Las misteriosas muertes de los linces han quedado impunes
Una intoxicaci¨®n ha matado desde 2009 a 20 ejemplares del programa de cr¨ªa en cautividad del Ministerio de Medio Ambiente y la Junta andaluza
Un enemigo invisible atac¨® en 2009 al lince ib¨¦rico en cautividad. La enfermedad renal cr¨®nica (ERC) aniquilaba ejemplares del programa estrella de conservaci¨®n por causas desconocidas. Uno tras otro los felinos mor¨ªan en silencio y sin saber por qu¨¦. Las alertas saltaron: no solo se ir¨ªa al garete el felino m¨¢s amenazado, tambi¨¦n unos fondos que hoy suman 72 millones aportados por la Uni¨®n Europea, el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta de Andaluc¨ªa tras 15 a?os de programa.
Hoy el lince ib¨¦rico ha iniciado su reconquista y dispone de una poblaci¨®n en libertad estimada en 400 ejemplares entre Espa?a y Portugal, pero hace siete a?os la multiplicaci¨®n de muertes hizo peligrar la millonaria inversi¨®n en esta especie emblem¨¢tica.
El misterio permaneci¨® oculto durante tres a?os y finalmente los expertos dieron con la tecla: las vitaminas Nutrazu que proporcionaban los propios bi¨®logos y cuidadores estaban envenenando a los linces por un exceso insoportable de calcio en la sangre. Las pastillas conten¨ªan unas 30 veces la cantidad indicada en el prospecto y resultaron t¨®xicas. En 2012 el Gobierno dio por resuelto el problema, decidi¨® no demandar al fabricante de las vitaminas y meti¨® en un caj¨®n el costoso estudio que implic¨® a nueve universidades para resolver el enigma tras invertir 303.000 euros.
Ahora este diario ha tenido acceso a los informes que apuntan al laboratorio estadounidense Mazuri como responsable de una enfermedad que ha matado a una veintena de animales y hoy mantiene a otros 23 ejemplares con problemas renales irreversibles. En total, 43 v¨ªctimas.
¡°Los animales estuvieron tomando dosis much¨ªsimo m¨¢s altas de vitamina D3 que las recomendadas (¡) en los dos lotes analizados de vitaminas 28 y 34 veces m¨¢s que la cantidad establecida en el prospecto (¡) La nutr¨®loga de Mazuri, Elizabeth Koutsos, confirm¨® que se debi¨® a un error¡±, refleja el informe, fechado en octubre de 2011.
?Por qu¨¦ evit¨® el Ministerio ¡ªen aquel entonces dirigido por Miguel Arias Ca?ete¡ª reclamar compensaciones o demandar al fabricante norteamericano o a la distribuidora espa?ola de las vitaminas por la mortandad de los linces? ¡°No se ejercieron acciones civiles contra la empresa dada la imposibilidad de asegurar la trazabilidad del compuesto vitam¨ªnico en las distintas etapas desde el momento de su fabricaci¨®n hasta su suministro a los animales¡±, detallan fuentes de Medio Ambiente. Es decir, el Gobierno no pudo certificar c¨®mo se manipularon las vitaminas y sus componentes antes de que los felinos las ingirieran. ¡°Adem¨¢s, la empresa distribuidora en Espa?a hab¨ªa cerrado. Esta insuficiencia probatoria hac¨ªa inviable el ejercicio de acciones civiles, para las cuales es necesario identificar el sujeto contra el que se inicia la acci¨®n¡±, a?aden fuentes del ministerio.
En paralelo, la Fiscal¨ªa de Medio Ambiente abri¨® diligencias en junio de 2011 e investig¨® la mortandad de los linces, pero archiv¨® el asunto un a?o despu¨¦s por la misma raz¨®n que el Gobierno. ¡°Todo apunta a un error en el proceso de fabricaci¨®n del producto fuera del territorio nacional (¡) no habi¨¦ndose descubierto ning¨²n indicio acreditado de una manipulaci¨®n del producto en Espa?a¡±, rezaba el oficio del ministerio p¨²blico.
La firma distribuidora de las vitaminas Nutrazu en aquella ¨¦poca fue ConZOOlting, cuya responsable era Helena Marqu¨¦s. Esta nutr¨®loga, exculpada por el Seprona que investig¨® los hechos tras ordenarlo la fiscal¨ªa, apunta que inform¨® ¡°a los americanos a trav¨¦s del distribuidor europeo¡±, pero se niega a precisar m¨¢s detalles. ¡°Es una etapa de mi vida cerrada¡±, aduce. En sus alegaciones ante el ministerio, Marqu¨¦s defendi¨® que ¡°las dosis de vitamina D en la dieta formulada est¨¢ muy por debajo del L¨ªmite Superior de Seguridad (SUL) de esta vitamina para gatos, y por lo tanto, muy lejos de ser una dosis t¨®xica¡±.
Los expertos rechazaron esta tesis en funci¨®n de los lotes con las vitaminas analizados, ¡°que exceden entre 1,1 y 1,3 veces el SUL¡±, seg¨²n el informe. Una portavoz de Land O?Lakes, actual propietaria de los laboratorios Mazuri con sede en Minneapolis (EE UU), ha rechazado asimismo dar su visi¨®n sobre su responsabilidad en el envenenamiento de los linces.
Los manuales de cr¨ªa en cautividad recomiendan suministrar vitaminas a los animales debido a que estos ingieren presas muertas ¡ªen este caso conejos congelados¡ª y estas presentan carencias alimenticias.
¡°En situaciones como estas hay que negociar con la empresa para que compensen al programa¡±, opina Astrid Vargas, directora del programa en cautividad del lince ib¨¦rico cuando surgi¨® la ERC. A continuaci¨®n, la cient¨ªfica echa la vista atr¨¢s y hace autocr¨ªtica. ¡°En esos momentos parece que todo se va al garete y es el fin del mundo. Pero accidentes de este tipo pasan, fue un valle en el trabajo pero al a?o siguiente nacieron 40 cachorros. No lo justifico ni le quito importancia, pero son gajes del oficio. Nadie se pod¨ªa imaginar que las vitaminas estuvieran mal formuladas. Es una responsabilidad compartida por todos¡±, reflexiona.
Sin embargo, ese compromiso plural y la decisi¨®n del Gobierno para evitar que el laboratorio estadounidense rindiera cuentas en 2012, hizo que el da?o irreversible a 43 animales quedara impune.
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