Semillas y cosechas
Descubrimos que la generaci¨®n mejor formada de la historia, pero ¡°sin futuro¡±, no se resignaba a ser estatuas de sal de su precariedad. Demostraron una capacidad creativa de comunicaci¨®n extraordinaria
La expresi¨®n There is no alternative ¡ªTINA¡ª (en espa?ol: ¡°No hay alternativa¡±) se le atribuye a Margaret Thatcher y recoge la s¨ªntesis m¨¢s cruda del pensamiento neoliberal. Su objetivo es desalentar e impedir cualquier alternativa razonable a las reglas dominantes del mercado o de la pol¨ªtica. Se trata de bloquear, mentalmente, el camino de la opci¨®n, de la elecci¨®n. El ¡°No hay alternativa¡± pretende el desaliento, la derrota antes de la batalla. Es la victoria de quien pregona la imbatibilidad de lo imposible. Es la resignaci¨®n de la conciencia. La claudicaci¨®n del compromiso. No lo pienses, no lo hagas, no lo intentes. No podr¨¢s.
El 15-M es la rebeli¨®n contra el TINA. Indignada y festiva. Las calles y plazas que se llenaron hace cinco a?os fueron una respuesta desbordante, emergente contra la pol¨ªtica sin alma, en todo el mundo: ¡°No nos representan¡±. ?De d¨®nde han salido?, pensaban los c¨ªnicos. ?Qu¨¦ pretenden?, se preguntaban ¡ªsin cuestionarse los arrogantes. Pero el 15-M no sali¨® de la nada: la crisis econ¨®mica, pol¨ªtica y social que nos destru¨ªa hab¨ªa minado nuestra conciencia y reacci¨®n. Y, de repente, sin el radar de los partidos y de los medios de comunicaci¨®n tradicionales y sumergidos en sus redes, una generaci¨®n de j¨®venes demostr¨® que la alternativa empieza en la cabeza y en los corazones: ¡°S¨ª, se puede¡±, se atrevieron a gritar.
El esp¨ªritu del 15-M ha sido ¡ªy ser¨¢¡ª muy f¨¦rtil. Semillas de cambio, de transformaci¨®n m¨¢s all¨¢ de la huella de sus protagonistas. Estas podr¨ªan ser algunas de ellas:
1. Los temas. ¡°Cuando cre¨ªamos que ten¨ªamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas¡±, afirmaba Mario Benedetti. Las plazas se llenaron de propuestas. La indignaci¨®n fue proposici¨®n. Les acusaban de idealistas, y respondieron con un realismo moral y ¨¦tico incuestionable. Nuestra agenda se llen¨® de palabras y temas nuevos por olvidados. Ausentes por despreciados. El bien com¨²n recuper¨® la centralidad del sentido com¨²n.
2. Los liderazgos. Descubrimos que la generaci¨®n mejor formada de la historia, pero ¡°sin futuro¡±, no se resignaba a ser estatuas de sal de su precariedad. Demostraron una capacidad creativa de comunicaci¨®n extraordinaria. Las plazas se llenaron de poes¨ªa visual. Cinco a?os despu¨¦s esos liderazgos hoy son emprendimientos sociales, profesionales o pol¨ªticos. De las plazas a los esca?os y las alcald¨ªas. De las redes a las cooperativas. De las asambleas a los labs. Han decidido ser makers de su futuro.
3. Las pr¨¢cticas. El 15-M ha inoculado una cultura pol¨ªtica que va desde la tecnopol¨ªtica a los nuevos formatos de deliberaci¨®n, participaci¨®n, acci¨®n y representaci¨®n. Es pronto todav¨ªa para evaluar su real capacidad alternativa y regenerativa. Pero, a pesar de las limitaciones y los prejuicios del adanismo pol¨ªtico de algunas de estas pr¨¢cticas, el 15-M es una semilla potente que nos obliga, fuera de la zona de confort, a desaprender para aprender.
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