Por qu¨¦ las oposiciones son un mal sistema de selecci¨®n de funcionarios
Espa?a sigue confiando en un m¨¦todo sin validar cient¨ªficamente para escoger a sus servidores p¨²blicos de alto nivel
Silvia opositaba a juez. La primera vez que fue al examen estaba, como todos, ¡°muy nerviosa¡±. Otra aspirante, que dorm¨ªa en un hotel al lado de la sede del Tribunal Supremo, se visti¨® el d¨ªa de su examen con su blusa y pantalones de pinza para ir a examinarse. A punto de entrar en la sala, se dio cuenta de que iba con las zapatillas de estar por casa, que eran rosa fucsia y de cuadritos. As¨ª hizo el examen. Silvia recuerda sobre todo c¨®mo impone la sala enorme. All¨ª est¨¢n los siete miembros del Tribunal en su tribuna y su terciopelo, muy solemne.
Empez¨® a cantar y dur¨® 7 minutos, cuenta Silvia. ¡°Empiezo a decir ¡®esto est¨¢ muy mal, esto est¨¢ muy mal¡¯ y me quedo callada, les miro y veo que me ignoran, que est¨¢n mirando el c¨®digo¡±. Uno de ellos s¨ª le miraba y con la cabeza le animaba a que siguiera. Pero Silvia estall¨®: ¡°En tal ataque de nervios me puse de pie y dije ?solicito permiso para retirarme!¡¯ Ped¨ª permiso para retirarme como si fuera a despegar del aeropuerto de Barajas¡±. Sali¨® tan corriendo que la tuvieron que ir a buscar para devolverle el DNI.
El blancazo de Silvia es normal. Una opositora a Letrado de Cortes estudi¨® 5 a?os, fue al examen, salud¨® al Tribunal y se fue: ¡°Soy un perfil que no me permito fallar en algo, me importa mucho lo que la gente piense de m¨ª. Prefiero no someterme a la prueba a equivocarme¡±, dice ahora, a?os despu¨¦s.
El gobierno ha anunciado que convocar¨¢ 250.000 plazas de empleo p¨²blico, la mayor partida de los ¨²ltimos a?os. La mayor¨ªa ser¨¢ para interinos, mientras que algunos altos cargos como jueces y fiscales tendr¨¢n las mismas 100 plazas de los ¨²ltimos a?os. Para la selecci¨®n, el gobierno seguir¨¢ confiando en el m¨¦todo de siempre: las oposiciones.?
'Tienes 26 a?os y vas con la paguita de los papis. Te abandonas, no te compras ropa. Te vuelves rarito.'
Algunos funcionarios valoran las oposiciones como ¨²nica manera de seleccionar este tipo de personal. Pero la verdad es que apenas se ha comprobado su eficacia: ¡°Validar cient¨ªficamente no forma parte de la cultura administrativa no universitaria, como no lo forma, tampoco, medir en temas de recursos humanos¡±, dice Mikel Gorriti, jefe de Recursos Humanos del Gobierno del Pa¨ªs Vasco. Gorriti es de los pocos que ha intentado poner remedio a la falta de comprobaci¨®n: ¡°En el Gobierno del Pa¨ªs Vasco, por ejemplo, s¨ª se han hecho esfuerzos por validar procesos selectivos y se ha publicado una gu¨ªa", dice.
Las oposiciones son hoy un sistema viejo, aleatorio e ineficaz. Espa?a escoge a miles de personas que llevar¨¢n el peso de su administraci¨®n p¨²blica con m¨¦todos que nunca han sido comprobados. El sacrificio como demostraci¨®n y la tradici¨®n ¡ªsiempre se ha hecho as¨ª¡ª son sus valores m¨¢s aparentes. Estos son sus problemas principales.
1. No son un sistema cient¨ªfico. Las oposiciones se apoyan en un supuesto: los candidatos que obtienen las mejores puntuaciones ser¨¢n los mejores en su puesto. Pero nadie lo ha comprobado: ¡°En Espa?a es rara (pr¨¢cticamente inexistente) la administraci¨®n que puede aportar los datos de validez y eficacia de las oposiciones¡±, dice Jes¨²s Salgado, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa del Trabajo de la Universidad de Santiago de Compostela.
