Ciudadanos rechaza la oferta del PP para limitar las acusaciones populares

Murcia es el primer cap¨ªtulo de una negociaci¨®n que podr¨ªa trasladarse a toda Espa?a. Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, ha resumido este jueves el planteamiento que su partido le ha trasladado a Ciudadanos. "Hemos visto en muchas ocasiones, no solo en el ¨¢mbito pol¨ªtico, que lo ¨²nico que se busca con una demanda es obtener la imputaci¨®n de un cargo p¨²blico para desprestigiarle a trav¨¦s de los tribunales. Son procedimientos que luego quedan en nada y da?an la inocencia del acusado", ha argumentado en una entrevista en Onda Cero.

"No se puede ligar la supresi¨®n de los aforamientos a limitar la acusaci¨®n popular", le ha contestado Jos¨¦ Manuel Villegas, secretario general de Ciudadanos, quien considera que esa hipot¨¦tica limitaci¨®n excede el ¨¢mbito auton¨®mico, compete al nacional y plantea "problemas de constitucionalidad". De hecho, el n¨²mero dos de Albert Rivera ha subrayado que si no hubiera sido por el ejercicio de la acusaci¨®n popular "muchos de los casos de corrupci¨®n que se est¨¢n investigando no se hubieran podido investigar", m¨¢xime cuando a su juicio hay "sombras de duda" sobre la independencia de la fiscal¨ªa. "Defendemos la eliminaci¨®n de los aforamientos porque es un privilegio pol¨ªtico que no puede existir", ha a?adido, recordando que esa medida ha sido recogida en los cinco pactos de investidura que han firmado los dos partidos.

Las posiciones opuestas de las dos formaciones plantean un debate jur¨ªdico. Aunque negocian para decidir un acuerdo auton¨®mico, las consecuencias del pacto son nacionales. As¨ª, la Asamblea de Murcia puede decidir la eliminaci¨®n de los aforamientos con una reforma del estatuto auton¨®mico, pero luego esta debe ser refrendada por el Congreso y el Senado. Al tiempo, el fin de las acusaciones populares, que pide el PP y ya propuso el PSOE en 2011, excede las competencias auton¨®micas y requerir¨ªa de una reforma de la Ley de enjuiciamiento criminal.

Tanto el PP como Ciudadanos asumen que sus negociaciones no tienen otro final posible que el del acuerdo. Sin embargo, los dos socios se observan con suspicacia. El desgaste producido por la dimisi¨®n de S¨¢nchez se traslada ahora a las conversaciones para reconstruir el acuerdo: el PP quiere que el nuevo pacto recoja la dimisi¨®n de los cargos p¨²blicos cuando se abra juicio oral, mientras que Ciudadanos se mantiene firme en su apuesta porque las salidas se produzcan en un momento judicial previo, el de la imputaci¨®n.