El 26-J para el mundo ¨¢rabe

Hace casi dos a?os, el Congreso debati¨® una propuesta de dimensi¨®n internacional que atrajo de manera significativa la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica ¨¢rabe. Tras muchas llamadas y despu¨¦s de haber preparado la log¨ªstica para que un diputado participara en directo en nuestro principal bolet¨ªn, nos quedamos compuestos y sin novio y nada m¨¢s se supo de aquel feo. Recupero esta an¨¦cdota nada edificante en el albor de la campa?a electoral para exponer la desvirtuada mirada y la indiferencia que cultivan ciertas fuerzas pol¨ªticas hacia la labor de los medios extranjeros asentados en Espa?a. Este desinter¨¦s no es en ning¨²n modo rec¨ªproco y lo demuestra la ingente productividad que genera el panorama pol¨ªtico espa?ol y el enorme inter¨¦s que suscitan los avatares sociales y econ¨®micos de aqu¨ª en muchas regiones del mundo ¨¢rabe.

La Transici¨®n espa?ola, con sus aciertos y errores, ha sido y es un espejo en el que a muchos pa¨ªses les gustar¨ªa mirarse. Con esta convicci¨®n planteamos en las pasadas elecciones una cobertura at¨ªpica en la que, aprovechando la percha informativa de los comicios, hicimos una serie de reportajes did¨¢cticos en los que quisimos mostrar a nuestra audiencia, a trav¨¦s del recorrido democr¨¢tico espa?ol, que las diferencias insalvables y las heridas en apariencia dif¨ªciles de suturar pueden tener un mejor discurrir por las v¨ªas del di¨¢logo y las concesiones.

A menos de dos semanas de las elecciones del 26-J, nuestro inter¨¦s por el devenir de la vida pol¨ªtica espa?ola no ha menguado y por ello trataremos de explicar nuevamente las principales claves y desaf¨ªos de estos comicios.

Pero el reto no es sencillo. A los obst¨¢culos generados por las sensaciones del d¨¦ja vu se suma un men¨² informativo oficial nada op¨ªparo. Los grandes debates ideol¨®gicos, las promesas factibles y los mensajes apasionados son a menudo eclipsados por discursos encorsetados, gestos medidos y la dictadura de los gur¨²s publicitarios ascendidos a la categor¨ªa de comisarios pol¨ªticos que hacen y deshacen a su antojo.

Frente a estas adversidades, solo cabe seguir haciendo periodismo lejos de la trinchera ideol¨®gica y cerca del latir de una sociedad cuyas demandas de cambio y mejor¨ªa hemos trasladado en infinidad de oportunidades a nuestros televidentes. Entendemos tambi¨¦n que las urgencias sociales y econ¨®micas que avientan la actualidad espa?ola hayan relegado otros asuntos de inter¨¦s. Sin embargo, hoy, con los programas de los partidos pol¨ªticos en la mano, ser¨ªa osado desencriptar los c¨®digos de posicionamientos del pr¨®ximo Gobierno en conflictos como los de Siria, Irak y Libia, porque tenemos la sensaci¨®n de que no existen.

Aiman Zoubir es corresponsal de la cadena Aljazeera.