El otro yo de Rajoy
Seg¨²n el diccionario de la Real Academia Espa?ola (RAE), el papel que ha interpretado Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa en el debate a cuatro organizado anoche por Atresmedia (Antena 3, La Sexta y Onda Cero) corresponde a la ¡°persona en quien otra tiene absoluta confianza, o que puede hacer sus veces sin restricci¨®n alguna¡±.
Este es el significado de la locuci¨®n latina alter ego, el otro yo. Esta persona representaba a Mariano Rajoy.
Para bien o para mal, ?recordar¨¢ alguien algo de inter¨¦s, alguna idea, frase, definici¨®n o iron¨ªa que haya expresado la ¨¢lter ego del candidato a la reelecci¨®n del Partido Popular en casi dos horas y media de debate?
?Quiz¨¢ aquello de que los que emigran para buscar empleo en realidad no nacieron en Espa?a?
En cambio, ?acaso no se la evocar¨¢ por sus aventuras en Planeta Calleja, a diferencia de lo que ha sido su interpretaci¨®n en este debate?
Rajoy dijo en su investidura que la herencia a beneficio de inventario no exist¨ªa en pol¨ªtica. Pero olvid¨® avisar que el PP la convertir¨ªa en su argumento central durante cuatro a?os. Y quien es alter ego del presidente volvi¨® a apelar una y otra vez a esa herencia.
Soraya ha sido int¨¦rprete fiel de la l¨ªnea de Rajoy y del PP. A saber, de la idea pavloviana de la repetici¨®n machacona, sistem¨¢tica, de un par de ¡°est¨ªmulos¡± o, en nuestro caso, conceptos, que terminan por producir en el ciudadano la respuesta condicionada.
Rajoy ha usado a su ¨¢lter ego como ¡°sparring¡± de sus contrincantes. Desde Do?ana, pues, ha podido el presidente del Gobierno tomar nota de los ganchos posibles a aplicar en el debate que mantendr¨¢ con el l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez.
La corrupci¨®n salt¨® de golpe al ruedo como cuando se descorcha una botella de cava o champ¨¢n. Fue en el momento en que Albert Rivera mostr¨® ante la c¨¢mara los papeles de B¨¢rcenas y habl¨® de los sobresueldos para explicar por qu¨¦, a su modo de ver, Rajoy no estaba all¨ª. Y a?adi¨®, acto seguido, que ser¨ªa elegante y no seguir¨ªa. El rostro de Soraya se ensombreci¨® y cuestion¨® su elegancia.
Y, sin embargo, s¨ª, Rivera actu¨® con elegancia. Y la ¨¢lter ego ten¨ªa todas las pistas para entenderlo al instante. ?Por qu¨¦?
Pod¨ªa Rivera haber preguntado a la vicepresidenta ¨Ccomo lo hice yo mismo a finales de 2014 llamando al Palacio de la Moncloa, donde me oyeron, sin escucharme- por las gestiones que realiz¨®, a trav¨¦s de su directora de gabinete, Mar¨ªa Gonz¨¢lez Pico, con el ministro Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, a finales de agosto y primeros de septiembre de 2012, para poner en contacto a los letrados de Luis B¨¢rcenas con el director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, primero, y con el comisario Jos¨¦ Luis Olivera m¨¢s tarde, en una reuni¨®n en el pub Milford de Madrid. La informaci¨®n, precisamente, se public¨® en este peri¨®dico el 20 de enero de 2014.
Y con mayor amplitud dediqu¨¦ varios cap¨ªtulos de mi libro Quer¨ªamos tanto a Luis, publicado el 17 de septiembre pasado, a la colaboraci¨®n del Gobierno, del ministro del Interior y del presidente, Rajoy, con el extesorero, despu¨¦s de su nueva imputaci¨®n en la Audiencia Nacional en marzo de 2012, antes de la llegada de la primera cuenta de 22 millones de euros desde Suiza y despu¨¦s de hacerse p¨²blica, antes de la aparici¨®n de la contabilidad B, las fotocopias de los tesoreros del PP, aparecidas por primera vez en la portada de El PA?S, el 31 de enero de 2013. Contactos que continuaron despu¨¦s de la publicaci¨®n de las mismas, y cuya autor¨ªa, la de B¨¢rcenas, fue considerada "apocrifa" por Rajoy mientras el PP y los letrados del extesorero pactaban negar que B¨¢rcenas fuera, en efecto, el autor de las mismas.
Y el l¨ªder de Ciudadanos no sigui¨® por este sendero. Por eso dijo que ser¨ªa elegante¡
En cambio, no lo fue Soraya con los miles de j¨®venes que salen de Espa?a obligados por la crisis a buscar empleo en el extranjero. S¨ª. Fue cuando Soraya intent¨®, como ya hemos apuntado, descafeinar los datos negando la mayor, sacando lo peor de s¨ª misma y del Gobierno. ¡°Son personas que no han nacido en Espa?a¡±, dijo.
Aquellos que est¨¢n fuera no podr¨¢n votar en virtud de las trabas que la legislaci¨®n de voto rogado, que el PP se ha negado a modificar, impone desde 2011...pero sus familiares en Espa?a s¨ª lo har¨¢n...
A estas alturas todo el mundo sabe, o deber¨ªa saberlo, que el final es muy especial en los debates. Ronald Reagan machac¨® a Jimmy Carter en octubre de 1980 con su ¨²ltima frase.
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Pablo Iglesias ya lo hab¨ªa conseguido en el debate convocado por EL PA?S, al evocar la renovaci¨®n. ¡°Gracias 1978, bienvenido 2016¡±. Y parec¨ªa volver a conseguirlo ayer: ¡°Solo quiero pedirles que no olviden las tarjetas Black, la P¨²nica, los desahucios, la G¨¹rtel, el ¡®Luis, s¨¦ fuerte¡¯, los ERES, la estafa de las preferentes, las colas en la Sanidad, los recortes en Educaci¨®n, [la reforma] del art¨ªculo 135 de la Constituci¨®n y la reforma laboral¡ Y sonr¨ªan, sonr¨ªan que s¨ª se puede¡±.
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