Hay sistemas mejores para seleccionar personal. Seg¨²n un trabajo de Salgado, el mejor predictor del desempe?o laboral es la inteligencia medida con test psicom¨¦tricos. Su validez predictiva es de 0,65 sobre un m¨¢ximo de 1. Las oposiciones podr¨ªan asemejarse a los ¡°test de conocimientos del puesto¡±, cuya validez predictiva est¨¢ en torno a 0,45, pero probablemente son peores: ¡°Su validez es escasa por la poca relaci¨®n entre las preguntas de los ex¨¢menes y el trabajo a realizar¡±, dice Gabriel T¨¢uriz, consultor de recursos humanos de Arestora.
Otra ventaja de los test psicom¨¦tricos es el bajo coste para los opositores: pueden entrenar unas semanas, pero despu¨¦s es in¨²til seguir porque sus resultados apenas van a mejorar.
Los instrumentos cient¨ªficos que podr¨ªan ayudar a afinar la selecci¨®n son variados, seg¨²n Salgado: ¡°Adem¨¢s de los test de conocimientos, se han utilizado entrevistas conductuales estructuradas (particularmente valiosa), test cognitivos, inventarios de personalidad, test de integridad, simulaciones, role-play, test de liderazgo, cuestionarios de orientaci¨®n al servicio de usuario, test de juicio situacional o test de conocimientos t¨¢citos¡°.
2. Son un gasto enorme e improductivo de esfuerzo. Los opositores pasan a?os preparando una oposici¨®n. Dedican una media de 5 a?os a resolver un examen que les aportar¨¢ muy poco si fracasan. En ese tiempo ni se forman eficazmente ni trabajan: solo se examinan. Renuncian a ganar un salario, cotizar y acumular experiencia. Mientras se encierran otros avanzan. El gasto para muchos es vano: el 37% de los opositores a la carrera judicial abandona antes del quinto intento y otro 47% sigue probando 5 a?os despu¨¦s.
El encierro en casa de miles de j¨®venes durante algunos de los mejores a?os de sus vidas tambi¨¦n trae consecuencias: ¡°Lo peor es el momento pijama: levantarte, ducharte, volver a ponerte el pijama y a tu cuarto con tus libros¡±, dice la aspirante a Letrado de Cortes. El pijama es solo un problema: ¡°Tienes 26 a?os y vas con la paguita de los papis. Mis amigos ya trabajaban y a todo dec¨ªa que no. Te abandonas, no te compras ropa. Te vuelves rarito. Tienes que decirte que eres un desgraciadito pero cuando apruebas ves que ha valido la pena¡±, dice un inspector de Trabajo.
Este derroche de energ¨ªa lo pagan los opositores, pero tambi¨¦n la sociedad: esas personas ser¨ªan m¨¢s ¨²tiles haciendo otra cosa. El sistema podr¨ªa ayudar y hacer la selecci¨®n antes. Es m¨¢s f¨¢cil reconducir una vocaci¨®n a los 24 ¡ªcon una frustraci¨®n de un a?o¨C que a los 29 y tras 6 de encierro.
Francia tiene un sistema de grandes escuelas donde se limita el acceso: ¡°Quien estudia ah¨ª est¨¢ muy valorado en el mercado de trabajo. La gente que no se lo saca tiene otras salidas. No se trata de estar 2 o 3 a?os, sino que como mucho es 1 a?o y en un proceso donde se valora m¨¢sla capacidad de reflexi¨®n¡±, dice Pablo Ib¨¢?ez-Colomo, profesor de la London School of Economics y del Colegio de Europa.
