Condenado un militar por apoyar a una colega sancionada cuatro veces

Un correo electr¨®nico con una frase de apoyo hacia la delegada para asuntos femeninos de la Asociaci¨®n Unificada de Militares Espa?oles (AUME) le va a costar al subteniente del Ej¨¦rcito del Aire Jos¨¦ Salazar una condena de arresto de un mes y tres d¨ªas. As¨ª lo ha determinado el Tribunal Supremo (con los votos a favor, tres, del sector m¨¢s conservador de la Sala de lo Militar, incluido el presidente ?ngel Calder¨®n, y dos en contra). El Supremo confirma el mes de arresto y desestima as¨ª el recurso que interpuso Salazar contra una decisi¨®n del Tribunal Militar Central.

La base de la condena es que, en ese correo electr¨®nico, Salazar hizo afirmaciones falsas. El correo lo envi¨® desde su cuenta del Ministerio de Defensa a varios militares y en apoyo a la delegada de la AUME, quien hab¨ªa recibido, en un solo a?o, cuatro sanciones por parte de sus superiores, una de ellas vinculada a su condici¨®n asociativa, seg¨²n destaca la magistrada Clara Mart¨ªnez de Careaga en un voto particular contrario a la condena y al que se ha adherido su compa?ero Benito G¨¢lvez. Ambos magistrados creen que la condena vulnera los derechos constitucionales a la libertad de expresi¨®n y de asociaci¨®n.

El 5 de febrero de 2013 Salazar envi¨® a varios militares desde su cuenta de trabajo un e-mail aparentemente rutinario en el que habla de instancias, vacaciones y permisos y les cita a una reuni¨®n de la asociaci¨®n AUME dos d¨ªas m¨¢s tarde. En el ¨²ltimo p¨¢rrafo afirma: ¡°Con esta reuni¨®n, tambi¨¦n queremos dar un apoyo solidario a nuestra delegada para asuntos femeninos a la que est¨¢n complicando la vida por su labor asociativa y tambi¨¦n a Jorge Bravo que est¨¢ pendiente de su arresto por falta grave en la que incurri¨® por sus declaraciones contra los gastos superfluos¡±.

Ese ¡°le est¨¢n complicando la vida¡± es el que va a suponer a Salazar un arresto. El general del Mando A¨¦reo de Combate impuso a Salazar en julio de 2013 una sanci¨®n disciplinaria de un mes y tres d¨ªas de arresto por la comisi¨®n de una falta grave: ¡°hacer reclamaciones, peticiones y manifestaciones contrarias a la disciplina o basadas en aseveraciones falsas; realizarlas a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n social o formularlas con car¨¢cter colectivo¡±. El general jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito del Aire confirm¨® la sanci¨®n en octubre, y el subteniente llev¨® el caso en casaci¨®n hasta el Supremo.

La delegada de AUME para asuntos femeninos en Murcia, la cabo del Ej¨¦rcito del Aire Mar¨ªa Teresa Franco, hab¨ªa sido objeto de cuatro sanciones disciplinarias en apenas un a?o. Una de ellas porque la acusaron de haber llevado propaganda asociativa de AUME a una garita. La sanci¨®n consisti¨® en cuatro d¨ªas de arresto, aunque finalmente fue anulada por un tribunal militar por vulnerar el derecho constitucional a la presunci¨®n de inocencia. La anulaci¨®n es posterior al correo electr¨®nico del subteniente, es decir, que cuando este ¨²ltimo lo escribi¨®, la delegada a¨²n se enfrentaba a un posible arresto.

Este es el hecho que lleva a la magistrada Mart¨ªnez de Careaga a considerar en su voto particular, al que se adhiere el magistrado Benito G¨¢lvez, que el subteniente actu¨® ¡°en la defensa ponderada de los derechos e intereses de una integrante de las Fuerzas Armadas, expres¨¢ndose con moderaci¨®n y respeto¡±. Afirma que cuando Salazar escribi¨® el correo electr¨®nico, la delegada de AUME s¨ª se enfrentaba a sanciones que guardaban relaci¨®n con sus actividades asociativas, en contra de lo que asegura la sentencia. Y recuerda que la expresi¨®n empleada es ¡°una valoraci¨®n gen¨¦rica¡± que no imputa a nadie las acciones espec¨ªficas que complican o dificultan la vida de la delegada.

Molesto, pero no falso

¡°No puede calificarse de arbitraria o absurda la valoraci¨®n asociativa¡± de que la sanci¨®n a la delegada tuviera relaci¨®n con su labor asociativa, porque de no pertenecer a la AUME, contin¨²a el voto particular, ¡°dif¨ªcilmente hubiese sido acusada y sancionada por colocar supuestamente en lugar inadecuado un comunicado asociativo¡±. Es decir, para estos dos magistrados, Salazar no hizo afirmaciones falsas. ¡°Otra cosa es que resulten molestas, pero en un Estado de derecho no puede ser calificado de falso aquello que simplemente resulte molesto¡±, a?ade.

La magistrada menciona tambi¨¦n la ¡°indudable problem¨¢tica¡± que ha generado la incorporaci¨®n de la mujer a los Ej¨¦rcitos y se?ala que no debe extra?ar que los compa?eros de la delegada de asuntos femeninos de ¡°una asociaci¨®n militar perfectamente legal¡±, que es ¡°reiteradamente sancionada, en alguna ocasi¨®n injustificadamente¡±, muestren su preocupaci¨®n. ¡°Sancionar esta mera solicitud de apoyo, expresada en t¨¦rminos gen¨¦ricos, sin imputaci¨®n personal alguna, con un tono mesurado y respetuoso, vulnera la libertad de expresi¨®n¡± y constituye ¡°una actuaci¨®n manifiestamente desproporcionada y contraproducente para nuestro propio Ej¨¦rcito¡±, concluye.

La sentencia del Supremo que supone la privaci¨®n de libertad de Salazar es muy distinta de la que en mayo pasado dio la raz¨®n a Jorge Bravo, presidente de AUME. La Sala de lo Militar respald¨® entonces que los militares realicen cr¨ªticas p¨²blicas al Ej¨¦rcito siempre que estas se expresen "con moderaci¨®n, respeto y mesura". El alto tribunal anul¨® as¨ª una sanci¨®n impuesta a Bravo, por criticar, en dos entrevistas concedidas a medios de comunicaci¨®n, que se destinaran fondos para festejos militares (juras de bandera con civiles o bodas de plata de promociones) en ¨¦poca de recortes. El militar hab¨ªa sido considerado autor de una falta grave del r¨¦gimen disciplinario y sancionado con un mes y un d¨ªa de arresto.?

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