Ginofobia
Alrededor de un quinto de los homicidios cometidos en Espa?a son uxoricidios
De los homicidios cometidos en Espa?a, un quinto aproximadamente son lo que cabe llamar uxoricidios: asesinatos de mujeres cometidos por sus parejas o exparejas, ¨²nico tipo penal contemplado por la ley vigente de violencia de g¨¦nero. Si se ampliase dicha tipificaci¨®n legal para incluir al resto de asesinadas por ser mujeres (tras traficarlas, prostituirlas, violarlas o acosarlas), tal como hoy se reclama, la tasa de ginocidio rondar¨ªa la cuarta parte del total de asesinatos. Y sin embargo, cuando el CIS interroga a los encuestados sobre la lista de problemas sociales m¨¢s acuciantes, la violencia de g¨¦nero no aparece hasta el rango n¨²mero 20, varios puestos por detr¨¢s de la inseguridad ciudadana. ?C¨®mo es posible semejante insensibilidad con las v¨ªctimas del machismo criminal? ?Qu¨¦ m¨¢s ha de pasar para que el feminicidio ocupe el lugar que deber¨ªa corresponderle en la agenda p¨²blica, a la par del desempleo y la corrupci¨®n pol¨ªtica?
Es verdad que restringir la protecci¨®n legal a las mujeres emparejadas no es el ¨²nico fallo de la ley de la violencia de g¨¦nero, pues hay otros no menos err¨®neos. Destaca la exigencia de denuncia por parte de las maltratadas para activar el procedimiento judicial (en lugar de que las autoridades act¨²en de oficio), lo que acrecienta el riesgo de sufrir una escalada de represalias cada vez m¨¢s graves.
Y a¨²n hay otros fallos, como la excesiva judicializaci¨®n de la ley, en detrimento de otros instrumentos de protecci¨®n como los servicios sociales; o la carencia de disposiciones preventivas, especialmente en el ¨¢mbito educativo (donde el PP aboli¨® la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa y la Iglesia siembra y practica un permanente discurso de odio contra el imprescindible enfoque de g¨¦nero).
Pero creo que el fallo peor de todos es la insidiosa restricci¨®n de la tutela judicial efectiva a las mujeres v¨ªctimas de sus parejas, ignorando y discriminando a todas las dem¨¢s mujeres maltratadas, esclavizadas, agredidas o asesinadas por el hecho de ser mujeres: no por nada personal, s¨®lo por impune machismo banal.
?Qu¨¦ raz¨®n justifica que nuestra opini¨®n p¨²blica consienta esta criminal discriminaci¨®n contra las mujeres traficadas, prostituidas, violadas o asesinadas, que no parecen merecer la protecci¨®n de nuestra justicia? Sospecho que la respuesta es muy simple: que no tienen pareja que las respalde y les confiera estatus. Nuestra ley responde a una concepci¨®n machista de la vida que define dos categor¨ªas de mujeres: las que son consideradas leg¨ªtimas y de pleno derecho porque se vinculan a una pareja masculina (mujeres privatizadas, en puridad) frente a todas las dem¨¢s, las mujeres libres o desvinculadas (singles), que resultan desprotegidas y est¨¢n expuestas al libre acceso masculino (mujeres p¨²blicas, tal como teoriz¨® Carole Pateman). Y lo peor es que muchas mujeres han acabado por interiorizar semejante discriminaci¨®n de estatus, avergonz¨¢ndose de estar desparejadas como si eso las degradase a una condici¨®n infrafemenina. Quiz¨¢s sea este el peor feminicidio simb¨®lico que sigue perpetrando nuestra sociedad
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