De mayor no quiero ser narcotraficante
Una entidad muestra a menores alternativas de vida a la venta de drogas en La L¨ªnea de la Concepci¨®n
Demasiado tentador como para no verlo como una posible forma de ganarse la vida. Demasiado cercano como para no convertirse en un ejemplo. El narcotr¨¢fico parece ser la ¨²nica actividad que no se resiente en La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz), una ciudad de 63.100 habitantes donde casi un 35% de la poblaci¨®n est¨¢ en paro. Los profesores de colegios e institutos en las zonas m¨¢s deprimidas de la localidad ya han dado la voz de alarma. A la inocente pregunta ¡°?y tu qu¨¦ quieres ser de mayor?¡± m¨¢s de un peque?o da una cruda y pragm¨¢tica respuesta: ¡°Yo quiero ser narco¡±.
Preocupados por el ejemplo que estaba cundiendo, la asociaci¨®n de atenci¨®n a personas en riesgo de exclusi¨®n social Nuevo Hogar Betania ha puesto en marcha sus Seminarios motivacionales. En ellos muestran a los menores testimonios de profesionales de ¨¦xito y de un extraficante ¡°para quitarles de la cabeza la idea mitificada que tienen de lo que es un narco¡±, explica Manuel Ca?estro, organizador de los encuentros. Casi 600 ni?os de entre 10 y 14 a?os (desde el tercer ciclo de Primaria hasta el primero de Secundaria) ya han pasado por estos encuentros. Proceden de centros en barrios con necesidades de transformaci¨®n social, como San Bernardo, La Atunara o Las Palmeras.
En las citas celebradas en el Palacio de Congresos de la localidad se enfrentan a testimonios de vida que rompen la idea que tienen en su entorno m¨¢s cercano. ¡°Ven que el vecino de al lado de su casa lo est¨¢ haciendo, vive bien, tiene un buen coche y, encima, no ha ido a la c¨¢rcel¡±, relata Ca?estro. ¡°Pero esa vida no es as¨ª, el narcotr¨¢fico es un camino de muerte y perdici¨®n¡±, explica el extraficante Francisco Fern¨¢ndez. Sabe de lo que habla. De los 13 a los 30 a?os ejerci¨® para el del clan de Los pel¨²os, una conocida familia del narcotr¨¢fico y la delincuencia con ramificaciones en diversas ciudades espa?olas.
¡°Empec¨¦ con tabaco de Gibraltar para conseguir dinero y fui a m¨¢s, aunque nunca llegu¨¦ a entrar en la c¨¢rcel¡±, explica el linense. ¡°Dios me ense?¨® que lo que hac¨ªa no estaba bien¡±, apostilla. Ahora, 15 a?os despu¨¦s de esa revelaci¨®n y con 43 cumplidos, lleva cuatro estudiando para convertirse en predicador de la Iglesia Evang¨¦lica. ?l es el que se ha encargado de explicarle a los peque?os, en los dos encuentros celebrados hasta ahora, que ese modelo que ven en su entorno no es v¨¢lido. ¡°Por desgracia, en casi todas las familias de La L¨ªnea hay alguien o se conoce a alguien o que es narco o que est¨¢ enganchado a la droga¡±, reconoce Fern¨¢ndez.
Sin pelos en la lengua
El pasado viernes 31 de marzo casi 300 alumnos de cuatro colegios e institutos acudieron a la ¨²ltima cita del seminario. El silencio se hizo cuando Fern¨¢ndez se puso de pie y micr¨®fono en mano habl¨® bien claro a su joven p¨²blico: ¡°Yo era narcotraficante. Distribu¨ªa droga por Espa?a, hasta en Canarias. Traficaba con coca¨ªna, chocolate o hero¨ªna, pero un d¨ªa me di cuenta de que eso ten¨ªa que acabar¡±. No estuvo solo en el estrado antes los menores, otros linenses le acompa?aban, cada uno con 15 minutos para relatar su ejemplo profesional.
La compositora y catedr¨¢tica de Historia de la M¨²sica, Inmaculada C¨¢rdenas, les destac¨® que ¡°lo importante no es ser una estrella, sino ser feliz y quererse a s¨ª mismos. El doctor especializado en el aparato digestivo, Carlos de Sola, les recomend¨® elegir bien sus amistades: ¡°Lo que se¨¢is de mayores vendr¨¢ en funci¨®n de los amigos que escoj¨¢is en los pr¨®ximos tres o cuatro a?os¡±. Por ¨²ltimo, Raquel ?eco, presidenta de Verdemar-Ecologistas en Acci¨®n en La L¨ªnea, les mostr¨® la importancia del compromiso con la naturaleza y los valores.
Tras los discursos, los ni?os se lanzaron a preguntas tan certeras como atropelladas. La mayor¨ªa de las cuestiones fueron para Fern¨¢ndez. Hubo quien le pregunt¨® por c¨®mo llev¨® su madre que se dedicara al narcotr¨¢fico o porqu¨¦ empez¨® desde tan joven en el negocio. ¡°Por ambici¨®n¡±, espet¨® el estudiante para pastor antes de que incluso le preguntasen si lleg¨® a ¡°pagar fianza para evitar la c¨¢rcel¡±. ¡°S¨ª que lo hice, he estado en la c¨¢rcel visitando a personas y eso es lo peor, all¨ª, las horas se convierten en siglos¡±. Fern¨¢ndez espera que su testimonio sirva tambi¨¦n para ¡°hacer posible que La L¨ªnea sea un sitio que no solo sea conocido por la droga, sino porque hay personas que hacen cosas buenas y en eso los ni?os que vienen son fundamentales¡±, considera. De paso, se propone derribar otro mito m¨¢s: ¡°¡®Los pel¨²os aqu¨ª tienen mala fama, pero que quede claro que tambi¨¦n somos capaces de hacer cosas buenas¡±, a?adi¨®.
En Nuevo Hogar Betania se muestran contentos con el resultado de los encuentros. ¡°Los ni?os se van con ideas distintas de las que tra¨ªan¡±, relata Ca?estro. Por eso, ya se est¨¢n planteando repetir un nuevo seminario para el mes de mayo. Para ese entonces, mostrar¨¢n nuevos ejemplos de vida, aunque Francisco Fern¨¢ndez se muestra dispuesto a repetir. Cree que hablar claro y sin tapujos es la mejor forma de concienciar a unos menores que tampoco se cortan en preguntar, como dej¨® claro una menor el pasado viernes. ¡°Cu¨¢nto ganabas cuando eras narcotraficante?¡±, le pregunt¨® la ni?a, ante alguna media sonrisa de los adultos presentes. El exnarco no defraud¨® en su respuesta: ¡°Lo que ganaba nunca lo ve¨ªa porque ten¨ªa un elevado nivel de vida. Pero eso no puede ser una excusa para querer participar. Es dinero maldito¡±.
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