Dos orillas catalanas, un solo puente
El independentismo catal¨¢n tiene su futuro planificado, pero un referendo negativo podr¨ªa dar al traste con sus aspiraciones y devolverles a la v¨ªa federalista
¡°Ya no hay puentes ni terceras v¨ªas entre Catalu?a y Espa?a. Todos han sido volados¡±, sentencia Ferran Requejo, catedr¨¢tico de Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra e ide¨®logo de peso en el independentismo catal¨¢n. Miembro del Consejo Asesor para la Transici¨®n Nacional, ¨®rgano encargado de dise?ar un futuro Estado independiente, Ferran Requejo explicita una hoja de ruta encarrilada y blindada contra lo que parece considerar los cantos de sirena del constitucionalismo espa?ol. ¡°Lo que no se va a hacer es entrar en la l¨®gica espa?ola de una reforma constitucional y un nuevo estatuto. Esa es una pantalla superada¡±, asegura, sirvi¨¦ndose de esa expresi¨®n t¨®pica de videojuego que ha hecho escuela en los ambientes soberanistas.
Estos son, seg¨²n ¨¦l, los siguientes pasos a dar por el Gobierno de la Generalitat en su marcha hacia la independencia. ¡°La mayor¨ªa parlamentaria aprobar¨¢ una declaraci¨®n de iniciaci¨®n a la independencia y esta resoluci¨®n ser¨¢ comunicada formalmente a los Gobiernos y organismos internacionales. La Generalitat propondr¨¢ al Gobierno espa?ol un referendo de pregunta pactada: s¨ª o no a la independencia. Si no atiende a nuestro requerimiento, haremos como si Catalu?a hubiera votado s¨ª y seguiremos nuestro camino, elaborando la futura Constituci¨®n catalana y estudiando las medidas a adoptar en la v¨ªa hacia la independencia. Es previsible, en efecto, que la tensi¨®n vaya aumentando. Algunas leyes van a ser incumplidas pero no se van a aprobar leyes ilegales. Va a ser un juego del gato y el rat¨®n. El Ministerio del Interior puede tratar de poner a los Mossos d¡¯Esquadra bajo su obediencia y suspender la autonom¨ªa. Eso podr¨ªa armar un buen foll¨®n¡±.
¡ª?No siente algo de v¨¦rtigo ante este panorama?
¡ªHabr¨¢ m¨¢s tensi¨®n y l¨®gicas cada vez m¨¢s dispares entre Catalu?a y Espa?a, pero no. Esto va a durar toda la legislatura.
¡ª?No teme que puedan producirse estallidos de violencia?
¡ªNo veo que vaya a haber violencia de nuestra parte.
¡ª?Y qu¨¦ har¨¢n ustedes si se hace un referendo y sale no a la independencia?
¡ªEntonces, habr¨¢ que entrar en la l¨®gica espa?ola de la reforma.
Ferran Requejo no espera nada de la reforma constitucional porque juzga imposible que ¡°el acuerdo m¨¢ximo que puedan pactar los partidos espa?oles llegue a acercarse al m¨ªnimo fijado por la mayor¨ªa parlamentaria catalana¡±. Dice que ese suelo m¨ªnimo innegociable se asienta sobre tres pilares que recita de corrido. ¡°Primero: reconocimiento de que Catalu?a es una realidad nacional diferenciada dentro de una Espa?a plurinacional. Segundo: exclusividad blindada en educaci¨®n, pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica, sanidad, pol¨ªtica social y en la representaci¨®n simb¨®lica: banderas e himnos, adem¨¢s de participar en la pol¨ªtica econ¨®mica y estar presentes en la delegaci¨®n espa?ola ante la UE y en la diplomacia internacional. Tercero: aplicar el principio de ordinalidad fiscal y limitar la solidaridad con el resto de Espa?a al 3% o 4% del PIB, como m¨¢ximo¡±.
