El euskera obligatorio entra en la campa?a
Un pol¨¦mico v¨ªdeo del PSE toca un tab¨² de la sociedad vasca: denuncia la discriminaci¨®n de los que solo hablan castellano en el acceso a empleos p¨²blicos
En el Pa¨ªs Vasco hay varios temas delicados y adem¨¢s te dicen que si eres de fuera no los puedes entender bien. Uno de ellos es el euskera, que tambi¨¦n hay mucha gente que sigue sin entenderlo. Un 44% de los vascos, ni palabra. Lo hablan el 36,4% ¡ªhace 30 a?os era el 22%¡ª, pero el 77% de la poblaci¨®n en casa usa el castellano. Por eso es normal que en el primer mitin de EH Bildu la cabeza de lista por Guip¨²zcoa, Maddalen Iriarte, tras empezar en euskera cambiara al castellano ¡°para los que todav¨ªa est¨¢is estudiando y no me entend¨¦is bien¡±: ¡°No os desanim¨¦is, va a ser estupendo, vais a descubrir que el euskera os va a llevar a unos mundos maravillosos, escritores, canciones¡¡±.
Uno de esos mundos maravillosos ser¨ªa el puesto de funcionario vasco, 150.000 plazas, seg¨²n un controvertido v¨ªdeo del Partido Socialista de Euskadi (PSE) que ha alterado la campa?a. Denuncia que los vascos que solo hablan castellano est¨¢n discriminados porque no pueden acceder a ellos. Se ve un joven al que le impiden entrar a un bar, al autob¨²s, y concluye: ¡°Es cierto, esto de no dejarte entrar por no saber euskera no pasa en ning¨²n sitio en Euskadi. Salvo en uno, la Administraci¨®n¡±. Lo dice la candidata a lehendakari, Idoia Mendia. Que habla euskera; si no, ni loca se mete en este berenjenal, algo bastante intocable y con d¨¦cadas de consenso.
El euskera se exige en un 56% de los puestos p¨²blicos ¡ªaunque en distintos niveles¡ª y en el resto da puntos. Patxi Baztarrika, viceconsejero vasco de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica, niega que el sistema discrimine y cree que el v¨ªdeo ¡°crea crispaci¨®n en un tema de consenso fundamental¡±. Defiende que el m¨¦todo est¨¢ muy pegado a la realidad social: por ejemplo, el nivel de exigencia de euskera en el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n es del 77,2%; en el de Bilbao, 41,8%; y en Vitoria, un 36,5%. Recuerda que el Constitucional aval¨® el modelo en 1986, tras recurso del Gobierno central, y que la Carta Europea de Lenguas Minoritarias, ratificada por Espa?a en 2001, permite la ¡°adopci¨®n de medidas especiales¡± para equilibrar un idioma en una zona biling¨¹e, sin que ello suponga ¡°discriminaci¨®n para los hablantes de la lengua m¨¢s extendida¡±. Erramun Osa, secretario de la Academia de la Lengua Vasca, afirma que el euskera ¡°es irrelevante para que una persona acceda a un puesto si tiene formaci¨®n suficiente¡±.
"El PSE ha dicho que con este sistema quedan fuera los mejores, y es falso, el euskera se valora en un segundo momento, una vez evaluada la competencia", explica.
Lo cierto es que toda la vida en las conversaciones informales sobre el tema en el Pa¨ªs Vasco suelen salir an¨¦cdotas de este tipo: un puesto de flautista municipal que, entre dos candidatos, se asigna al que sabe euskera. Son las situaciones que cuestiona Jose Luis Lizundia, de 78 a?os, exparlamentario de izquierda de Euzkadiko Ezkerra (EE) e hist¨®rico acad¨¦mico de Euskaltzaindia: ¡°A veces se ha exagerado con la exigencia de euskera y esto crea antipat¨ªas que no necesita. Depende del puesto. Un barrendero puede ser incluso mudo, no le hace falta hablar, ni castellano ni euskera. Y depende del lugar. No es lo mismo un m¨¦dico o un maestro en una zona euskaldun, como el Goierri guipuzcoano, que en Elciego, ?lava. Creo que modular bien esto es una asignatura pendiente de todos los Gobiernos, tanto el vasco como el central o de otras comunidades, hay que desideologizar la cuesti¨®n ling¨¹¨ªstica¡±. En todo caso critica a Idoia Mendia, a quien conoce bien, porque le ha faltado ¡°precisi¨®n¡± al plantear el tema.