Algunos funcionarios defienden que el esfuerzo les permite luego manejarse mejor. ¡°Si alimentas el cerebro con leyes y leyes, la capacidad de an¨¢lisis jur¨ªdico crece porque somos capaces de reflexionar sobre ellas¡±, dice el fiscal ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, presidente de la Uni¨®n Progresista de Fiscales. Es una ventaja un tanto et¨¦rea, m¨¢s cuando las leyes cambian sin cesar. El mismo Garc¨ªa Ortiz lo sufri¨®: ¡°Yo soy opositor del a?o 95 y me cambiaron el C¨®digo Penal de arriba abajo¡±.
Cada d¨ªa que a un opositor a Notar¨ªas lo convocan y no lo examinan, sus opciones se reducen un 5%
3. Son aleatorias: influye el turno, el d¨ªa o los aplazamientos. Tras a?os de estudio, es injusto e irracional que el ¨¦xito dependa de situaciones aleatorias o desiguales para los candidatos. Pero as¨ª es. Seg¨²n los c¨¢lculos de Manuel Bag¨¹¨¦s, profesor de la Aalto University (Finlandia), la probabilidad de ganar una plaza aumenta un 55% si el opositor obtiene uno de los primeros n¨²meros en el orden de presentaci¨®n: al avanzar el d¨ªa los tribunales se vuelven quisquillosos. Tambi¨¦n es peor examinarte un lunes o sufrir aplazamientos. Cada d¨ªa que a un opositor a Notar¨ªas lo convocan y no lo examinan, sus opciones se reducen un 5%.
En todos los procesos de selecci¨®n influyen cosas ajenas y la suerte. Pero las oposiciones son un caso l¨ªmite por lo que est¨¢ en juego: a?os de esfuerzo y un puesto de por vida.
4. Son una oportunidad solo para quien puede estar 5 a?os sin obligaciones. La oposici¨®n es un riesgo: supone invertir a?os en un ¨¦xito improbable. No es una apuesta cautelosa, como quien estudia por las tardes mientras trabaja por la ma?ana. Es toda la vida dedicada a un objetivo. ?Qui¨¦n puede hacerlo? En mayor medida gente con m¨¢s renta y colch¨®n familiar: no tienes trabajo pero pagas al preparador.
El dinero es una ventaja material. Pero no es la ¨²nica que ofrece el origen de un opositor: ?qui¨¦n sabe a los 17 a?os que ser inspector de Trabajo, TECO (T¨¦cnico Comercial) y abogado del Estado son salidas profesionales posibles? Quien lo ha visto en casa. En parte por eso hay tantos notarios y registradores que son hijos de notarios y registradores.
Los lazos familiares tambi¨¦n predicen m¨¢s aprobados. La probabilidad de ¨¦xito de los candidatos con un apellido similar al de miembros del Cuerpo del Estado al que aspiraban es un 100% superior a lo normal, seg¨²n los datos de Bag¨¹es. En el caso de diplom¨¢ticos y abogados del Estado, la ventaja sube al 200%. Los motivos pueden ser leg¨ªtimos: si tienes un familiar dentro, te habr¨¢ orientado mejor, y es m¨¢s probable que estudiases en la universidad id¨®nea y tengas al mejor preparador. Hasta puede que hayas heredado disciplina e inteligencia. Pero hay motivos de inquietud: la ventaja de los familiares potenciales desaparecieron en las pruebas escritas y an¨®nimas de algunas oposiciones.
5. Excluyen a determinados perfiles. Las personas que aspiran a una oposici¨®n tienen un perfil t¨ªpico por renta, edad y origen. Tambi¨¦n comparten rasgos psicol¨®gicos. Silvia es un nombre ficticio porque no quiere usar el real. Como el resto de funcionarios u opositores, que ha preferido no salir citado. La timidez es un rasgo habitual en opositores: ¡°Son conservadores en la toma de decisiones, menos ambiciosos, con menor necesidad de actividad y variedad, m¨¢s introvertidos. Hay estudios que apuntan en esta l¨ªnea¡±, dice T¨¢uriz.