No es un listado extravagante. De hecho, los puntos uno y tres y la presencia en la delegaci¨®n ante la UE encajan en los planteamientos que barajan algunos constitucionalistas. Pero, aunque ha dedicado buena parte de su vida acad¨¦mica al estudio del federalismo, el ide¨®logo del independentismo catal¨¢n ha dejado de creer en las bondades de ese modelo. ¡°Para nosotros podr¨ªa ser incluso peor que el Estado auton¨®mico¡±, comenta.
Algunas leyes van a ser incumplidas pero no se van a aprobar leyes ilegales. Va a ser un juego del gato y el rat¨®n Ferran Requejo,? ide¨®logo en el independentismo catal¨¢n
En los foros secesionistas viene siendo un lugar com¨²n afirmar que la sociedad espa?ola es refractaria a la cultura del di¨¢logo y la negociaci¨®n y que, por lo mismo, resultar¨¢ m¨¢s f¨¢cil independizarse de Espa?a que esperar a que Espa?a se reforme. Es un aserto que comparte plenamente Enoch Alberti, otro de los juristas integrados en el gabinete de la Presidencia de la Generalitat que prepara la transici¨®n a la independencia. Catedr¨¢tico de la Universidad de Barcelona y decano de la facultad de Derecho, este hombre trabaj¨® en los a?os 1987 y 1988 en el Ministerio de Administraciones P¨²blicas que dirig¨ªa el socialista Joaqu¨ªn Almunia y dej¨® escrito que ¡°Espa?a es un Estado compuesto de estructura federal¡±.
?Qu¨¦ ha pasado, qu¨¦ les ha pasado a estos antiguos federalistas, para que hayan terminado en el n¨²cleo intelectual del secesionismo? No esperen una respuesta alejada de los caminos trillados. ¡°Dej¨¦ de ser federalista porque Espa?a no es federalista. A m¨ª y a otros muchos nos echaron de la Constituci¨®n cuando el Tribunal Constitucional, aplicando una concepci¨®n excluyente, ech¨® por tierra el Estatuto de autonom¨ªa de 2006 que habr¨ªa aportado estabilidad pol¨ªtica para dos generaciones de catalanes¡±. Enoch Alberti no parece hombre de portones cerrados. Cuesta situarlo entre quienes estos d¨ªas reivindican con orgullo haber hecho su ¡°desconexi¨®n¡± con Espa?a. ¡°Estamos en un momento hist¨®rico y de lo que se trata no es de que el PP y el PSOE ofrezcan una propuesta sustantiva sino de que pongan en marcha un gran consenso constitucional que contemple la opci¨®n del referendo. S¨¦ que es muy dif¨ªcil pero esa es la salida inteligente¡±, subraya. Y a?ade: ¡°Artur Mas ha dicho que si hay una propuesta encima de la mesa tendr¨¢ que ser considerada¡±.
¡ª?Es razonable pretender que la Constituci¨®n integre en su corpus un artefacto jur¨ªdico que conlleva la potencial autodestrucci¨®n de la naci¨®n?, le pregunto.
¡ªPuedo entender que la opci¨®n de la independencia no quepa en la Constituci¨®n y tambi¨¦n que el referendo ofrezca la tercera opci¨®n de un mayor autogobierno con reforma constitucional, responde.
