Las mujeres que intentaron lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el Congreso
Cuatro ponentes de la norma recuerdan c¨®mo se hizo la ley que buscaba la paridad entre hombres y mujeres en la vida p¨²blica y privada
El siglo XXI llevaba ya varios a?os recorridos pero los pasillos del Congreso de los Diputados de 2007 lo transitaban solo 126 diputadas (un 36 %) frente a 225 parlamentarios. La sociedad ped¨ªa igualdad y el programa electoral de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero hab¨ªa prometido garantizarla. Despu¨¦s de sacar adelante la Ley contra la Violencia de G¨¦nero aquellas Cortes deb¨ªan eliminar las barreras que imped¨ªan la igualdad efectiva entre hombres y mujeres en todos los ¨¢mbitos, empezando por la representaci¨®n parlamentaria. Algunos se?ores se retorc¨ªan en su esca?o, sobre todo los de partidos peque?os y los nacionalistas. ¡°Ve¨ªan que su silla se pod¨ªa mover y pon¨ªan objeciones que no sab¨ªan c¨®mo verbalizar¡±, recuerda Merc¨¨ Pigem, ponente de Igualdad de la entonces Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU).
¡°El escollo m¨¢s grande con el Partido Popular (PP) estaba ah¨ª¡±, seg¨²n Mariv¨ª Monteser¨ªn, que lideraba las negociaciones desde el PSOE. La norma reformaba la Ley Electoral -y m¨¢s de 20 leyes a trav¨¦s de disposiciones adicionales- para obligar a los partidos pol¨ªticos a un m¨ªnimo de una proporci¨®n de 40-60 % de hombres y mujeres en tramos de cinco en sus listas electorales. ¡°Recordaba un poco al debate del derecho al voto. Las posiciones eran apasionadas, porque ah¨ª est¨¢ el n¨²cleo, el coraz¨®n de la igualdad para que sea efectiva: sin representaci¨®n en igualdad todo lo dem¨¢s se tambalea¡±, seg¨²n la socialista que ahora es alcaldesa de Avil¨¦s. Para el PP, seg¨²n declar¨® su entonces secretario general ?ngel Acebes, la imposici¨®n de la paridad en las listas era "absurda" y "excluyente".
La ley se aprob¨® en el Congreso el 15 de marzo 2007, un d¨ªa que Zapatero dedic¨® a Clara Campoamor, la diputada que defendi¨® el voto femenino 75 a?os antes. "Hoy es el primer d¨ªa de una sociedad distinta" que quedar¨¢ transformada "para bien, radicalmente y para siempre", dijo el entonces presidente del Gobierno. El 22 de marzo fue sancionada y el d¨ªa siguiente la public¨® el BOE.
"El PP se abstuvo al final y qued¨® un poco atr¨¢s en la historia¡±, opina Monteser¨ªn. ¡°Siempre nos hemos negado a las cuotas, e incluso lo llevamos al Tribunal Constitucional [que desestim¨® su recurso], porque somos partidarios de convencer, no de vencer¡±, dice Susana Camarero, portavoz del PP de aquella ley que ahora cumple una d¨¦cada, parafraseando a Miguel de Unamuno. 10 a?os despu¨¦s, concede que la paridad en los parlamentos ha conseguido que las mujeres ¡°se incorporen de forma m¨¢s r¨¢pida¡±, pero mantiene su f¨¦rreo no a las cuotas en los puestos directivos de las empresas.
¡°Dentro de las dificultades conseguimos llegar a acuerdos¡±, dice Camarero, que recuerda el a?o que duraron las negociaciones en el Congreso como el tiempo en que m¨¢s a gusto se ha sentido trabajando en un grupo humano. ¡°No tengo m¨¢s que buenos recuerdos, las portavoces nos hicimos muy amigas¡±, coincide Margarita Ur¨ªa, entonces diputada del Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Todas evocan la expectaci¨®n que gener¨® la ley y la ilusi¨®n y el orgullo por participar en lo que Ur¨ªa recuerda como ¡°una poderosa ola de cambio¡± en la sociedad espa?ola. ¡°Recuerdo aquella ¨¦poca, aquellos dos mandatos de Zapatero, como un periodo muy bueno. Pasamos de planes de actuaci¨®n -que depend¨ªan siempre de la buena voluntad y del dinero del Gobierno de turno-, a derechos consagrados en leyes, que se pod¨ªan reclamar¡±, explica Pigem. La norma, cuenta, se tramit¨® en la Comisi¨®n de Asuntos Sociales porque la que serv¨ªa para tratar temas relacionados con la mujer no ten¨ªa capacidad legislativa.
