B¨¦lgica, o c¨®mo sin Gobierno no se vive tan mal
Los belgas pasaron 541 d¨ªas sin Ejecutivo: r¨¦cord mundial. La econom¨ªa evolucion¨® mejor que la media europea
Un pa¨ªs federal que habla varias lenguas oficiales y parece siempre a un paso de romperse. Un Estado amenazado por el eterno conflicto entre dos culturas opuestas y por lo tanto complementarias. Que gan¨® prosperidad con la colonizaci¨®n salvaje de pa¨ªses lejanos. Cuyo rey se llama Felipe. Apasionado por la comida, la cerveza y el f¨²tbol. Y que tiene los atascos m¨¢s infernales de Europa: no, B¨¦lgica no es Espa?a, aunque a menudo se le parece. Entre 2010 y 2011, B¨¦lgica super¨® a Camboya y logr¨® la marca mundial de pa¨ªs sin Gobierno: 541 d¨ªas de par¨¢lisis, un a?o y medio de una inestabilidad te¨®ricamente devastadora. Te¨®ricamente, porque en realidad le fue bastante bien: la econom¨ªa y la sociedad siguieron adelante y tuvieron un comportamiento equiparable al de sus vecinos europeos. El crecimiento, el desempleo y las cuentas p¨²blicas evolucionaron incluso mejor que la media de la eurozona, y mucho mejor que las de la Espa?a de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y despu¨¦s la de Mariano Rajoy.
La pol¨ªtica econ¨®mica es un g¨¦nero literario disfrazado de ciencia: en econom¨ªa no hay leyes impepinables como la de la gravedad. Y desde luego tampoco las hay en pol¨ªtica, a pesar de la Comisi¨®n Europea (¡°los riesgos pol¨ªticos que se derivan de la dif¨ªcil formaci¨®n de Gobierno en Espa?a pueden suponer una p¨¦rdida de confianza y un deterioro del sentimiento del mercado¡±). B¨¦lgica, que alberga a la Comisi¨®n Europea y a sus advertencias sobre la falta de estabilidad, fue capaz de sobrevivir medio millar de d¨ªas sin Gobierno y no fue asolada por ese aire de plaga de ¨²lceras que predice el Ejecutivo comunitario.
La vida sigue sin Gobierno: B¨¦lgica creci¨® m¨¢s del 2% entre las elecciones de junio de 2010 y el 6 de diciembre de 2011, el d¨ªa en que el socialdem¨®crata Elio Di Rupo se convirti¨® en primer ministro; Espa?a perdi¨® PIB y la eurozona creci¨® por debajo del 2% en el mismo periodo. El paro belga baj¨® en ese a?o y medio, mientras aumentaba en la zona euro y se disparaba por encima del 20% en Espa?a. La comparaci¨®n m¨¢s razonable es con la vecina Holanda: present¨® tambi¨¦n peores n¨²meros que B¨¦lgica en esas fechas.
No todo fue un camino de rosas: los mercados se pusieron nerviosos
No todo fue un camino de rosas. Los mercados se fueron poniendo nerviosos ¡ªcon la crisis del euro en su apogeo¡ª y los tipos de inter¨¦s de la deuda p¨²blica ¡°se encaramaron a niveles peligrosos¡±, explica Yasmina Kherbache, diputada socialista en Flandes y ex jefa de gabinete de Di Rupo. Una rebaja de la calificaci¨®n de S&P acab¨® forzando a los partidos a formar Gobierno: una gran coalici¨®n de seis fuerzas pol¨ªticas.
Pero eso lleg¨® al cabo de a?o y medio de desencuentros. Kherbache subraya que el pa¨ªs sigui¨® funcionando porque B¨¦lgica ¡°tiene un modelo de Estado muy descentralizado y el Parlamento federal sigui¨® tomando decisiones, junto al Gobierno en funciones, por ejemplo para gestionar la inmigraci¨®n¡±. ¡°Y aun as¨ª, a pesar de que la econom¨ªa tiraba, la imagen del pa¨ªs y su fiabilidad se resintieron. Cuando se form¨® Gobierno, los tipos de inter¨¦s cayeron¡±
Con un modelo muy descentralizado, el Parlamento sigui¨® tomando decisiones
¡°Fue una bendici¨®n¡±
Los belgas tienen tradici¨®n en esos largos periodos de vacaciones gubernamentales: en 1988 tardaron 150 d¨ªas en forjar una coalici¨®n, y en 2007-2008 el pa¨ªs estuvo as¨ª nueve meses y medio, hasta llegar a los 541 d¨ªas de 2010-2011. El liberal flamenco Paul De Grauwe, uno de los economistas que mejor ha explicado la crisis del euro, ofrece este an¨¢lisis al respecto: ¡°Fue una ¨¦poca dif¨ªcil por la situaci¨®n pol¨ªtica, con graves diferencias entre Flandes y Valonia. Y por la situaci¨®n econ¨®mica, con la UE dictando austeridad a ultranza. No tener Gobierno fue algo positivo en un pa¨ªs en el que las estructuras del Estado siguieron funcionando: la Comisi¨®n no pudo obligar al Ejecutivo en funciones a acometer la dieta de duros ajustes y reformas que barri¨® Europa por aquellas fechas¡±.
¡°No quiero sonar na¨ªf ni creo que pueda establecerse un paralelismo exacto con Espa?a, pero no tener Gobierno fue una bendici¨®n: sin la sobredosis de austeridad europea, la econom¨ªa funcion¨®¡±, cierra De Grauwe, que descarta cualquier v¨ªnculo entre aquellos d¨ªas sin Gobierno y los posteriores problemas con el terrorismo, que han expuesto a B¨¦lgica a las cr¨ªticas de la comunidad internacional. ¡°Hay disfunciones entre la polic¨ªa y los servicios secretos, pero eso ocurre en toda Europa. Y desde luego que hemos fracasado en la integraci¨®n de algunas minor¨ªas, pero en eso tampoco veo diferencias con pa¨ªses como Reino Unido o Francia¡±, afirma. ¡°Adem¨¢s, eso no es achacable a la dificultad para forjar coaliciones¡±.
Paralelismos y diferencias con Espa?a
Hacer literatura (pol¨ªtica) comparada entre B¨¦lgica y Espa?a no es f¨¢cil. En B¨¦lgica no hay fechas l¨ªmite para formar Gobierno. El rey belga tiene un importante papel en ese asunto, y lo ejerci¨® activamente en 2010 y 2011. ¡°La presi¨®n de los mercados y la amenaza de elecciones anticipadas fueron dos grandes acicates en 2011 para B¨¦lgica¡±, apunta Federico Santi, de Eurasia. El Parlamento belga, adem¨¢s, est¨¢ tradicionalmente m¨¢s fragmentado que el espa?ol.
Pero hay tambi¨¦n claros paralelismos: las profundas diferencias regionales ¡ªen este caso entre flamencos y valones¡ª, que se plasman en una constante presi¨®n para las reformas constitucionales, y una organizaci¨®n del Estado que da amplias competencias a las regiones, aunque el Gobierno federal controla el 90% de los impuestos.
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