El ¡®Brexit¡¯ desbloquear¨¢ legislaci¨®n europea paralizada por Gibraltar
La salida de Reino Unido de la UE provoca movimientos tel¨²ricos en el continente favorables a Espa?a
A pesar de las ¨²ltimas soflamas brit¨¢nicas sobre Gibraltar, el Brexit refuerza la posici¨®n espa?ola sobre ese contencioso en Bruselas. La salida de Reino Unido de la UE desbloquear¨¢ legislaci¨®n comunitaria ligada al conflicto sobre Gibraltar: Bruselas despejar¨¢ varias normativas relacionadas con el transporte a¨¦reo bloqueadas por Londres desde hace a?os, y mirar¨¢ con lupa la situaci¨®n fiscal del Pe?¨®n. El Brexit sacar¨¢ del congelador el reglamento sobre el cielo ¨²nico y permitir¨¢ sacar adelante la normativa sobre franjas horarias, la modificaci¨®n de las reglas sobre derechos de pasajeros y varios acuerdos de aviaci¨®n con pa¨ªses como Ucrania y Brasil, que Londres manten¨ªa vetados desde 2012 por la vieja querella sobre el aeropuerto del istmo.
¡°Despu¨¦s de que el Reino Unido abandone la UE, ning¨²n acuerdo se aplicar¨¢ a Gibraltar sin un acuerdo entre Espa?a y Reino Unido¡±. Ese p¨¢rrafo, incluido en las directrices del Consejo Europeo para negociar el divorcio entre Londres y la Uni¨®n, ha incendiado las etapas previas a la negociaci¨®n del Brexit.
Pese a los alegatos de varios exministros brit¨¢nicos y a los vociferantes tabloides brit¨¢nicos (¡°La Roca no se toca¡±), el primer divorcio en 60 a?os de historia de la UE provoca movimientos tel¨²ricos en el continente favorables a Espa?a: tanto Holanda como los pa¨ªses n¨®rdicos, tradicionales aliados de Londres, apoyan las reivindicaciones espa?olas sobre Gibraltar. Bruselas abandona su hist¨®rica neutralidad sobre el Pe?¨®n, se aleja de Londres; se pone del lado de Madrid. La Comisi¨®n Europea tiene la artiller¨ªa a punto para desbloquear varios dossieres ligados a ese contencioso. Los m¨¢s inmediatos ser¨¢n los relacionados con el transporte a¨¦reo. Pero el entramado fiscal de Gibraltar tambi¨¦n est¨¢ en la diana.
Tan pronto como se haga efectivo el Brexit, Bruselas tiene previsto sacar del congelador la modificaci¨®n del reglamento sobre el cielo ¨²nico europeo, la normativa para regular el espacio a¨¦reo continental de forma centralizada. Londres bloque¨® ese expediente en 2013 por el contencioso territorial sobre el aeropuerto: Espa?a denuncia que esa infraestructura se encuentra en una zona ¡ªel istmo que une la colonia con el territorio espa?ol¡ª sobre la que no reconoce la soberan¨ªa brit¨¢nica.
Tanto la Comisi¨®n como Espa?a consideran que el Brexit cambia de manera sustantiva el contexto pol¨ªtico: ¡°El Reino Unido y Gibraltar dejar¨¢n de ser territorio de la Uni¨®n, y por tanto la legislaci¨®n europea no se les aplicar¨¢ directamente. En ese momento los expedientes afectados por el veto de Reino Unido se desbloquear¨¢n al dejar de estar afectados por el problema del aeropuerto de Gibraltar¡±, seg¨²n un informe interno del Gobierno. El brazo ejecutivo de la UE coincide con esa interpretaci¨®n.
Bruselas prev¨¦ que se aplique tambi¨¦n el reglamento de franjas horarias (el permiso para aterrizar y despegar en un aeropuerto saturado, esencial para la actividad de las aerol¨ªneas), paralizado desde 2012. Y la modificaci¨®n del reglamento de derechos de pasajeros, que Londres vet¨® en 2013 y establece normas comunes en materia de indemnizaciones y de asistencia en caso de anulaci¨®n o retraso importante de un vuelo. Adem¨¢s, habr¨¢ luz verde para varios acuerdos de aviaci¨®n con terceros pa¨ªses: Ucrania, Brasil y los correspondientes a los ¨²ltimos mandatos de negociaci¨®n (Asean, Catar, EAU y Turqu¨ªa).
