Los irreductibles del bipartidismo

En ¨¦poca de fes pol¨ªticas perdidas, el bipartidismo a¨²n atrae algunos creyentes. Pese a los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que acechan a dirigentes del PP o la desgarradora crisis interna que atraviesa el PSOE, populares y socialistas todav¨ªa encuentran fieles que quieran apuntarse a sus filas. Ciudadanos que, m¨¢s all¨¢ de su voto, est¨¢n dispuestos a colaborar, entre otras cosas, con el pago de las cuotas. Pero, ?cu¨¢les son sus motivaciones en este tiempo de desplome de los partidos tradicionales? "Un d¨ªa, viendo la televisi¨®n con mi familia, nos dio mucha rabia que pareciera que el PSOE era el gran responsable de que no hubiese Gobierno. As¨ª que mi mujer dijo que le entraban ganas de afiliarse ahora, cuando hay menos gente dispuesta a echar una mano", sentencia Manolo Contreras, apenas tres semanas despu¨¦s de que ¨¦l, su esposa y su hija se hayan dado de alta en el PSOE extreme?o.

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"En cierta manera, tambi¨¦n es una forma de demostrar que el partido no est¨¢ solo cuando vive una crisis", contin¨²a este funcionario del Ministerio de Hacienda, de 55 a?os y natural de Badajoz. Unas palabras que se repiten a m¨¢s de 200 kil¨®metros de distancia. En Sevilla, Petra Agueda Gonz¨¢lez mantiene que ha visto "c¨®mo mucha gente se acercaba al PSOE cuando todo iba bien". "Eso no pasa cuando las cosas van mal. Por eso, este es el momento de arrimar el hombro", insiste esta ama de casa de 49 a?os, casada con un conductor de autob¨²s, que se afili¨® el pasado mayo. "Yo me siento muy orgullosa de ser socialista. No es ning¨²n tab¨²", remacha de inmediato.

El bipartidismo ha sufrido un incontestable retroceso en las urnas durante los ¨²ltimos cinco a?os. PP y PSOE llegaron a sumar 296 diputados y el 73% de los votos ¡ªcasi 18 millones de papeletas¡ª en las elecciones de 2011, las ¨²ltimas generales antes de la irrupci¨®n de Podemos y Ciudadanos. Un lustro despu¨¦s, en los comicios de junio de 2016, populares y socialistas han visto reducida su representaci¨®n hasta los 222 parlamentarios y su apoyo ha ca¨ªdo hasta el 55% ¡ª13 millones de votos¡ª. Eso s¨ª, ese desplome no ha afectado igual a las filas de las dos formaciones.

Seg¨²n los datos facilitados por el partido conservador, su n¨²mero de militantes no ha parado de crecer. A principios de 2016 contaba con 860.426 afiliados, frente a los 772.741 de 2011. Esta diferencia supone un alza del 11%. Un porcentaje que engrosa, entre otros, Jos¨¦ Mar¨ªa Villalba. A sus 74 a?os, este vecino de Alcal¨¢ de Henares acaba de recibir su carn¨¦ tras iniciar hace dos meses los tr¨¢mites para aterrizar en la calle G¨¦nova. "El resto de partidos va siempre contra el PP, cuando en los otros tambi¨¦n hay mucha corrupci¨®n. El PP est¨¢ sufriendo el acoso del resto y hay que defenderlo un poco", subraya este conductor de autob¨²s, con tres hijos y cuatro nietos, que admite que su familia se "extra?¨® un poco" al saber que hab¨ªa decidido afiliarse "justo ahora".

La ca¨ªda socialista

Las cifras internas del PSOE no resultan, en cambio, positivas. La formaci¨®n arrastra una constante p¨¦rdida de militantes. Seg¨²n los datos de Ferraz, el partido contaba con 217.000 afiliados cuando se organiz¨® el Congreso de Sevilla de 2011. Ese n¨²mero se redujo hasta los 201.000 en 2014, cuando se celebr¨® las primarias que gan¨® Pedro S¨¢nchez; y continu¨® a la baja, hasta los 189.256, cuando en febrero de este 2016 se vot¨® el acuerdo de Gobierno con Ciudadanos. Eso s¨ª, los socialistas matizan estas cifras con el censo de simpatizantes, que suma 414.000 personas ¡ªaunque estos no pagan ning¨²n tipo de cuota¡ª.

Pese a ello, este desplome de militantes en el PSOE no incluye los efectos de la crisis vivida por la salida de S¨¢nchez y por la formaci¨®n de una gestora. Durante esos d¨ªas convulsos, cientos de afiliados se concentraron en las puertas de Ferraz para protestar contra el viraje del partido: del "No es no" a Rajoy a la posterior abstenci¨®n socialista en la investidura. "Nosotros siempre hemos pensado que el PSOE, en ning¨²n momento, puede apoyar un Gobierno de derechas. Pero otra cosa es la situaci¨®n actual. Tras intentarlo [formar un Ejecutivo], nos toca estar en la oposici¨®n", mantiene Contreras.

Distintos caminos conducen a los nuevos militantes hasta sus formaciones. Por ejemplo, Andr¨¦s Sampiero, de 19 a?os, reconoce que su desembarco en el PP se debe a que lleva mamando de la pol¨ªtica desde ni?o. "Mi padre lleva vinculado a ella m¨¢s de 15 a?os. Y yo lo llevo viendo desde peque?o, yendo de la mano con ¨¦l y viviendo este mundo desde dentro", relata este joven, estudiante de Bachillerato de El Escorial e hijo del exalcalde popular de Navalagamella (Madrid). Hace poco m¨¢s de un mes recibi¨® su nuevo carn¨¦ de afiliados y asegura que nunca pens¨® en alistarse en otra formaci¨®n: "No hay ning¨²n partido donde no haya corrupci¨®n. Por eso hace falta que entre gente nueva, que ayude a evitarla y a cambiar".