generalitat porque nunca va a contar con los votos de la CUP, cuya abstenci¨®n ser¨ªa insuficiente porque le dejar¨ªa con 62 esca?os a favor y 63 en contra. En resumen, cuanto antes que dimita Mas y pueda formarse el nuevo gobierno de la Generalitat.

En cuanto al presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, conviene distinguir entre la invariable posici¨®n de cumplir y hacer cumplir la Constituci¨®n y las Leyes, repetida hasta el paroxismo, como si ah¨ª concluyera la pol¨ªtica y pudi¨¦ramos abandonarnos al piloto autom¨¢tico, y el ancho cauce de las tareas que le corresponde emprender al frente del poder Ejecutivo. Su ¨²nica preocupaci¨®n parece ser la de apropiarse de la bandera y de la unidad de Espa?a, prohibiendo esa posici¨®n a las dem¨¢s fuerzas que competir¨¢n en las elecciones del 20 de diciembre a las que declara una y otra vez sospechosas. Puede que en las urnas los catalanes hayan sido incapaces de apreciar el bien que les hace desde el PP, adem¨¢s de que se barrunta otro tanto cara a las legislativas si su se?or¨ªa encabezara las candidaturas. Cunde el "Rajoy, no", como en 1909, cuando Espa?a entera se uni¨® en el "Maura, no". Entonces, el partido conservador hubo de buscar el relevo. Veremos si los de G¨¦nova se atreven a sacrificarle pero se precisar¨ªa urgente otra cara y otras maneras.