?Vuelve el PSOE?
Es decisivo que el partido encuentre el discurso adecuado a los nuevos desaf¨ªos
En un momento en el que el PP piensa que Espa?a es una finca puesta a su nombre y Podemos vuelve a las barricadas de la izquierda tradicional, comienza a abrirse un amplio espacio para el crecimiento del partido socialista. As¨ª lo empiezan a certificar las encuestas. Lo curioso es que el PSOE ahora mismo es un partido descabezado, en manos de una gestora. Siendo un poco mal¨¦volos se podr¨ªa afirmar que funciona mejor sin liderazgo individual. Quiz¨¢ porque un PSOE desprovisto de l¨ªder vuelve a recuperar en el imaginario social al partido que fue, que habr¨ªa sido desvirtuado por l¨ªderes en los que sus bases electorales no se ve¨ªan representados del todo. La marca por encima de los l¨ªderes. Las encuestas lo dir¨¢n una vez que se hayan pronunciado sus militantes.
Lo cierto es que lo que le ha dado el empuj¨®n ha sido su contribuci¨®n a conseguir medidas parlamentarias concretas y el silencio del ruido de sables interno. El ejercicio de la pol¨ªtica real frente al politiqueo. Es lo que se espera de un partido sist¨¦mico con vocaci¨®n reformista. Esto, que ¨²ltimamente estaba desprestigiado frente al postureo ret¨®rico, comienza a rendir sus frutos.
En el frente exterior se percibe adem¨¢s un t¨ªmido repunte de la socialdemocracia. No son nada malas las expectativas de Martin Schulz en Alemania y de Emmanuel Macron en Francia, que no es socialdem¨®crata de pura cepa, pero s¨ª al menos social-liberal. Adem¨¢s, despu¨¦s del Brexit y de Donald Trump, el populismo ha dejado de ser un fen¨®meno con el que coqueteaban determinados sectores de la ciudadan¨ªa para convertirse en una amenaza real. Una cosa es advertir a los partidos sist¨¦micos, lanzarles se?ales para que rectifiquen sus pol¨ªticas ¡ªmejor, sus no-pol¨ªticas¡ª, y otra es arrojarse al irracionalismo pol¨ªtico. Pero la cosa pinta mal si, como en el caso de Jeremy Corbyn, tratan de adaptarse a las bajas pasiones excluyentes y aislacionistas en vez de liderar una alternativa a partir de una renovaci¨®n de sus principios de siempre.
Ah¨ª reside tambi¨¦n el desaf¨ªo para el PSOE. Si se abre en canal en la pr¨®xima disputa por el liderazgo o no es capaz de ofrecer soluciones a nuestros problemas espec¨ªficos, puede volver al punto de partida y perder este t¨ªmido repunte. Por ahora todo es incertidumbre. Por eso es tan decisivo que encuentre el discurso adecuado para enfrentar los nuevos desaf¨ªos espa?oles y europeos. Siempre teniendo en cuenta que se han roto ya las c¨®modas distinciones, ejes o l¨ªneas de conflicto en las que unos u otros partidos gustaban ubicarse. Ya no basta con denigrar al populismo o hacer alarde de izquierdismo o centrismo. Hay que jugar tambi¨¦n con nuevas reglas e imaginarios, no s¨®lo con este u otro l¨ªder. Si dan con esas claves y las saben comunicar estar¨¢n por el buen camino. Si no, estaremos con m¨¢s de lo mismo.
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