El funeral por los polic¨ªas muertos en Kabul re¨²ne a la clase pol¨ªtica
Los hijos de los fallecidos y los abrazos del director general de la Polic¨ªa con los supervivientes del atentado protagonizaron los momentos m¨¢s emotivos de la ceremonia
Hab¨ªa un ni?o sentado en una silla al que no le llegaban los pies al suelo. Se hab¨ªa puesto una gorra de polic¨ªa, la de faena, para asistir al funeral de su padre, Isidro Gabino Sanmart¨ªn, de 48 a?os, uno de los dos agentes asesinados por los talibanes en el ataque a la embajada espa?ola de Kabul del pasado viernes. A su derecha, cogi¨¦ndole la mano, su madre; y despu¨¦s otro ni?o, algo mayor, junto a otra joven viuda, el hijo y la esposa del otro compa?ero fallecido, el subinspector Jorge Garc¨ªa Tudela, de 47 a?os. Rodeados todos por una quincena de familiares. Frente a ellos, los dos f¨¦retros cubiertos con la bandera de Espa?a y sendas gorras. Y el Rey y la Reina, Don Felipe y do?a Leticia. Y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Y el ministro del Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz.
Y, m¨¢s all¨¢, el director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, numerosos mandos policiales y numerosos pol¨ªticos, entre los que se encontraban los cuatro principales candidatos a la presidencia del Gobierno, y decenas de compa?eros del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y algunos de la Guardia Civil. Y, entre todos ellos, con el dolor calado en la expresi¨®n pero en pie durante las casi dos horas que dur¨® la ceremonia, los siete agentes que sobrevivieron al atentado, reci¨¦n aterrizados desde Afganist¨¢n junto a los cuerpos de sus compa?eros muertos.?
El de este martes, en la Comisar¨ªa General de Canillas, ha sido un funeral de Estado en todo regla, dedicado a "dos grandes hombres", padres, j¨®venes, maridos, polic¨ªas, funcionarios, servidores p¨²blicos, asesinados en el desempe?o de sus funciones: la protecci¨®n de los intereses espa?oles.
Fue un homenaje con todos los honores, en el que esos ni?os y sus madres recibieron las condolencias de los Reyes y pudieron ver como Felipe VI impon¨ªa sobre los ata¨²des de sus padres y maridos la m¨¢xima distinci¨®n policial, la medalla de oro, a t¨ªtulo p¨®stumo. Hijos, madres y familiares recibieron tambi¨¦n las palabras de consuelo del presidente del Gobierno, que les entreg¨®, al finalizar el homenaje a los ca¨ªdos, las medallas a las desconsoladas viudas.
Siete supervivientes abrazando a un director
Tras la procesi¨®n de los f¨¦retros, llevados a hombros por compa?eros, que cruzaron a ritmo de marcha f¨²nebre la plaza de las Provincias de la Comisar¨ªa General. Despu¨¦s de la misa oficiada por el arzobispo Juan Del R¨ªo Mart¨ªn, que se dirigi¨® especialmente a las familias y habl¨® de "la blasfemia contra Dios que es el terrorismo yihadista". Una vez que el tenor de la polic¨ªa cant¨® las arias y todos corearon el himno La muerte no es el final. Finalizada la salva de los GEO. Entonces, se produjo uno de los momentos m¨¢s emotivos de la ceremonia: el de la despedida del director general de la Polic¨ªa, Ignacio Cosid¨®, de los siete supervivientes.
Hab¨ªan volado juntos por la ma?ana desde Kabul, acompa?ando a los cuerpos de sus compa?eros de regreso a Espa?a. Y sus emocionados abrazos y l¨¢grimas, al final de la ceremonia, hablaban de dolores compartidos, de complicidad, de compromiso y de promesas.?
Los cuerpos de Isidro Gabino Sanmart¨ªn y Jorge Garc¨ªa Tudela, tras hab¨¦rseles practicado la autopsia en el Instituto Anat¨®mico Forense de Madrid, emprendieron ya con los suyos el camino de vuelta a sus pueblos en Le¨®n y Granada, donde ser¨¢n enterrados.
Sus muertes, entre las confusiones y las contradicciones de los primeros momentos, han provocado la uni¨®n de todas las fuerzas pol¨ªticas contra el terrorismo en plena campa?a de las elecciones generales del 20 de diciembre. Pero tambi¨¦n han dejado abiertos algunos interrogantes, sobre la intencionalidad del atentado (era o no la embajada de Espa?a el objetivo de los talibanes) y sobre las condiciones de seguridad en las que trabajaba el personal all¨ª destinado. Los resultados de las autopsias y los testimonios de los supervivientes posiblemente formen parte de la investigaci¨®n abierta ya por la Fiscal¨ªa y sirvan para despejar esas inc¨®gnitas y que sus compa?eros descansen en paz.???
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