La imagen m¨¢s pol¨¦mica de Manuel Fraga

La estatua p¨®stuma de Manuel Fraga que inaugur¨® en Cambados (Pontevedra), en 2012, su sucesor en la Xunta de Galicia, el presidente Alberto N¨²?ez Feij¨®o, desapareci¨® el pasado viernes de su entorno hist¨®rico. La efigie, que ensalzaba la memoria del fundador del PP como padre de la Fiesta del Albari?o que el pol¨ªtico inaugur¨® en 1953 para convertirla en el mayor reclamo tur¨ªstico de la zona y la fiesta vitivin¨ªcola m¨¢s internacional, regres¨® con previo aviso al taller del escultor gallego que la esculpi¨®, Lucas M¨ªguez.

En media hora, varios operarios de una empresa de transportes contratada por el Ayuntamiento se encargaron de trasladar al cercano municipio de Meis la imagen de 600 kilos de peso de un Manuel Fraga inmortalizado en bronce, copa en mano, envuelto en la capa de Gran Mestre del Cap¨ªtulo Seren¨ªsimo del Albari?o. Al acto de retirada asistieron representantes del PSOE, BNG y Somos Cambados, mientras mostr¨® su desacuerdo el concejal de Cambados Pode, una escisi¨®n del PP que apoy¨® con su voto al actual Gobierno.

La orden dada por la actual alcaldesa, la socialista F¨¢tima Abal, iba m¨¢s all¨¢ de una cuesti¨®n de coherencia pol¨ªtica y mandato de la coalici¨®n de izquierdas que hoy gobierna la ciudad del albari?o, despu¨¦s 28 a?os de legislaturas del PP. ¡°La medida pretende llegar al fondo de una cuesti¨®n que ha permanecido en el m¨¢s absoluto oscurantismo pol¨ªtico porque, a d¨ªa de hoy, no sabemos qui¨¦n pago la estatua, si fue el Ayuntamiento con dinero p¨²blico o un grupo de viticultores, y cuando alguien lo acredite, se la devolveremos para que la coloquen donde quieran, no donde estaba¡±, afirm¨® Abal.

La efigie de don Manuel, ya antes de salir del taller del escultor, representaba la imagen agradecida de la derecha frente a las cr¨ªticas de la izquierda que se moviliz¨® para demonizar los honores p¨®stumos al pol¨ªtico gallego y pedir explicaciones sobre la financiaci¨®n de la obra. La alcaldesa rebobina para regresar a d¨ªa de la inauguraci¨®n, coincidiendo con la fiesta del Albari?o en agosto de 2012: ¡°Todo se prepar¨® con nocturnidad y alevos¨ªa para evitar las protestas de los vecinos que ya no estaban de acuerdo con todo esto¡±, insiste F¨¢tima Abal.

¡°Nosotros hablamos antes con el escultor para decirle que, como no ten¨ªa due?o legal, se la entregar¨ªamos a ¨¦l y acept¨®¡±, explica la alcaldesa que asegura no contar con ning¨²n indicio claro de la procedencia del dinero. ¡°Parece, incluso, que podr¨ªa tratarse de dinero negro si finalmente nadie reclama la estatua y esto ya ser¨ªa una cuesti¨®n inadmisible¡±, subraya.

El que fuera alcalde de Cambados y actual portavoz de la oposici¨®n, Luis Aragunde, asegura que la retirada de la estatua ¡°es una revancha de la izquierda¡± y que no fue el Ayuntamiento el que pag¨® la escultura, si no un grupo de bodegueros agradecidos a Fraga y que de ellos fue la iniciativa. ¡°La izquierda se ha pasado todo este tiempo rastreando en el Ayuntamiento una factura que no existe y como no encontr¨® el arma pol¨ªtica para atacarnos, decidi¨® invocar la Ley de Memoria Hist¨®rica, lo cual ha sido un gran error, para luego centrarse en la b¨²squeda de los due?os y tapar as¨ª su nefasta gesti¨®n pol¨ªtica¡±, responde.

Aragunde insiste en los argumentos de la izquierda: ¡°Muchos vecinos del pueblo se preguntan si la memoria hist¨®rica tambi¨¦n har¨¢ desaparecer el Parador del Albari?o, que inaugur¨® Fraga, o el Pazo de Torrado, donde estaba la estatua, sede hist¨®rica del Consello Regulador de la Denominaci¨®n de Origen R¨ªas Baixas, que, dicho sea de paso, financi¨® la Xunta cuando ¨¦l era presidente. Es todo un desprop¨®sito, como si este se?or no fuese elegido en unas elecciones democr¨¢ticas y varias veces, para representar a todos los ciudadanos gallegos¡±.

El exalcalde afirma que esta pol¨¦mica de la factura se aclarar¨¢ porque ¡°fueron los bodegueros los que pagaron la escultura¡±. Admite ¡°que no llegaron a reunir los 15.000 euros que hab¨ªa pedido el artista y solo le entregaron 9.000, porque algunas firmas comerciales se echaron atr¨¢s y no quisieron aparecer por la confrontaci¨®n pol¨ªtica que hab¨ªa generado en el pueblo la oposici¨®n, pero el escultor lo asumi¨® como una forma de colaborar con ellos¡±, a?ade Luis Aragunde.