Un debate en la Universidad advierte de que la libertad de prensa est¨¢ en peligro
Ca?o, Gabilondo, Madrigal y Juliana reflexionan sobre las consecuencias de la posverdad
"La libertad de prensa est¨¢ en peligro y con ella est¨¢ en peligro toda la arquitectura de libertades y derechos que conforman una democracia". Antonio Ca?o, director de EL PA?S, ha reflexionado este viernes sobre los riesgos de la posverdad, la decisiva funci¨®n de vigilancia de los peri¨®dicos y los ataques que sufren los medios por parte de pol¨ªticos populistas que intentan erosionar su credibilidad para evitar su fiscalizaci¨®n. "La mentira es mentira, aunque se llame posverdad. Y la posverdad es el prefascismo", ha dicho el periodista durante una conferencia dictada en la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
Donald Trump. Vladimir Putin. El chavismo... El mundo, ha dicho Ca?o, asiste al surgimiento y la consolidaci¨®n de opciones pol¨ªticas que privilegian las emociones sobre los datos y que intentan influir en los votantes a golpe de tuit. Esa estrategia aleja a los ciudadanos de los medios tradicionales y les acerca a los de propaganda pol¨ªtica, abriendo la puerta al prefascismo a trav¨¦s de la posverdad, como ha argumentado el historiador Timothy Snyder, especialista en el Holocausto.
"En Espa?a algunos tambi¨¦n tratan de que las emociones dominen sobre los hechos", ha dicho el director de EL PA?S durante la jornada La verdad y la libertad de informaci¨®n, organizada por el M¨¢ster en Gobernanza y Derechos Humanos en la Facultad de derecho de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, que dirige el catedr¨¢tico Antonio Rovira. "Con constantes apelaciones al estado de ¨¢nimo de lo que llaman 'la gente' se pretende que lo que se cree sea m¨¢s importante que lo que se conoce", ha seguido. "Este desprecio al conocimiento va unido al desprecio a la verdad y al enaltecimiento del espect¨¢culo en el que con frecuencia participan muchos periodistas", ha a?adido. "El sometimiento constante de los ciudadanos a noticias falsas e informaciones corrompidas est¨¢ dificultando nuestra convivencia y destruyendo la democracia". Y ha subrayado: "Los peri¨®dicos tradicionales estamos lejos de ser perfectos, pero basta medir la virulencia que los demagogos utilizan contra nosotros para entender hasta qu¨¦ punto somos un baluarte contra el totalitarismo. Precisamente porque la amenaza de ese totalitarismo es hoy mayor, la libertad de prensa es m¨¢s necesaria que nunca".
Donald Trump logr¨® la presidencia estadounidense centrando buena parte de su campa?a en atacar a los medios de comunicaci¨®n. Los populistas Norbert Hofer y Geert Wilders lucharon por el poder en Austria y Holanda utilizando los m¨²ltiples canales que ofrece Internet como altavoces sin filtro de sus propuestas. Y Marine Le Pen opta ahora a la presidencia de Francia adoptando parte de esas estrategias, que ya aplic¨® Nigel Farage para extender mensajes de contenido inexacto, tergiversado, o directamente falso, sobre los supuestos beneficios del Brexit.
"Conocimos una ¨¦poca en la que la falta de libertad se identificaba con el miedo a hablar", ha recordado Ca?o. "Hoy el exceso de palabras, la verborrea desatada, es lo que en buena medida se utilizan para negarle al ciudadano el acceso a la verdad", ha argumentado, alertando sobre los contenidos producidos por plataformas digitales especializadas con la ¨²nica voluntad de confundir, expandir su versi¨®n de los hechos o desprestigiar al transmisor de la que no les favorece. "Hemos asistido al ascenso de figuras pol¨ªticas, organizaciones o ideas que cuestionan el papel de la prensa, a la que con frecuencia descalifican como c¨®mplice de las instituciones o defensora de intereses espurios con el objetivo de anular su capacidad de cr¨ªtica", ha recalcado. ?El m¨¦todo? "Pongo en duda la honestidad de un peri¨®dico y a partir de ah¨ª, cualquier cosa que ese peri¨®dico diga de m¨ª carecer¨¢ de credibilidad entre mis seguidores. Podr¨¦ crear mi propia verdad. Puedo crear mi propio universo ideol¨®gico a base de tuits".
?Qu¨¦ ventajas tiene para un pol¨ªtico destruir la credibilidad de los medios? ?Qu¨¦ gana estableciendo una comunicaci¨®n directa con los ciudadanos, sin filtros, fiscalizaci¨®n ni cotejo de los datos que aporta y las pol¨ªticas que promete? ?Por qu¨¦ los pol¨ªticos populistas de distintos pa¨ªses, continentes e ideolog¨ªas coinciden en aplicar la misma estrategia comunicativa? ?Cu¨¢nto cuesta que el periodismo defienda la verdad frente a la propaganda? Sobre todas estas cuestiones han reflexionado posteriormente, adem¨¢s de Ca?o y Rovira, ?ngel Gabilondo, catedr¨¢tico de Filosof¨ªa; Consuelo Madrigal, exfiscal general del Estado; y Enric Juliana, periodista de La Vanguardia.
"Los hechos necesitan un relato vinculado al amor por la verdad", ha reclamado Gabilondo, quien ha alertado contra "la soledad" que puebla las redes sociales ("Necesitamos que esos gritos acaben convirti¨¦ndose en un espacio de conversaci¨®n", ha dicho) y contra la ansiedad con la que los ciudadanos revisan si son receptores de interacciones y notificaciones ("Tenemos prisa, que es el otro nombre del miedo").
"Las palabras, incluso las falsas, traen la vida al mundo. Y las falsas traen una vida perversa. Ah¨ª la sociedad necesita que intervenga el derecho", ha reflexionado Madrigal. "La posverdad ha invadido la esfera p¨²blica de una manera incontrolada", ha advertido. "La libertad de expresi¨®n siempre debe ser protegida, a ultranza, cuando opera contra el poder, y debe tener restricciones cuando se ejerce por alguien m¨¢s poderoso sobre alguien menos poderoso o con menos capacidad para defenderse".
"Han cambiado mucho los mecanismos, los dispositivos, las t¨¦cnicas, pero a la vez, la verdad ¨²ltima de las cosas sigue siendo la misma", ha dicho Juliana sobre los intentos hist¨®ricos de manipulaci¨®n de la prensa por parte del poder. Si este periodista fundara hoy un diario, lo llamar¨ªa La Verdad. En los tiempos de Trump, la batalla de los periodistas se resume en esas dos palabras, seg¨²n han coincidido los ponentes: hechos y herramientas period¨ªsticas frente a la posverdad.
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