La propuesta estrella que se qued¨® "corta"
Soledad Murillo, la feminista que impuls¨® la ley
En los c¨ªrculos feministas a la Ley de Igualdad se la conoce como "ley Murillo", por el nombre de su impulsora. Soledad Murillo fue la primera mujer en tener un cargo p¨²blico en un puesto para la igualdad en la reci¨¦n creada Secretar¨ªa general de Pol¨ªticas de Igualdad en aquel primer Gobierno de Zapatero.
Murillo, profesora de Sociolog¨ªa en la Universidad de Salamanca, evoca el tiempo de negociaci¨®n de la norma como un periodo muy extenso. En 2005 comenzaron a trabajar en ¨¦l en la Moncloa y entr¨® en el Consejo de Ministros en 2006. Recuerda que la confusi¨®n, que permanece, entre discriminaci¨®n e igualdad: "La discriminaci¨®n se entend¨ªa bien por todo el mundo a la hora de negociar qu¨¦ quer¨ªamos meter en la ley pero igualdad no". El concepto de representaci¨®n de 40-60 % fue lo que m¨¢s cost¨® sacar porque "se plante¨® desde el principio paridad".
En 2008, durante la segunda legislatura de Zapatero, se cre¨® el Ministerio de Igualdad, a cuyo frente estuvo Bib¨ªana Aido, que ten¨ªa como principal objetivo la Ley de Interrupci¨®n Voluntaria de Embarazo. El Ejecutivo, recuerda, sufri¨® una presi¨®n parlamentaria enorme y "la ministra fue sacrificada" y el Ministerio, cerrado en 2010. "Fue una barbaridad, absolutamente negativo".
Como explica, no se trataba solo de quitar un Ministerio, sino de "devaluar las pol¨ªticas de igualdad", porque un Ministerio con entidad propia tiene su propia voz y toma decisiones al mismo nivel que los otros. Con todo, Zapatero mantuvo la Secretar¨ªa de Estado de Igualdad. En 2011, con la llegada del PP, se suprimi¨® y se cre¨® la Secretar¨ªa de Estado de Servicios Sociales e Igualdad.
Uno de los principales hitos de la ley, para la entonces diputada catalana, era el permiso de paternidad, porque ¡°para erradicar de ra¨ªz la desigualdad hab¨ªa que incorporar a los hombres al espacio privado¡±, seg¨²n Pigem. ¡°Se hablaba de un antes y un despu¨¦s, pero el proyecto de ley sali¨® del Consejo de Ministros con un permiso de ocho d¨ªas. Como medida era muy peque?ita, muy corta, y cost¨® bastante llegar a los 15 d¨ªas¡±, recuerda. En la cabeza de todos estaba la cifra de un mes, que no se ha hecho efectiva hasta 2017, 10 a?os despu¨¦s. Para conseguir la corresponsabilidad de hombres y mujeres, el grupo catal¨¢n tambi¨¦n propuso que los permisos para cuidar a personas mayores fueran por consanguinidad y, solo en casos excepcionales, por relaciones de afinidad. ¡°Al final las mujeres cuidan a sus padres y a los padres de su marido, y eso son a?os sin cotizar que despu¨¦s se notan en las pensiones¡±, explica. La medida se rechaz¨® porque seg¨²n ella, ten¨ªa dos costes: ¡°Econ¨®mico y de mentalidad¡±.
