Historia del ¡®sorpasso¡¯

La palabra sorpasso, que est¨¢ en boca de todos, tiene su origen en las elecciones generales de 1976 en Italia. El Partido Comunista (PCI), de Enrico Berlinguer, ten¨ªa opciones reales de convertirse en la primera fuerza pol¨ªtica y adelantar a la Democracia Cristiana, partido fact¨®tum en aquel pa¨ªs desde la II Guerra Mundial. El PCI acariciaba entonces el ansiado sorpasso pero, pese al importante avance electoral de los comunistas, jam¨¢s lleg¨® a producirse. Quedaron muy pr¨®ximos, s¨®lo cuatro puntos por debajo de la formaci¨®n fundada por De Gasperi.

En Espa?a la primera vez que se habl¨® de sorpasso fue a principios de los a?os noventa, cuando Julio Anguita aspiraba a arrebatar la hegemon¨ªa de la izquierda espa?ola al PSOE. Sin embargo, las elecciones de 1996 desterraron tal posibilidad. Izquierda Unida obtuvo los mejores resultados de su historia, pero 27 puntos por debajo de la formaci¨®n que lideraba entonces Felipe Gonz¨¢lez.

De cara al 26 de junio se habla mucho de un posible sorpasso de Unidos Podemos al PSOE, algo que ya acarici¨® las pasadas elecciones. De hecho, la encuesta preelectoral del CIS acredita esta posibilidad tanto en votos como esca?os. Tenemos precedentes en Europa. Esto fue lo que ocurri¨® en las elecciones de mayo de 2012 en Grecia, cuando Syriza pas¨® a ser la segunda fuerza y desarbol¨® al PASOK, una posici¨®n que consolid¨® en la elecci¨®n repetida de un mes despu¨¦s. La tentaci¨®n de comparar la situaci¨®n actual con la de Grecia es inevitable, pero es improbable una din¨¢mica id¨¦ntica en nuestro pa¨ªs. Su fuerte poder territorial, especialmente en el sur de Espa?a, y su estructura organizativa da al PSOE opciones de resistir. De hecho, en el resto de pa¨ªses donde los socialdem¨®cratas han sido superados no colapsan. El PASOK es la excepci¨®n, no la regla.

Sin embargo, este sorpasso, que en cada vez m¨¢s pa¨ªses convierte a los partidos antiestablishment en los mayoritarios de la oposici¨®n, tiene un paralelismo hist¨®rico: el desplazamiento, a principios del siglo XX, de los partidos liberales por los socialdem¨®cratas. Estos partidos liberales, que hab¨ªan protagonizado la cl¨¢sica alternancia con moderados y conservadores, perdieron en muchos lugares la capacidad de encabezar coaliciones de gobierno. Justo el riesgo que corre la socialdemocracia en Europa hoy. El riesgo de convertirse en bisagra para completar Gobiernos en lugar de liderar la formaci¨®n de Ejecutivos. Exactamente el mismo riesgo que puede correr el PSOE a partir del 26-J.