La independencia de Catalu?a ser¨¢ inmediata si no hay refer¨¦ndum

Las tensiones cada vez mayores dentro del bloque soberanista se han convertido en una competici¨®n por ver qui¨¦n va m¨¢s all¨¢ en sus planteamientos, y han actuado como catalizador para acelerar un viaje sin retorno. Apenas una decena de personas ¡ªbajo la coordinaci¨®n del exvicepresidente del Tribunal Constitucional, convertido ahora al independentismo, Carles Viver Pi Sunyer¡ª han manejado en los ¨²ltimos meses el manual de instrucciones para poner en marcha la independencia de Catalu?a. Su lectura demuestra que los ¨²ltimos movimientos pol¨ªticos ¡ªla presencia este lunes en Madrid del president Carles Puigdemont para ofrecer por ¨²ltima vez un acuerdo al Gobierno central que permita celebrar la consulta o la invitaci¨®n previa de Mariano Rajoy al l¨ªder catal¨¢n para que acuda a debatir al Congreso de los Diputados¡ª son gestos ret¨®ricos para cargarse de raz¨®n ante el grave desaf¨ªo institucional que se avecina.

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La pregunta de la consulta: ¡°?Quiere que Catalu?a sea un Estado independiente?¡±

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El documento dedica un apartado a la regulaci¨®n del refer¨¦ndum y desvela la pregunta: "?Quiere que Catalu?a sea un Estado independiente de Espa?a?". La intenci¨®n expresada en el texto es que esta parte del articulado entre en vigor antes incluso que el resto para poder celebrar la consulta, y se?ala que una mayor¨ªa de votos a favor, por reducida que sea, y sin un l¨ªmite m¨ªnimo de participaci¨®n, ratificar¨ªa la decisi¨®n y la har¨ªa vinculante.

Varias veces se refiere a s¨ª mismo el borrador como "ley fundacional", y a lo largo de sus p¨¢ginas se especifica de manera exhaustiva ¡ªaunque plagada de lagunas legales e inc¨®gnitas¡ª hasta el ¨²ltimo detalle de la ruptura: qui¨¦nes ser¨ªan ciudadanos catalanes y c¨®mo ser¨ªa posible obtener la nacionalidad; qu¨¦ leyes espa?olas permanecer¨ªan en vigor y cu¨¢les dejar¨ªan de estar en vigor autom¨¢ticamente; cu¨¢l ser¨ªa el destino de los funcionarios de la Administraci¨®n General del Estado que residan en Catalu?a; qu¨¦ pasar¨ªa con los contratos de obra o servicios p¨²blicos firmados por el Gobierno central y con los inmuebles propiedad del Estado espa?ol.

La mayor¨ªa independentista del Parlament ha impuesto ya una reforma del reglamento que permitir¨ªa la aprobaci¨®n expr¨¦s del texto en tr¨¢mite de lectura ¨²nica. En apenas 48 horas, sin capacidad de reacci¨®n por parte de la oposici¨®n, la independencia se pondr¨ªa en marcha.

Y lo primero es lo primero. La parte del articulado que hace referencia a la justicia en ese nuevo Estado es amplia y detallista. Con tres claros prop¨®sitos: un control riguroso del Gobierno catal¨¢n ¡ªser¨ªa el jefe de Gobierno quien nombrase al presidente del nuevo Tribunal Supremo¡ª; la apropiaci¨®n de todas aquellas causas que afecten a Catalu?a y que est¨¢n ahora en manos de la Audiencia Nacional o del Tribunal Supremo espa?ol; y la voluntad expresa de "sobreseer o anular los procesos penales contra investigados o condenados por conductas que buscaran un pronunciamiento democr¨¢tico sobre la independencia de Catalu?a o la creaci¨®n de un nuevo Estado de manera democr¨¢tica y no violenta". Es decir, borr¨®n y cuenta nueva para los pol¨ªticos que, como el expresident Artur M¨¢s o el exdiputado Francesc Homs, fueron condenados por deso¨ªr al Tribunal Constitucional.

Los autores de este borrador dan por descontados actos y realidades jur¨ªdicas y materiales de enorme trascendencia y complejidad, como que la nueva rep¨²blica seguir¨ªa formando parte de Europa, que las prestaciones sociales como el paro o las pensiones estar¨ªan garantizadas o que todos los impuestos ¡ªy las sanciones por su incumplimiento¡ª pasar¨ªan a depender ¨ªntegramente del Govern.

Bajo la l¨®gica constituyente de los redactores, ninguna de estas disposiciones infringe la legalidad porque, como dice el segundo art¨ªculo, sostienen que "la soberan¨ªa nacional radica en el pueblo de Catalu?a, del que emanan todos los poderes del Estado".