Otegi, dispuesto a liderar la izquierda ¡®abertzale¡¯ en las auton¨®micas

Arnaldo Otegi ser¨¢, con toda probabilidad, la principal baza de Bildu para tratar de recuperar en las elecciones auton¨®micas vascas de octubre el electorado que ha perdido en los comicios generales del 20-D, principalmente a favor de Podemos, y para competir con el lehendakari I?igo Urkullu, del PNV. Otegi ha contestado desde la c¨¢rcel de Logro?o a los sondeos que le ha formulado la izquierda abertzale con su ¡°predisposici¨®n¡± a ser candidato, aseguran fuentes de su entorno. Esa ¡°predisposici¨®n¡± tendr¨¢ que ser avalada por las bases de Sortu.

Otegi, que saldr¨¢ de la prisi¨®n el 28 de marzo tras cumplir seis a?os y medio de condena por el caso Bateragune ¡ªel intento de reorganizaci¨®n de la izquierda abertzale como partido institucional y defensor de las v¨ªas pol¨ªticas¡ª, conf¨ªa en que su inhabilitaci¨®n como cargo p¨²blico quede sin efecto, seg¨²n su defensa. Esas fuentes aseguran que ¡°al no disponer de una inhabilitaci¨®n absoluta sino especial, pero sin precisiones en su contenido, puede ejercer cargos p¨²blicos¡±.

Se apoyan en la jurisprudencia existente de la que es un ejemplo el caso de Iker Casanova, tambi¨¦n parlamentario de Bildu, que ¡°pese a disponer de inhabilitaci¨®n especial mantiene el ejercicio de su cargo por no estar precisado el contenido de esa inhabilitaci¨®n, como sucede con Otegi¡±. No obstante, su defensa cree que, ¡°dada la importancia p¨²blica de Otegi, no pueden descartarse maniobras pol¨ªticas y jur¨ªdicas que traten de evitar su candidatura¡±.

Pero, incluso, en caso de que no fuera candidato, la presencia del l¨ªder abertzale est¨¢ asegurada como baza principal de Bildu en las auton¨®micas de octubre, para las que ya se est¨¢n preparando los partidos vascos, tras los interrogantes abiertos en el mapa pol¨ªtico de Euskadi con la irrupci¨®n de Podemos el 20-D, donde gan¨® en n¨²mero de votos y obtuvo su mejor resultado a escala nacional (26%). Unas elecciones especialmente complicadas para Bildu, que tiene que afrontar, por un lado, la disidencia interna de ATA (Amnistia Ta Askatasuna) y, por otro, la presi¨®n externa de Podemos, que le quit¨® un tercio de su electorado ¡ª100.000 votos¡ª y le dej¨® en tercera posici¨®n.

La presi¨®n interna de ATA empuja a Bildu a enarbolar con fuerza la bandera reivindicativa de los presos de ETA, la soberan¨ªa vasca y la movilizaci¨®n callejera. Una presi¨®n, puesta de manifiesto en primavera, con la carta del centenar de excarcelados de ETA reclamando amnist¨ªa, tras los malos resultados de las municipales de mayo y el fracaso a?adido del 20 de diciembre.

Pero la presi¨®n externa de Podemos, por el contrario, le fuerza a remarcar su perfil m¨¢s social y a templar su faceta identitaria por la ambig¨¹edad del ¡°derecho a decidir¡± del partido de Pablo Iglesias. Bildu arriesga a quedar atrapado en la dial¨¦ctica entre las ¡°viejas reivindicaciones identitarias¡± de la presi¨®n de ATA y las ¡°nuevas y transversales¡± de Podemos, que se afinca, especialmente, en el voto joven y urbano del Pa¨ªs Vasco, como ha mostrado el 20-D. Una contradicci¨®n que tambi¨¦n se ha manifestado en Catalu?a con la CUP, partido que mantiene buenas relaciones con la izquierda abertzale, con su enfrentamiento entre ¡°independentistas¡± y ¡°anticapitalistas¡±.

Reajustar estrategia

La tradicional manifestaci¨®n a favor de los presos de ETA que todos los segundos s¨¢bados de enero convoca la izquierda abertzale en Bilbao demostrar¨¢ hoy si supera esa dial¨¦ctica con una fuerte asistencia o, por el contrario, la marcha decae por sus contradicciones. En todo caso, Bildu y Sortu han abierto una reflexi¨®n sobre el ajuste de su estrategia.

En principio, en unas elecciones auton¨®micas Bildu dispone de algunas ventajas sobre Podemos respecto a las generales en las que cont¨®, sobre todo, la disputa por el Gobierno central, donde Podemos pod¨ªa influir de modo muy superior a Bildu, dada la contundencia del mensaje de rechazo de Podemos al Gobierno del PP y la ambig¨¹edad de su ¡°derecho a decidir¡±.

Bildu conf¨ªa en que, en octubre, al disputarse la proximidad del Gobierno vasco, contar¨¢ mucho m¨¢s su fuerte estructura organizativa frente a la casi inexistente de Podemos y la identificaci¨®n de sus posiciones frente a la ambig¨¹edad del nuevo partido. Podemos, a su vez, tendr¨¢ que decidir si opta por competir con Bildu, acentuando su perfil territorial, o con el PSE, resaltando su perfil social.

Otra clave ser¨¢n los candidatos. Frente a la ausencia de candidatos conocidos en Podemos, la presencia de Otegi es clave para Bildu. Pero tambi¨¦n un desaf¨ªo para ambos. Otegi tiene una capacidad de liderazgo hoy inexistente en la izquierda abertzale; ha sido cr¨ªtico con las formas de gobernar municipios de su coalici¨®n la pasada legislatura y ha pasado seis a?os y medio encarcelado, tras una sentencia cuestionada por todos los partidos vascos, menos el PP, que reconocen su esfuerzo en el cese definitivo de ETA. El principal reto de Otegi es si su edad, 58 a?os, no se convierte en obst¨¢culo para que Bildu atraiga el voto juvenil que ha perdido a favor de Podemos.