La justicia autoriza a un padre a celebrar la comuni¨®n de su hija contra el criterio materno
La sentencia atribuye al hombre la facultad de elegir durante los dos pr¨®ximos cursos entre religi¨®n o la asignatura alternativa
La secci¨®n cuarta de la Audiencia Provincial de Palma ha autorizado a un padre a celebrar la primera comuni¨®n de su hija en contra de la opini¨®n de la madre. El auto revoca una sentencia dictada en primera instancia por un juzgado de familia que daba la raz¨®n a la madre y autoriza al progenitor a celebrar la primera comuni¨®n y elegir durante los dos pr¨®ximos cursos escolares entre la asignatura de religi¨®n, ¨¦tica o la alternativa que ofrezca el centro escolar.
El tribunal argumenta en un auto que la menor ¡°es una hija bautizada, nacida de padres bautizados, casados por la Iglesia Cat¨®lica y creyentes¡±, si bien ahora est¨¦n divorciados. La madre se opon¨ªa a que su hija estudiase religi¨®n o hiciese la comuni¨®n porque era la propia ni?a quien le hab¨ªa dicho que no quer¨ªa hacerlo. ¡°No se trata de que la menor tenga la necesidad o no de hacer la primera comuni¨®n¡± dicen los magistrados, que lo consideran un acto consecuente de la trayectoria cat¨®lica de los padres y del bautismo de la ni?a ¡°que no genera da?o ni perjuicio alguno¡± a la menor ni a la madre que adem¨¢s ¡°se confes¨® cat¨®lica y creyente¡±.
Los jueces dan importancia al testimonio de la psic¨®loga que trata a la menor, que apunta a un ¡°conflicto de lealtades¡± por parte de la ni?a que dice a cada progenitor ¡°lo que quiere o¨ªr¡±. La menor estudi¨® religi¨®n en el colegio, hasta que la madre sin la autorizaci¨®n paterna le apunt¨® a la asignatura alternativa cuando la menor se lo pidi¨®.
Los magistrados destacan que la primera comuni¨®n es tras el bautismo ¡°el segundo acto importante en la vida de los ni?os cat¨®licos¡±. Prosiguen se?alando que ¡°solo se hace una vez en la vida¡± previa preparaci¨®n en la catequesis y con una edad concreta, en una celebraci¨®n que se suele realizar junto a ni?os de la misma edad, colegio y acompa?ado de un acto familiar festivo al que acuden amigos del menor quien ¡°tradicionalmente, especialmente en el caso de las ni?as, llevan un bonito vestido blanco¡±.
El auto razona que la oposici¨®n de la madre a que su hija acuda a clase de religi¨®n, haga la comuni¨®n y vaya a la catequesis est¨¢ basada solo en el hecho de que la ni?a no quiere ¡°algo que se nos antoja no atendible¡± puesto que a la actual pareja del padre le manifest¨® lo contrario. Los jueces obligan al padre a sufragar el coste econ¨®mico de la celebraci¨®n y a la madre a acompa?ar a la menor a la catequesis cuando la tenga en su compa?¨ªa. ¡°Si no puede o no quiere deber¨¢ acompa?arla el padre¡± reza el auto.
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