En la otra orilla interior de Catalu?a, la que ocupan los ciudadanos que no renuncian a su doble identidad, Argelia Queralt, doctora en Derecho y directora editorial del diario digital para el an¨¢lisis y la reflexi¨®n Agenda P¨²blica, comparte la idea de que solo un referendo puede frenar ya la din¨¢mica secesionista. ¡°El sufl¨¦ que iba hundirse en un par de d¨ªas se ha salido del horno y elecci¨®n tras elecci¨®n cada vez hay m¨¢s personas que traspasan la l¨ªnea de la desconexi¨®n con Espa?a. Aqu¨ª, la gente se r¨ªe de nosotros, los federalistas, y en Espa?a no nos hacen caso cuando decimos que queremos seguir juntos aunque no as¨ª. Los partidos espa?oles har¨ªan bien en lanzar una propuesta de referendo durante la campa?a electoral porque est¨¢ muy bien el proyecto de reformar la Constituci¨®n y llegar luego a un nuevo Estatuto catal¨¢n, pero necesitamos un gesto para poder desencallar. ?chennos una mano a los catalanes que queremos quedarnos en Espa?a y mantener el puente¡±. Aunque desasistida y mermada, la tercera v¨ªa federalista catalana lucha por mantenerse a flote.
Los partidos espa?oles har¨ªan bien en lanzar una propuesta de referendo durante la campa?a electoral... Necesitamos un gesto para poder desencallar
Argelia Queralt, doctora en Derecho
Josep Mar¨ªa Castell¨¤, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, se mantiene m¨¢s bien esc¨¦ptico sobre el supuesto provecho clarificador de la consulta a la ciudadan¨ªa. ¡°Aqu¨ª no ha habido un referendo pero s¨ª se ha consultado a la sociedad y eso no les ha impedido a los independentistas hacer un uso instrumental de las votaciones. Adem¨¢s, hay un problema de interlocuci¨®n porque el proceso permite sumar independentistas netos e independentistas t¨¢cticos que en realidad buscan acumular fuerzas ante una negociaci¨®n¡±, indica. Cree que desde el punto de vista t¨¦cnico-jur¨ªdico, la regeneraci¨®n pol¨ªtica y el problema territorial podr¨ªan abordarse sin necesidad de reformar la Constituci¨®n, que reconoce obsoleta, pero otorga un gran valor al impulso pol¨ªtico y a las ilusiones y energ¨ªas que movilizar¨ªa la creaci¨®n de un federalismo cooperativo. ¡°Puede hacer que segmentos del PSC y de Iniciativa se integren, as¨ª como gentes de la burgues¨ªa que pueden verse representadas por Uni¨®¡±. Del secesionismo militante espera poco. ¡°No est¨¢n por renovar consensos pol¨ªticos ni sociales. La orilla soberanista no cree en eso. Quieren negociar su salida, no su permanencia. Si hay que reformar la Constituci¨®n es para hacer mejor a Espa?a, para conseguir una mayor integraci¨®n no solo territorial sino tambi¨¦n pol¨ªtica, social, econ¨®mica y cultural. Eso nos permitir¨ªa convencer por elevaci¨®n a los indecisos¡±.
Consciente de que cuenta con un voto t¨¢ctico prestado, el secesionismo catal¨¢n declara rotos los puentes y desactivadas las conexiones porque teme que una oferta atractiva de la otra orilla abra una espita de fuga en la gran bolsa por el s¨ª ret¨®rico a la independencia que ha ido generando.
Un problema es hasta qu¨¦ punto pueden sostener este grado de movilizaci¨®n y agitaci¨®n, de permanente huida hacia adelante sin ofrecer m¨¢s salida que la hipot¨¦tica mediaci¨®n de la UE. ¡°Tenemos una minor¨ªa excitad¨ªsima y cada vez m¨¢s enfadada. Se arriesgan a que la gente acuse la fatiga y empiece a desengancharse¡±, apunta Josep Maria Castell¨¤.
Las encuestas m¨¢s exigentes detectan una acusada falta de correspondencia entre el sentimiento ciudadano de pertenencia exclusiva a Catalu?a y el porcentaje de voto a las opciones independentistas, pr¨®ximo al 50%. Los analistas deducen de estos datos que un porcentaje importante de esos votantes no buscan, en realidad, la ruptura con Espa?a sino un acuerdo que les permita disponer de un mayor autogobierno. Seg¨²n esos estudios, los secesionistas indubitados no han aumentado de forma significativa en los ¨²ltimos a?os.
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