¡°Son conservadores en la toma de decisiones, menos ambiciosos, con menor necesidad de actividad y variedad, m¨¢s introvertidos"
La conservaci¨®n de la tradici¨®n va en los genes del opositor: ¡°No s¨¦ si somos una carrera conservadora por nuestro origen, pero es evidente que un chaval de 22 a?os que en vez de irse a recorrer el mundo decide dedicar parte de su juventud a un premio posterior que le dure toda la vida, ves visualmente qu¨¦ tipo de persona es¡±, dice el fiscal Garc¨ªa Ortiz. Por ese mismo motivo, los incentivos que tienen los altos funcionarios para cambiar su m¨¦todo de selecci¨®n son escasos: ¡°Qu¨¦ valores transmite ser juez o fiscal: ?que vas a cambiar la sociedad? Para nada. Transmites seriedad, trabajo, aplicaci¨®n de la ley, mantenimiento de un estado de orden¡±, a?ade Garc¨ªa Ortiz.
Gracias a la plaza fija, los altos funcionarios saltan a menudo a la pol¨ªtica: ¡°Casi por defecto creas una administraci¨®n p¨²blica entregada al continuismo¡±, dice Jes¨²s Fernandez-Villaverde, profesor de la Universidad de Pensilvania. El modo estricto de selecci¨®n impide la frescura de otros perfiles que podr¨ªan atreverse con otros modelos: ¡°Si hemos aprendido algo de la gesti¨®n de empresa de los ¨²ltimos 30 a?os es que necesitas a gente muy diversa¡±, a?ade Fern¨¢ndez-Villaverde.
6. Hay mejoras posibles, tambi¨¦n en Espa?a. El MIR de los m¨¦dicos podr¨ªa ser un sistema alternativo. Al sistema suelen reconocerle dos ventajas: la pr¨¢ctica profesional y que sea progresivo.
El MIR arranca con un examen de conocimientos excelente, que Salgado cree que podr¨ªa ser un modelo para las oposiciones. Pero la prueba de conocimientos no es suficiente: ¡°Un m¨¦dico tambi¨¦n necesita aprender y demostrar que sabe tratar a los pacientes, que sabe ser miembro de un equipo y colaborar con otros, que sabe gestionar los recursos, que es capaz de actualizarse y que lo har¨¢, que es capaz de resistir y soportar el estr¨¦s¡±, dice. Los funcionarios necesitan en el fondo aptitudes similares: ¡°Ahora tienes un cuerpo de jueces y fiscales que sabes que es gente dispuesta a trabajar varias horas al d¨ªa a tope de concentraci¨®n durante un mont¨®n de tiempo¡±, dice el fiscal Garc¨ªa Ortiz. ¡°?Son tambi¨¦n mejores operadores jur¨ªdicos? Eso ya no lo sabes¡±.
La otra virtud del MIR es que es escalonado: el examen no es definitivo sino un escal¨®n m¨¢s. Antes de la prueba los estudiantes de medicina ya han sido seleccionados: saben desde adolescentes que necesitar¨¢n buenas notas si quieren entrar en la Facultad de Medicina. Tambi¨¦n estudian 6 a?os de carrera conscientes de que al final habr¨¢ una prueba donde el mejor podr¨¢ escoger. ¡°En Espa?a estamos acostumbrados a que sea dif¨ªcil entrar en Medicina, pero cuando se trata de ciencias sociales esa exigencia no existe¡±, dice Ib¨¢?ez-Colomo.
En otros pa¨ªses el acceso y en general las carreras en la administraci¨®n son m¨¢s flexibles y est¨¢n profesionalizadas. Es as¨ª en Reino Unido y tambi¨¦n en los pa¨ªses n¨®rdicos, que son l¨ªderes en los rankings de buen gobierno. El argumento m¨¢s repetido en Espa?a para justificar plazas en propiedad desde el principio es que as¨ª se protege al funcionario de los vaivenes y la presi¨®n pol¨ªtica. ¡°Ejemplos como el del Reino Unido y de Suecia muestran que esto no es as¨ª ¡ªdice Ib¨¢?ez-Colomo. Adem¨¢s, el sistema espa?ol no ha impedido que se cree personal laboral dependiente de los vaivenes y la presi¨®n pol¨ªtica¡±.
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