Las fuentes consultadas prev¨¦n que, m¨¢s all¨¢ de Gibraltar, otros pa¨ªses usen el Brexit para presionar en torno a viejos conflictos con Reino Unido, desde asuntos con enjundia pol¨ªtica como los controles brit¨¢nicos en la frontera con Calais a rencillas coloniales con Chipre y Malta.
Nada de eso ser¨¢ f¨¢cil. Ni siquiera con Gibraltar, a pesar del nuevo enfoque en Bruselas. El Gobierno est¨¢ convencido de que juega con ventaja en ese asunto, como ya se vio con las directrices de negociaci¨®n, y que en una futura negociaci¨®n bilateral Espa?a-Gibraltar tiene las de ganar: podr¨ªa ejercer su derecho de veto si el pacto final no le convence. Fabian Picardo, ministro principal del Pe?¨®n, dijo en una entrevista con este diario que Londres le ha asegurado que no habr¨¢ acuerdos Reino Unido-UE ¡°si no incluyen Gibraltar¡±. La Comisi¨®n no tiene dudas: ¡°Reino Unido se va, y el apoyo de las instituciones es para el socio que sigue en la Uni¨®n¡±.
?Para¨ªso fiscal?
En otras agendas, la ventaja de Espa?a es difusa. En medio ambiente, Espa?a teme que Gibraltar siga incumpliendo normas de la UE: los expedientes abiertos por Bruselas se ir¨ªan a una especie de limbo, aunque Madrid considera que si Gibraltar quiere tener alg¨²n acceso al mercado ¨²nico deber¨¢ cumplir las reglas.
M¨¢s espinoso es a¨²n el contencioso fiscal. Gibraltar tiene 18.000 empresas y apenas 30.000 habitantes: miles de contribuyentes espa?oles ocultan all¨ª patrimonio a trav¨¦s de sociedades pantalla. El Gobierno acusa al Pe?¨®n de ¡°plantear riesgos para el funcionamiento del sistema tributario espa?ol¡±, seg¨²n un informe interno al que ha tenido acceso EL PA?S, ¡°por su peculiar estatus dentro de la UE¡±, que le otorga cierto blindaje. Cuando cristalice el Brexit, Espa?a presionar¨¢ para que Gibraltar est¨¦ en la lista europea de para¨ªsos fiscales por ¡°falta de transparencia¡± y ¡°falta de cooperaci¨®n¡±. Madrid defiende que ya hay an¨¢lisis cr¨ªticos sobre Gibraltar en Bruselas, tanto por asuntos fiscales como en Competencia, por posibles ayudas de Estado.
Los ¡®sherpas¡¯ bendicen las directrices del Consejo
El borrador de las directrices de negociaci¨®n propuesto por el Consejo Europeo ha sido bendecido esta semana por los sherpas, los diplom¨¢ticos destacados por los socios de la UE para negociar el Brexit. La primera reuni¨®n, el pasado martes, se focaliz¨® en el ajuste de cuentas pendientes tras el divorcio y en los derechos de los ciudadanos europeos residentes en Reino Unido y los brit¨¢nicos en la UE.
No hubo un solo cambio respecto a la cl¨¢usula sobre Gibraltar, que la prensa brit¨¢nica interpreta como un ¨¦xito diplom¨¢tico de Espa?a, aunque en el resto de directrices consagran, grosso modo, algunas de las principales demandas de Londres. La UE, sin embargo, se niega a negociar en paralelo el acuerdo de divorcio y el futuro pacto comercial.
Los sherpas se reunir¨¢n de nuevo el 24 y el 26 de abril, y el 27 se ver¨¢n los ministros de Exteriores, que preparar¨¢n el terreno para la cumbre del 29 de abril, en la que se adoptar¨¢n las directrices definitivas. A partir de ah¨ª empezar¨¢n informalmente las negociaciones, aunque la Comisi¨®n desarrollar¨¢ su mandato negociador en una ¨²ltima reuni¨®n, el 3 de mayo.
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