Acuerdos y desacuerdos
La corrupci¨®n emerge ya en los sondeos como un problema que afectaba de manera directa y personal a los ciudadanos
Ni han salido a la luz todav¨ªa todos los casos de corrupci¨®n que tuvieron lugar en un pasado reciente ni se van a dejar de producir de ahora en adelante. Esta es la percepci¨®n ampliamente compartida por el conjunto de los espa?oles ¡ªy por los electorados de los cuatro principales partidos pol¨ªticos¡ª seg¨²n un sondeo de urgencia de Metroscopia para EL PA?S.
Sin duda, los actuales casos de corrupci¨®n no suponen una novedad en nuestra historia democr¨¢tica. Lo diferente es que con el avance y profundizaci¨®n de la crisis econ¨®mica y la consecuente crisis social, la corrupci¨®n dej¨® de ser considerada como un delito sin v¨ªctimas ¡ªen el que aparentemente todos sal¨ªan beneficiados¡ª y emergi¨® en los sondeos como un problema que afectaba ya de manera directa y personal a los ciudadanos.
Esa nueva percepci¨®n ciudadana tuvo tambi¨¦n incidencia en nuestra vida pol¨ªtica porque siendo la corrupci¨®n algo socialmente da?ino e impopular, no parec¨ªa tener, en la mayor¨ªa de los casos, efectos electorales ¡ªlo que Kurer denomina la paradoja de la corrupci¨®n¡ª. Sin embargo, la aparici¨®n de Podemos y Ciudadanos permiti¨® a los electores optar por nuevas formaciones pol¨ªticas que rompieran con el bipartidismo caracter¨ªstico de nuestro sistema de partidos (y al que los ciudadanos acusaban de ser el responsable directo de la corrupci¨®n pol¨ªtica) y que la corrupci¨®n empezara a tener coste electoral.
El problema es que con la llegada del cuatripartidismo los ciudadanos no parecen haber percibido grandes cambios en lo que se refiere a la lucha contra la corrupci¨®n. La amplia mayor¨ªa de los espa?oles ¡ªy tambi¨¦n de los cuatro principales partidos¡ª piensa que en los pr¨®ximos a?os van a seguir produci¨¦ndose casos de corrupci¨®n similares a los que ahora est¨¢n siendo investigados y juzgados en nuestro pa¨ªs. Es decir, constatan la incapacidad del Gobierno y de los principales partidos de la oposici¨®n para llegar a acuerdos sobre medidas que impidan o dificulten la comisi¨®n de delitos asociados a la corrupci¨®n pol¨ªtica. Olvidan nuestros pol¨ªticos que una de las demandas principales de los espa?oles es precisamente esa: acuerdos.
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