El pragmatisno del PNV y sus l¨ªmites
En 1996, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no necesitaba al PNV para gobernar. Le bastaba con el pacto alcanzado con CiU. El empe?o de Jaime Mayor, ministro del Interior entonces y l¨ªder del PP vasco, muy interesado en un acuerdo con el PNV que repercutiera en la pol¨ªtica vasca, hizo que Aznar lo introdujera entre los apoyos a su Gobierno. El PNV, muy pragm¨¢tico, puso un precio muy alto y Aznar lo pag¨®: el Concierto Econ¨®mico dej¨® de ser revisable y fue indefinido; logr¨® la creaci¨®n de la empresa de telecomunicaciones Euskaltel y cobr¨® una alta indemnizaci¨®n por el patrimonio peneuvista incautado por la dictadura.
Lo saben el PNV y Mariano Rajoy que, como ministro de Administraciones P¨²blicas, gestion¨® parte de aquel acuerdo. Pero las cosas han cambiado. La desaparici¨®n del terrorismo ha implicado que el PNV pierda el inter¨¦s estrat¨¦gico que tuvo para los Gobiernos centrales. Hoy el inter¨¦s de Rajoy por acercarse al PNV obedece a razones m¨¢s prosaicas: los cinco esca?os de los nacionalistas vascos pueden resultarle decisivos para alcanzar mayor¨ªas y los Presupuestos son el primer examen.
El PNV, pragm¨¢tico como en 1996, est¨¢ predispuesto a negociar los Presupuestos, tras cinco a?os de bloqueo por la mayor¨ªa absoluta de Rajoy. Pero, tambi¨¦n como entonces, aprovechar¨¢ la ocasi¨®n para exigirle al presidente del Gobierno el pago de un alto precio. Todo apunta a que la liquidaci¨®n del cupo vasco, tras ocho a?os de contenciosos con los Gobiernos centrales, estar¨¢ en la negociaci¨®n. Hay una diferencia de m¨¢s de 1.000 millones de euros entre los c¨¢lculos de ambas Administraciones. El paquete podr¨ªa completarse con una aceleraci¨®n de la construcci¨®n del Tren de Alta Velocidad y la retirada de las decenas de recursos contra leyes de las instituciones vascas, algunos de ellos muy recientes.
El PNV interpretar¨ªa un acuerdo de ese calibre como un ¡°gesto en la buena direcci¨®n¡±, que allanar¨ªa su relaci¨®n con el Gobierno central. Pero si Rajoy pretende prolongar el apoyo del PNV en la legislatura, m¨¢s all¨¢ de los Presupuestos, ser¨¢ clave su actitud ante la cuesti¨®n territorial. Aunque la crisis secesionista catalana es el gran problema, el PNV tambi¨¦n quiere jugar sus cartas porque pretende revisar el Estatuto de 1979 con un modelo alternativo al secesionista. Trata de mejorar el autogobierno y sus garant¨ªas combinando legalidad, consenso interno y pacto con el Estado.
La decisi¨®n de Rajoy de delegar en Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, en buena sinton¨ªa con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, la cuesti¨®n territorial abre para los nacionalistas vascos alguna expectativa de cambio del Gobierno en esta materia, incluida la reforma constitucional. Su actitud ante la cuesti¨®n territorial ¡ªy la consolidaci¨®n del fin de ETA¡ª fijar¨¢ los l¨ªmites del pragmatismo pactista del PNV en esta legislatura.
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