La ley de normalizaci¨®n del euskera es de 1983 y aquel primer consejero vasco de Educaci¨®n, Pedro Miguel Etxenike, admiti¨® que exigir¨ªa ¡°presi¨®n¡± e ¡°incomodidades¡± a los ciudadanos. La discriminaci¨®n positiva del euskera, machacado durante el franquismo, se ha vivido en una atm¨®sfera de cierta artificialidad, pero generalmente aceptada. M¨¢s en tiempos de ETA, cuando era arriesgado cuestionar el euskera, pilar hist¨®rico de la izquierda abertzalefrente a la base ¨¦tnica tradicional nacionalista. Ha sido un gran esfuerzo social y econ¨®mico: fuera de Euskadi alucinaban cuando a los funcionarios les liberaban un a?o, con sueldo, para estudiar euskera.
Mari Carmen Garmendia, la responsable de Pol¨ªtica Ling¨¹¨ªstica en varios gabinetes del Gobierno vasco de 1985 a 2001, que puso en pie el sistema, est¨¢ muy disgustada con el v¨ªdeo: ¡°Es una metedura de pata y me da mucha pena, porque el euskera es un bien com¨²n que debe ser ajeno a luchas partidistas¡±. Recuerda que el proyecto de normalizaci¨®n surgi¨® con amplio consenso contra el mundo de Herri Batasuna, que exig¨ªa una imposici¨®n ¨²nica del euskera a todos: ¡°A m¨ª me llamaron genocida del euskera por defender el biling¨¹ismo. El sistema no fue una ocurrencia, sino fruto de mucha investigaci¨®n¡±.
Es un tema con miga porque en los pr¨®ximos a?os se deber¨¢n cubrir 9.000 jubilaciones. El propio Plan General de Normalizaci¨®n 2013-2017 se?ala que el 64,7% del personal conoce el euskera, pero ¡°los datos reflejan sin ambages que desarrolla sus tareas la mayor¨ªa de las veces en castellano¡±. Y concluye: ¡°La presencia del euskera est¨¢ garantizada en el paisaje ling¨¹¨ªstico de las instituciones (rotulaci¨®n, papeler¨ªa) y su proyecci¨®n exterior (¡) pero es necesario darse cuenta de que se basa en buena medida en las traducciones¡±.
El socialista Andoni Unzalu, euskaldun y asesor de Patxi L¨®pez, ha sido uno de los m¨¢s activos en este debate: propone que el euskera se exija solo en puestos de relaci¨®n con el p¨²blico y que en el resto no d¨¦ puntos, sino un plus de sueldo. ¡°Obligar a que todos los funcionarios tengan que saberlo es una imposici¨®n ideol¨®gica¡±, afirma. Esgrime un estudio de 2014 que analiza una oposici¨®n con 16.009 personas para 419 puestos. Solo el 36,1% ten¨ªan nivel de euskera, pero al final, entre los que sacaron plaza ese porcentaje sub¨ªa al 92,1%. ¡°Cuando un colectivo del 36% se hace con el 92% de los puestos p¨²blicos, alguna reflexi¨®n debi¨¦ramos hacer¡±, sugiere.
La pregunta es si el modelo educativo D ¨Ctodo en euskera con una asignatura de castellano- ser¨ªa abrumadoramente mayoritario, como lo es ahora, en el caso de que no hiciera falta saber euskera para ser funcionario. El argumento m¨¢s o¨ªdo entre los padres es que no quieren coartarle posibilidades de futuro al ni?o. El avance de la lengua vasca es imparable en las pr¨®ximas d¨¦cadas, pero la ¨²ltima Evaluaci¨®n Diagn¨®stica del euskera entre alumnos de primaria y secundaria de 2015 ha sido alarmante: el nivel de los escolares vascos nunca ha sido tan bajo, casi la mitad de los de 15 a?os tienen solo un nivel b¨¢sico, no llega a medio. El Gobierno vasco admite que le falta ganar la casa y la calle.
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