El fracaso de Moix desbarata el plan del Gobierno para Anticorrupci¨®n

La pretensi¨®n del Gobierno de ¡°poner orden¡± en las principales fiscal¨ªas y en especial en Anticorrupci¨®n ha fracasado. Los errores al frente de esa fiscal¨ªa de Manuel Moix, quien ha dimitido este jueves, tres d¨ªas despu¨¦s de conocerse que comparte con sus hermanos una empresa en el para¨ªso fiscal de Panam¨¢, son reconocidos ahora en privado por el Ejecutivo. Las actuaciones ¡°bruscas y poco discretas¡± de Moix han desbaratado el intento del equipo de Mariano Rajoy de buscar perfiles de autoridad y mando para unas instituciones clave en la investigaci¨®n de casos de corrupci¨®n y esc¨¢ndalos, que afectan sobre todo al PP. Fuentes gubernamentales aseguran que ese proyecto se mantiene pese al fallo que, afirman, se ha cometido con Moix.

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En septiembre de 2014, tras la dimisi¨®n de Alberto Ruiz-Gallard¨®n como ministro de Justicia, Rajoy busca y encuentra en su entorno la figura de Rafael Catal¨¢ para cambiar las din¨¢micas mantenidas hasta ese momento de mirar para otro lado en las principales instituciones judiciales. Catal¨¢ celebra entonces una primera reuni¨®n con el entonces fiscal general del Estado, Eduardo Torres Dulce, quien le traslada los problemas en Anticorrupci¨®n. En resumen, la treintena de fiscales adscritos a ese organismo funcionan de forma casi aut¨®noma. Tienen un jefe, el prestigioso Antonio Salinas, que llevaba ya 11 a?os en el cargo, pero con graves problemas de salud y a un a?o de jubilarse.

Con el tiempo, esa situaci¨®n sigui¨® sin abordarse. Consuelo Madrigal relev¨® a Torres Dulce sin acometer los cambios requeridos y Salinas no se jubil¨® hasta octubre de 2016. Catal¨¢ mantuvo varias charlas al respecto con Rajoy y con la vicepresidenta, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, y la coincidencia en el diagn¨®stico y la soluci¨®n fue total. El Ejecutivo no puede entrometerse en el funcionamiento independiente y jer¨¢rquico diario de la fiscal¨ªa, pero el equipo de Rajoy ten¨ªa clara su grave falta de sinton¨ªa con las tres principales fiscal¨ªas: la general del Estado, Anticorrupci¨®n y la de la Audiencia Nacional.

El nombramiento del?magistrado conservador del Supremo Jos¨¦ Manuel Maza como fiscal general forz¨® esos relevos. Con la elecci¨®n posterior de Moix se pens¨® que llegaba una persona ¡°veterana, seria y s¨®lida¡± para ¡°poner orden en Anticorrupci¨®n¡±, en palabras de fuentes gubernamentales, la fiscal¨ªa que investiga las grandes tramas que acorralan al PP, como los casos P¨²nica y Lezo.

Moix empez¨® por cuestionar la determinaci¨®n de los fiscales del caso Lezo en la investigaci¨®n de varias operaciones del Canal de Isabel II relacionadas con el expresidente madrile?o Ignacio Gonz¨¢lez y relativas a la ¨¦poca en que a¨²n gobernaba Gallard¨®n la Comunidad de Madrid, en 2001.

Tambi¨¦n result¨® pol¨¦mico el cambio que ejecut¨® para que fuesen fiscales catalanes, y no enviados desde Madrid, los que llevaran las investigaciones sobre las comisiones del 3% en Catalu?a. Algunas de esas discrepancias acabaron en la junta de fiscales, que se opuso a las tesis de Moix.

Pero el futuro del jefe de Anticorrupci¨®n qued¨® sentenciado tras divulgar el lunes Infolibre que posee el 25% de una sociedad offshore en Panam¨¢ para la gesti¨®n de un chal¨¦ familiar.

El descubrimiento caus¨® conmoci¨®n en el PP y desconcierto en el Gobierno. Rajoy opt¨® al d¨ªa siguiente por respaldarle con un lac¨®nico ¡°s¨ª¡± cuando se le pregunt¨® si manten¨ªa su confianza en ¨¦l. Fuentes de La Moncloa explican ahora que fue un ¡°s¨ª, como no pod¨ªa ser de otra manera, inducido al reconocimiento general sobre la instituci¨®n de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n¡±. El mi¨¦rcoles, S¨¢enz de Santamar¨ªa y Catal¨¢ se pusieron de perfil en el Congreso y solo recordaron la previsi¨®n legal: para ¡°remover¡± a Moix deb¨ªa actuar el fiscal general.

Maza recibi¨® a primera hora de este jueves a su subordinado y luego cont¨® en una comparecencia ante la prensa precipitada y sin preguntas que hab¨ªa intentado convencerle para que siguiese en el cargo y no insistiese en su intenci¨®n de renunciar por motivos personales. ¡°No hab¨ªa motivos, ni existen, para el cese¡±, dijo Maza.

El fiscal general rebati¨® la tesis de que Moix deber¨ªa dimitir por una cuesti¨®n ¨¦tica y est¨¦tica y por haber dado explicaciones confusas o falsas: ¡°El argumento para la dimisi¨®n de un posible da?o a la imagen p¨²blica deber¨ªa ceder ante algo m¨¢s importante, que es el fondo de la instituci¨®n, la autonom¨ªa¡±, dijo. Maza insisti¨® as¨ª en que la instituci¨®n es independiente ¡°no solo del Gobierno, sino tambi¨¦n de todos los poderes del Estado¡± y de las presiones medi¨¢ticas. Y remarc¨® que Moix se iba pese a que ¡°no ha existido en su comportamiento ning¨²n tipo de irregularidad ni ilegalidad¡±.

Maza llam¨® desde su despacho a Catal¨¢, para informarle de la situaci¨®n y le pas¨® al tel¨¦fono a Moix, seg¨²n las fuentes consultadas. Este ¨²ltim¨® le cont¨® su situaci¨®n personal y familiar y le dijo que no aguantaba m¨¢s.

Catal¨¢ traslad¨® ese mensaje directamente a Rajoy y pidi¨® a Maza que tenga una soluci¨®n r¨¢pida, en dos o tres d¨ªas, con un fiscal de perfil firme similar a Moix pero m¨¢s discreto y h¨¢bil. En el Gobierno no han convencido, al final, las permanente presencia de Moix en algunos medios, sus enfrentamientos abiertos y, sobre todo, sus explicaciones ¡°ex¨®ticas e imposibles¡± para justificar que el responsable de investigar la corrupci¨®n tenga un chalet a trav¨¦s de una empresa en Panam¨¢.