La ley introdujo la obligaci¨®n de incorporar en las empresas de m¨¢s de 250 empleados planes de igualdad en la negociaci¨®n colectiva y quer¨ªa una representaci¨®n equilibrada de hombres y mujeres en los consejos de administraci¨®n. La patronal consider¨® aquello ¡°un rej¨®n de muerte al di¨¢logo social¡±. ¡°La CEOE siempre ha sido contraria a las cuotas y al avance de los tiempos¡±, opina Monteser¨ªn. Para ella aquellos informes de impacto de g¨¦nero en las empresas eran un ¡°instrumento poderoso¡± para lograr la corresponsabilidad, porque "obligaban a pensar, y nada genera m¨¢s cambios que ponerse a pensar¡±. Con el tiempo, se han quedado en un tr¨¢mite burocr¨¢tico que, seg¨²n Pigem, se despachan con cuatro coletillas para afirmar que esto y aquello ¡°no va a suponer desigualdad¡±.
El balance de las ponentes de la ley una d¨¦cada despu¨¦s es que las cosas han mejorado pero Espa?a est¨¢ muy lejos a¨²n de la igualdad real. Camarero, que fue secretaria de Estado de Igualdad y Asuntos Sociales entre 2014 y 2016, recuerda algunos datos: ¡°Somos el 60 % de licenciadas cada a?o y el 80 % de las decisiones de compra, pero seguimos estando un 30-60 % en los puestos directivos, donde el 30 somos las mujeres, y aunque hemos crecido del 11 al 20 % en los consejos de administraci¨®n, estamos muy lejos de la equidad. Se est¨¢ recuperando el empleo femenino pero seguimos teniendo brecha salarial y sigue habiendo techo de cristal¡±.
Qu¨¦ cambiar¨ªan si hiciesen la ley hoy
La crisis ha frenado el avance de la ley porque se ha cebado especialmente en las mujeres, pero desde el principio hubo quien critic¨® la voluntariedad de muchas de las medidas que propon¨ªa. El fallecido diputado del Grupo Mixto, Jos¨¦ Antonio Labordeta, intent¨® cambiar algunas expresiones del texto legislativo para hacerlas obligatorias -"podr¨¢n" por "adoptar¨¢n", "procurar¨¢n atender" por "atender¨¢n"; "podr¨¢n adoptarse" por "se adoptar¨¢n"- , pero todas sus enmiendas fueron rechazadas. ¡°Despu¨¦s de diez a?os creo que se podr¨ªan revisar cuestiones que la ley modulaba y planteaba en positivo, para caminar despacio, e introducirlas en imperativo¡±, reconoce Monteser¨ªn.
¡°Las circunstancias son diferentes y ahora se podr¨ªa ir m¨¢s all¨¢ y hacer obligatoria la paridad en todos los niveles de la Administraci¨®n y en las empresas de m¨¢s de 250 empleados¡±, coincide Pigem. ¡°No creo que Espa?a est¨¦ en condiciones de penalizar. A las empresas no hay que obligarlas, hay que mostrarles las bondades de incorporar mujeres¡±, dice Camarero, que ahora preside la Comisi¨®n de Igualdad del Senado. Si estuviese en su mano volver atr¨¢s y cambiar algo ser¨ªa precisamente la parte de la ley que impon¨ªa la paridad en las listas electorales. "Es posible que hayan ayudado -concede-, pero no son el modelo perfecto".
Bien avanzada la segunda d¨¦cada del siglo XXI, m¨¢s all¨¢ del valor intangible de poner el tema de la igualdad en la agenda, el mayor logro de la ley es un permiso de paternidad a¨²n desigual y que 138 mujeres se sienten en los esca?os del Congreso junto a 212 hombres. Es un 39,4 %, que no llega ni al m¨ªnimo obligatorio del 40 %. Ninguna de ellas encabez¨® las listas electorales en las pasadas elecciones generales.
Este jueves 23 de marzo charlaremos en directo en nuestro plat¨® con Mariv¨ª Monteser¨ªn, portavoz de la Ley de Igualdad en el Congreso cuando se negoci¨® y se aprob¨®. Puedes enviarnos tus preguntas y seguir la entrevista en nuestra p¨¢gina de Facebook.
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