Adopciones: la historia real que no se cuenta
Yolanda Guerrero aborda en su novela ¡®El hurac¨¢n y la mariposa¡¯ un fracaso que suele quedar callado
Ha escrito un libro y ha roto un tab¨². Yolanda Guerrero, periodista (trabaj¨® en EL PA?S m¨¢s de 20 a?os), conoce bien el drama de un fracaso, el de las adopciones fallidas; ha escuchado testimonios y tiene tambi¨¦n su propia, dolorosa, experiencia. Y porque de esta no quiere escribir, ha vertido en la ficci¨®n la naturaleza real de ese fracaso, que afecta a muchas familias o individuos que no lo cuentan. Ella lo hace en una novela, El hurac¨¢n y la mariposa (Catedral). La escritura le ha servido para aligerar ¡°el equipaje¡± de muchas personas que han adoptado un ni?o o una ni?a y el desapego rompi¨® desde el principio el encanto so?ado por el adoptante.
¡°He intentado distanciarme de mi propia historia para escribir este libro¡±, dice. ¡°S¨¦ que con ¨¦l puedo ayudar a mucha gente¡±. El caso que est¨¢ en el fondo de El hurac¨¢n y la mariposa es esa ni?a (el hurac¨¢n) que, una vez adoptada, exhibe ¡°el trastorno del desapego¡±. Lo explica Guerrero: ¡°Cuando hay una disfunci¨®n entre el v¨ªnculo del ni?o en sus primeros a?os, ?o en sus primeros meses!, con quienes lo cuidan, ese v¨ªnculo se rompe, se acaba el apego. Y el ni?o desconf¨ªa de todo el mundo¡±. Quienes la han sufrido (hay pocas estad¨ªsticas, porque no muchas personas exhiben ese fracaso) cuentan como un infierno la lucha imposible por restaurar el apego. En la novela, la ni?a adoptada ha sido v¨ªctima de maltrato por su familia original; la situaci¨®n con la nueva familia la devuelve al hurac¨¢n de su memoria y se incendia una relaci¨®n ya imposible.
¡°Los psic¨®logos¡±, cuenta la novelista, ¡°dicen que esos ni?os conciben el mundo de un modo desorganizado, en el que las cosas no est¨¢n donde deben estar: para ellos, la persona que los cuida los devuelve a los que los han podido violar, abusar o abandonar. Es un trastorno habitual. Unos lo superan. Otros, como en la novela, se niegan a aceptar el nuevo apego como una soluci¨®n. Y eso hace inviable la relaci¨®n¡±.
Para las personas que son v¨ªctimas de ese fracaso ¡°es una historia que nunca se llega a superar. Consiguen entenderlo despu¨¦s, no mientras sucede. Para la novela he hablado con muchos psic¨®logos, psiquiatras, con muchas familias que lo han sufrido y me han ayudado a componer el puzle de todo lo que ocurre. Pero una vez que se recompone eso no significa que la herida se cierre¡±.
Los adoptantes viven situaciones violentas ¡°sin motivo aparente¡± y se produce ¡°ese sentimiento de culpa que nos han ense?ado desde peque?os¡±. El adoptante se culpa y la sociedad lo mira. Escucha que le dicen: ¡°No haberlo hecho¡±. ?Y no habr¨ªa que hacerlo? ¡°No habr¨ªa que hacerlo sin preparaci¨®n. Para adoptar un ni?o no hace falta solo tener amor: hay que tener mucha informaci¨®n, buscarla, pedir ayuda. Hay que consultar a psic¨®logos, saber bien de d¨®nde viene el ni?o, con cu¨¢ntos a?os y qu¨¦ tipo de familia es la que est¨¢ adoptando¡±. El resultado de la desinformaci¨®n se cuenta, metaf¨®ricamente, en El hurac¨¢n y la mariposa. Uno de los testimonios recogidos por Guerrero es la de una ni?a, cuyo maltrato se desconoc¨ªa al adoptar. El resultado es un volc¨¢n, un hurac¨¢n.
Ahora hay en Espa?a algunas asociaciones que acogen a quienes manifiestan haber fracasado en sus adopciones. En Catalu?a hay estad¨ªsticas, unos 80 afectados¡ ¡°Mi relaci¨®n con ellos ha sido de mucha empat¨ªa: las Administraciones a¨²n hablan de ¡®ni?os abandonados¡¯ cuando los padres renuncian a ellos. Y no son ni?os abandonados, son ni?os a los que los adoptantes se ven abocados a dejar sin su tutela, en manos de los servicios sociales. Porque el hurac¨¢n no tiene remedio.
Tras la presentaci¨®n del libro, el ¨²ltimo mi¨¦rcoles, fueron a saludarla personas que han vivido, en un lado y en el otro de las adopciones. Una le dijo: ¡°Yo salgo en la novela¡±. Se lo pod¨ªan haber dicho muchos, adoptantes y adoptados. Algunas de esas experiencias se recogen en sitios que ella recomienda (buenostratos.com, lavozdelosadoptados.es, petales.es). ¡°Los ni?os adoptados se pasan la vida buscando respuestas¡±. Porque, como se dice en el libro, en esta mesa imposible hay dos partes y ninguna de las dos tiene la culpa.
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