?De qui¨¦n es la m¨¢quina del fango?
El periodismo irrita. Y cuando irrita la culpa de los hechos que se cuentan es de este, no de quienes quisieran que el periodismo callara en seg¨²n qu¨¦ casos
Ocurri¨® ya otra vez, ha ocurrido muchas veces, y ahora vuelve a ocurrir. El periodismo irrita. Y cuando irrita la culpa de los hechos que se cuentan es del periodismo, no de quienes quisieran que el periodismo callara en seg¨²n qu¨¦ casos. Enfangar al periodismo es muy f¨¢cil: basta con que tengas a mano una m¨¢quina del fango. Y para limpiar el fango basta con decir que la m¨¢quina del fango son los otros.
Cuando Ram¨®n Espinar, l¨ªder de Podemos en Madrid, tuvo que dar explicaciones p¨²blicas sobre un piso protegido que compr¨® y vendi¨® en circunstancias altamente pol¨¦micas fue porque una periodista, Mariela Rubio, investig¨® la informaci¨®n y la dio en los espacios informativos de la Ser, cadena de radio del grupo que edita EL PA?S.
La informaci¨®n era de ra¨ªz y origen verdaderos, tanto que fue causa de una may¨²scula cobertura no s¨®lo en la emisora de origen sino en todos los medios informativos de este pa¨ªs. Espinar sali¨® a explicar en p¨²blico las circunstancias de esa transacci¨®n inmobiliaria que hizo en edad juvenil.
Luego Espinar gan¨® las elecciones partidarias en las que estaba implicado y detr¨¢s qued¨® un eslogan que sus compa?eros de grupo pol¨ªtico inventaron para rebajarle a la periodista el grado de su trabajo profesional. No fue ella la que hizo la informaci¨®n; la hizo¡ la m¨¢quina del fango. Parec¨ªa, y se dijo con la potencia con que las redes vomitan el fango, que fueron las altas autoridades de este grupo las que hab¨ªan urdido en despachos oscuros la historia de Ram¨®n Espinar y su piso en Alcobendas. La historia era verdadera; no ven¨ªa de ning¨²n fango; la m¨¢quina del fango fue la que se lanz¨® contra la periodista y el grupo.
Ha pasado otra vez, hoy mismo. La SER,?El Peri¨®dico de Catalunya y la agencia EFE?publicaron una informaci¨®n de la que se deduce que el secretario de Organizaci¨®n de Podemos, Pablo Echenique, ha hecho uso de sus poderes para intentar un cambio de estrategia t¨¦cnica en las votaciones, sin duda decisivas, que ese grupo pol¨ªtico dirime este fin de semana. De nuevo, los periodistas no fueron los que investigaron y explicaron lo que sab¨ªan. De nuevo apareci¨® en las redes sociales esa insinuaci¨®n abierta: es la m¨¢quina del fango la que busca el da?o de Podemos. Y es este grupo en concreto, que, adem¨¢s, expulsa a periodistas notables a los que se alude como si fueran el mantra que explica todos los desmanes que ellos quieren denunciar.
El l¨ªder de Podemos cay¨® en esa tentaci¨®n de atribuir el fango a otros en la entrevista que en la SER, precisamente, le hizo Pepa Bueno en Hoy por hoy. La libertad de expresi¨®n que ¨¦l demanda para otros, el respeto que pregona a los que ejercen este oficio, se detiene ante las informaciones que no le vienen bien. Y entonces los periodistas de este grupo, o de otros grupos o medios, se convierten en peleles que hacen lo que quieren se?ores demoniacos que se re¨²nen en secreto para lanzar fango en las aguas puras de su partido. Como si ah¨ª s¨®lo pasara lo que ¨¦l dice que pasa. Detener el periodismo es m¨¢s viejo que el periodismo. Lanzar fango a la cara de los periodistas es una costumbre que no conoce fin. Pero decir que el fango son los periodistas requiere, por lo menos, una tarea tan ardua como la que se ha de hacer para decir que los que acusan as¨ª no tienen fango en sus propias manos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.