El tipo que destap¨® todo

El juez Jos¨¦ Castro, instructor del caso N¨®os, ya est¨¢ a otras cosas. Entraba este mi¨¦rcoles en el juzgado con una carpeta de un accidente de tr¨¢fico y se enfrasc¨® en una discusi¨®n con un abogado sobre el delito de imprudencia en un choque de bicicletas. No vio el juicio en directo el mi¨¦rcoles, solo por la noche en la tele y, amablemente, declin¨® hacer comentarios. Ya ha cumplido con su deber. Pero antes de Castro, el primero en cumplir el suyo y destapar el caso, hace ya diez a?os, fue el abogado y diputado socialista Antoni Di¨¦guez. ¡°Fui al primer congreso que organiz¨® Urdangar¨ªn y nada m¨¢s ver aquello pens¨¦ que era raro¡±, contaba este mi¨¦rcoles.

Era noviembre de 2005 y ya entonces, asegura, hab¨ªa rumores sobre el duque de Palma, de que andaba detr¨¢s de algunos eventos deportivos. Pidi¨® los papeles en el Parlamento a ver qu¨¦ sal¨ªa. Di¨¦guez ya ten¨ªa una carrera de justiciero contra la corrupci¨®n: entre otros, hab¨ªa denunciado en 1992 el caso Calvi¨¤, el primero sentenciado por soborno a un cargo p¨²blico en Espa?a. Fue entonces cuando conoci¨® al juez Castro, al que luego volver¨ªa a encontrar, y admite que gracias a ¨¦l aquel expediente lleg¨® hasta el final. ¡°El clima era y ha sido muchos a?os de total permisividad social. No era nada f¨¢cil enfrentarse a quien mandaba, hab¨ªa un rechazo social¡±, explica. Cuenta que la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n no ten¨ªa ni idea de delitos administrativos y financieros. Que un polic¨ªa que cobr¨® fama por saber de eso fue fichado de inmediato por un banco.

Di¨¦guez alucin¨® con la documentaci¨®n del famoso congreso: ¡°Ten¨ªa un coste disparatado, 1,2 millones, por dos d¨ªas de trabajo, y pagado por adelantado¡±. Fue entonces cuando vio la firma del organizador: N¨®os. Se meti¨® en Internet y le sali¨® Urdangarin. ¡°Palabras mayores¡±, pens¨®. ¡°No cre¨ª que acabara en el banquillo, cre¨ª que acabar¨ªa yo en el banquillo¡±, sonr¨ªe. ¡°Entonces Urdangar¨ªn era el yerno perfecto y la reacci¨®n fue tibia¡±. La rueda de prensa en la que pidi¨® explicaciones, en febrero de 2006, es en su opini¨®n el principal argumento contra la defensa de la Infanta. ¡°Desde ese d¨ªa no puede decir que no sab¨ªa nada¡±, apunta. Pero el caso se durmi¨® hasta 2010, cuando lo reactiv¨® Castro en la gran investigaci¨®n del Palma Arena.

Di¨¦guez tambi¨¦n sac¨® a la luz en 2004 un asunto sonado que ata?e a uno de los acusados que declar¨® este mi¨¦rcoles, Juan Carlos Al¨ªa. Era un alto ejecutivo de Tui, el gran operador tur¨ªstico, que fich¨® el presidente balear Jaume Matas para dirigir un ente de turismo, Ibatur, luego implicado en el caso N¨®os. Se hizo famoso por un viaje oficial a Mosc¨² para ver un partido europeo del Mallorca del que la delegaci¨®n pas¨® facturas. Estaban en ruso y Di¨¦guez las mand¨® traducir. Algunas eran de copas en un c¨¦lebre local er¨®tico de la capital rusa, el Rasput¨ªn. Salieron en El Jueves, claro, y Al¨ªa dimiti¨®.