Aparente normalidad en un d¨ªa complicado en La Zarzuela

El d¨ªa de inicio del caso N¨®os, en el que se procesa a su hermana Cristina y a su cu?ado I?aki Urdangarin, el Rey no tuvo agenda oficial. Seg¨²n fuentes de la Casa del Rey, Felipe VI estuvo trabajando en su despacho de La Zarzuela en asuntos relacionados con la Jefatura del Estado, sin que requiriese ning¨²n servicio informativo extraordinario sobre el juicio. De c¨®mo pasaron el d¨ªa do?a Letizia y los Reyes em¨¦ritos, al carecer de actos oficiales, nada ha trascendido.

El Rey trat¨® de aparentar normalidad en un d¨ªa en que la tensi¨®n informativa apuntaba sobre la infanta Cristina, procesada en el caso N¨®os como colaboradora necesaria en los delitos fiscales derivados de los negocios de su marido, I?aki Urdangarin, que se juzgan desde este lunes en Palma de Mallorca. Pero, como hermana de Felipe VI, La Zarzuela no quedaba al margen de la presi¨®n de la jornada.

Seg¨²n explicaron este lunes fuentes de la Casa del Rey a requerimiento de este peri¨®dico, Felipe VI pas¨® gran parte del d¨ªa en su despacho concentrado en sus obligaciones de jefe del Estado, sin que se hubiese habilitado ning¨²n dispositivo especial para suministrarle informaci¨®n sobre de los detalles del juicio.

A diferencia de otras veces, en que La Zarzuela ha comunicado alteraciones en la agenda oficial para que el Rey pudiera seguir determinados acontecimientos importantes desde su despacho, en esta ocasi¨®n la Casa del Rey sell¨® todas las grietas acerca del inter¨¦s personal que el Monarca pudiera tener sobre el juicio de un caso en el que se juzga a su hermana y a su cu?ado por delito fiscal.

Antes al contrario, la imagen que quer¨ªa transmitir este lunes La Zarzuela era la del Rey absorbido en el complicado momento pol¨ªtico que vive Espa?a, con un Gobierno en funciones y sin claras posibilidades de estabilidad parlamentaria ante una nueva legislatura igualmente incierta. Y con la dificultad a?adida del desatasco de la situaci¨®n catalana, cuyo prop¨®sito independentista abre un momento de mayor incertidumbre ante la debilidad del Gobierno central.

La Casa del Rey tampoco aport¨® ninguna informaci¨®n respecto a si la reina Letizia sigui¨® de alg¨²n modo el transcurso de la primera sesi¨®n judicial de Palma, en la que un miembro de la familia real, algo que no hab¨ªa pasado hasta ahora, se sentaba en el banquillo de los acusados.

Ni siquiera sobre c¨®mo vivieron la jornada los padres de la infanta, los Reyes em¨¦ritos, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa. Solo trascendi¨® que Juan Carlos I estuvo centrado en los preparativos de su viaje a Guatemala para representar a Espa?a en la toma de posesi¨®n del presidente electo, Jimmy Morales Cabrera, cuyos actos se celebran los d¨ªas 13 y 14.

Sin embargo, pese a la aparente normalidad que se vivi¨® este lunes en La Zarzuela, el caso N¨®os sigue provocando una honda inquietud en el entorno del Rey, que este lunes vivi¨® con preocupaci¨®n el impacto que el juicio estaba teniendo en los medios internacionales, en los que la imagen de la infanta era indisociable de la familia real, pese a que desde la proclamaci¨®n de Felipe VI ha dejado de formar parte de ella.

N¨®os ha sacudido los cimientos de la Corona y ha producido un profundo desgarro en la familia real. La instituci¨®n ha perdido el blindaje del que se revisti¨® tras el intento de golpe de Estado del 23-F, a pesar de que con la llegada al trono de Felipe VI se ha recuperado gran parte del cr¨¦dito perdido. Sin embargo, la imagen de la Infanta en el banquillo en los telediarios reabre dudas acerca el papel de la Corona en los supuestos negocios irregulares de Urdangarin, as¨ª como sobre la utilidad de la instituci¨®n.