Acuerdo en dar m¨¢s dinero a la sanidad, pero no en c¨®mo repartirlo

El gasto sanitario p¨²blico espa?ol representaba el 6,7% del PIB en 2009. Este a?o estar¨¢ en el 5,6%. El descenso es de unos 10.000 millones. Por eso la financiaci¨®n del sistema de salud fue uno de los ejes del debate organizado por la Asociaci¨®n Nacional de Informadores de la Salud con representantes de los cinco partidos nacionales con posibilidades de obtener representaci¨®n parlamentaria en las pr¨®ximas elecciones generales, seg¨²n el ¨²ltimo sondeo del CIS: PP, PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU-Unidad Popular. Y fue uno de los puntos de acuerdo: los cinco proponen aumentar la partida del gasto ¡ªo inversi¨®n¡ª en salud.?

Jos¨¦ Mart¨ªnez Olmos, representante del PSOE, fue el m¨¢s ambicioso: su idea es aportar 10.000 millones de euros, para que el gasto ronde el 7% del PIB. Ana Casta?o, de Podemos, habl¨® de 8.000 millones los dos primeros a?os, y de 10.000 millones los dos siguientes. Tambi¨¦n Jos¨¦ Ignacio Ech¨¢niz (PP), Francisco Igea (Ciudadanos) y Juan Antonio Llamas (IU) prometieron m¨¢s recursos. Pero ah¨ª acabaron las coincidencias.?

Ech¨¢niz confi¨® la recuperaci¨®n presupuestaria de la sanidad a la de la econom¨ªa en general. Como el sistema se financia a trav¨¦s de impuestos, una mejora de la actividad representar¨¢ m¨¢s recaudaci¨®n, argument¨®. Llamas lo neg¨®, al afirmar que la creaci¨®n de puestos de trabajo precarios y mal pagados no va a suponer ese aumento de los ingresos fiscales. PSOE y Podemos confiaron en sus medidas fiscales, como reducir el fraude, para disponer de m¨¢s dinero para la sanidad sin subir los impuestos.

En lo que no hubo concreci¨®n fue en c¨®mo repartir el dinero. Las comunidades generan sistem¨¢ticamente m¨¢s gasto del que presupuestan, lo que va aumentando su deuda. Cuando empez¨® la legislatura, la de las comunidades con los proveedores (laboratorios, farmacias) era de 16.000 millones. El Gobierno del PP lo solucion¨® prest¨¢ndole el dinero a las comunidades mediante los llamados FLA (Fondos de Liquidez Auton¨®mica), record¨® Ech¨¢niz. Pero con ello pasaron de deberle dinero a sus proveedores a deb¨¦rselo a los bancos. Ahora, esa deuda asciende a 28.000 millones, afirm¨® Mart¨ªnez Olmos.

El caso es que el sistema de financiaci¨®n auton¨®mica no convence a nadie, pero ninguno expuso un modelo alternativo. La idea de aportar dinero espec¨ªficamente a salud es complicada (y, de momento, inviable) porque el Estado aporta fondos a las comunidades sin especificar en qu¨¦ deben gastarlo. Olmos propuso un pacto de Estado, similar al de Toledo para las pensiones, que deje la sanidad fuera de la disputa pol¨ªtica. Ech¨¢niz solo se comprometi¨® a un nuevo sistema pactado. El resto anduvo igual de poco concreto.?

El debate de la financiaci¨®n est¨¢ muy ligado al del papel de la sanidad privada. Algunos (PP) lo ven como un alivio para la sanidad p¨²blica. Llamas lo considera una inequidad m¨¢s, que los ricos pueden permitirse porque pueden elegir, y los pobres no. El hecho es que en todas las comunidades hay servicios sanitarios p¨²blicos ofrecidos por grupos privados. Para Ech¨¢niz esto est¨¢ bien porque ha demostrado que funciona. Olmos manifest¨® que la privada deber¨ªa tener solo un papel complementario, y, a ser posible, en manos de organizaciones sin ¨¢nimo de lucro. Lo mismo dijo Igea. Llamas y Casta?o propugnaron por revocar las concesiones a empresas privadas, tambi¨¦n en servicios auxiliares (limpieza, comida).

Estos dos ¨²ltimos tambi¨¦n fueron los m¨¢s tajantes en afirmar que la formaci¨®n de los m¨¦dicos deber¨ªa estar en manos p¨²blicas y no en las de los laboratorios, y Podemos lleg¨® a propugnar una fabricaci¨®n de medicamentos estatal. Igea fue el ¨²nico que introdujo matices a la idea de si el sistema era sostenible si segu¨ªamos empe?ados en dar todo a todos, aunque se comprometi¨® a no aprobar m¨¢s copagos.

PSOE, IU y Podemos apostaron por revocar el real decreto de exclusi¨®n sanitaria de abril de 2012, que cambi¨® el copago de los f¨¢rmacos y dej¨® sin atenci¨®n a los inmigrantes en situaci¨®n irregular y a otros colectivos. Casta?o ofreci¨® una ley de derecho a gestionar la propia vida (cuidados paliativos y eutanasia).

Hubo otros dos temas estrella: el de la inequidad y el de la transparencia. El PSOE propuso elaborar una cartera de servicios ¨²nica b¨¢sica. Ciudadanos, acortar la diferencia en los presupuestos entre comunidades. Lo que ninguno puede imponer es que todas las comunidades ofrezcan lo mismo: las competencias permiten a cada Gobierno auton¨®mico dar m¨¢s del m¨ªnimo.

Sobre transparencia se habl¨® de crear un portal o un mecanismo similar (PSOE, Podemos, IU). Ech¨¢niz hasta presumi¨® del sistema de Madrid en listas de espera, donde ha sido consejero (un registro que fue apartado del c¨®mputo estatal porque llevan un sistema propio de registro). Para Casta?o y Llamas, esto es fundamental si se quiere que los pacientes puedan elegir m¨¦dico u hospital. Ninguno mencion¨® uno de los casos m¨¢s obvios ocultaci¨®n de datos a los ciudadanos. El Ministerio de Sanidad supone, pero no facilita, los datos de las listas de espera por comunidades. Y no lo hace porque las autonom¨ªas pusieron ese requisito para dar sus n¨²meros, y el ministerio acept¨®.