Solo pod¨ªa haber una fiesta
La noche empez¨® con un posible ¨¦xito de Unidos Podemos y acab¨® con la celebraci¨®n en la sede del PP
En las elecciones todos los partidos siempre ganan algo, pero esta vez ten¨ªa pinta de que iba a ser dif¨ªcil repetir ese argumento. De las encuestas, los trackings, los pies de urna, sal¨ªa solo un presunto vencedor: Unidos Podemos, que quiz¨¢ podr¨ªa llegar a gobernar siendo segundo. Al principio de la noche electoral la fiesta se intu¨ªa por tanto en la Plaza del Museo Reina Sof¨ªa de Madrid. All¨ª Unidos Podemos hab¨ªa instalado un escenario y unas 300 personas esperaban. A la hora de la publicaci¨®n de las encuestas a pie de urna, el ¨¢nimo era de incredulidad: ¡°?Estamos al lado de Rajoy!¡±, dec¨ªa una miembro de la organizaci¨®n cuando ve¨ªa la foto de Iglesias segundo al lado del presidente, seg¨²n los sondeos. ¡°Tenemos que llegar a los 100¡±, dec¨ªa una simpatizante al llegar. Los vendedores de cerveza preparaban el botell¨®n.
A esa hora, una hora despu¨¦s del cierre de los colegios, la calle G¨¦nova estaba vac¨ªa y a¨²n circulaban coches. No estaba claro que el ganador real de estas elecciones iba a ser solo el PP. Solo las teles preparaban su andamio de tres pisos. El protagonista era entonces un viejo conocido del partido y el presidente: Lagarder Donciu, que para definirse dijo: ¡°Pon que soy un gitano rumano¡±. Donciu irrumpi¨® en un acto de Mariano Rajoy el 24 de mayo en el Retiro. El domingo por la ma?ana hab¨ªa estado en el colegio electoral donde vota el presidente y ¡ªcomo ya le conocen¡ª le apartaron de la puerta en volandas nada m¨¢s verle. Donciu hab¨ªa acabado la ma?ana con un rasgu?o en el codo.
Por la noche, gritaba solo contra la sede del PP donde estaba preparado el balc¨®n con el eslogan: ¡°A favor¡±. Donciu gritaba que el PP era ¡°mafia¡± y llevaba un cartel donde dec¨ªa: ¡°50.000 personas sin techo hoy no han votado¡±. Desde el otro lado de la calle G¨¦nova, un adolescente con camisa de rayas e iniciales le respond¨ªa: ¡°?Sois gentuza!¡±. Su madre le correg¨ªa: ¡°No digas eso. Hay que solucionar los problemas¡±. El joven aceptaba, pero a¨²n lamentaba: ¡°Solo quieren que La Sexta les saque¡±.
Eran ya las 22 horas y el sorpasso que se hab¨ªa puesto de moda durante la campa?a era ya solo un sue?o. En la sede del PSOE de Ferraz no hab¨ªa sin embargo un aire de fiesta, ni siquiera de alivio. Era m¨¢s bien el ambiente de ¡°se ve¨ªa venir¡±. En una conversaci¨®n con tres militantes, sacaban tres conclusiones: los medios tienen parte de la culpa de la burbuja de Unidos Podemos, aqu¨ª somos el PSOE y sabemos movilizar cuando es necesario, y Unidos Podemos tiene la culpa de la victoria del PP por dividir la izquierda. El fracaso de las encuestas les da parte de raz¨®n. Pero no estaban contentos.
La plaza del Reina Sof¨ªa daba en cambio la impresi¨®n de ¡°hemos perdido pero haber llegado hasta aqu¨ª ya es la pera¡±. Cerca de mil personas escuchaban con atenci¨®n la comparecencia de Pablo Iglesias con la plana mayor de Podemos. Aplaud¨ªan mucho las menciones a la confluencia, cantaban ¡°s¨ª se puede¡±, -aunque menos que en m¨ªtines- y celebraron que en un rato los l¨ªderes fueran, en palabras de Pablo Iglesias, ¡°a abrazar la militancia¡±. Se daba un aire a la afici¨®n de Atl¨¦tico de Madrid tras las dos ¨²ltimas Champions: hemos perdido pero no pasa nada porque estamos aqu¨ª y ya ganaremos y cuando ganemos ser¨¢ incre¨ªble. Pero el campe¨®n estaba en otro lugar.
El partido de consolaci¨®n
En la sede de Ciudadanos el ambiente era de quienes juegan el partido por el tercer y cuarto puesto. Hay que presentarse y hacer ver que compites. Ciudadanos llegaba a estas elecciones con el ¨²nico objetivo de que pasaran r¨¢pido y no dolieran mucho. Antes de los resultados, pudieron verse unas im¨¢genes mudas de la reuni¨®n previa de los dirigentes del partido. Las caras eran de esa sonrisa fija y rara solo porque si dejas de sonre¨ªr te queda una cara horrible.
Ciudadanos hac¨ªa la noche electoral por primera vez en su sede. Hab¨ªan montado una peque?a tarima naranja en una esquina amplia de la calle Alcal¨¢ al otro lado de la plaza de las Ventas. Hab¨ªa espacio para unas cien personas. Ni siquiera parec¨ªan tener la pretensi¨®n de cortar la calle. Ciudadanos no es por ahora un partido con militantes dispuestos a ir a celebrar algo un domingo por la noche. M¨¢s cuando no hay nada que celebrar.
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