El orgullo de la diferencia
Tres generaciones de gais y lesbianas comparten los recuerdos de su lucha por la visibilidad
Unos rompieron el armario a hachazos. Otros se negaron a s¨ª mismos su propia condici¨®n sexual, se casaron y hasta que no pasaron los a?os no se atrevieron a decir lo que sent¨ªan. Los m¨¢s j¨®venes se encontraron ya con las puertas abiertas. Reunimos a tres hombres y tres mujeres de tres generaciones distintas. Gais y lesbianas. Lo que han vivido es distinto. Pero reclaman lo mismo: el orgullo de la diferencia.
"Mi madre fue a denunciarme a la comisar¨ªa de Entrev¨ªas porque me hab¨ªa escapado de casa y porque era maric¨®n". Era el a?o 1977, Federico Armenteros ten¨ªa 17 a?os y le iban a aplicar la ley de vagos y maleantes. Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, se dedica a ayudar a los mayores. Repudiados por su familia, muchos ancianos se ven obligados a ocultar su homosexualidad si quieren entrar en una residencia. Otros han llegado a viejos sin confesarlo. Armenteros lo sabe bien porque ¨¦l mismo pas¨® a?os en silencio. Se meti¨® a cura. Colg¨® los h¨¢bitos. Se cas¨®. Tuvo una hija. Se puso en terapia. Un d¨ªa su ni?a le pregunt¨® si era gay. Y Federico quem¨® el armario. "Lo que consigui¨® esa ley era que no necesitaras de ning¨²n polic¨ªa a tu lado porque ya lo hab¨ªas incorporado a ti. Y t¨² mismo te reprim¨ªas"
A su lado, Paco Tom¨¢s asiente. Naci¨® ocho a?os despu¨¦s y ya no sinti¨® la presi¨®n de las leyes, pero s¨ª c¨®mo la sociedad las hab¨ªa interiorizado. "El discurso negativo es muy dif¨ªcil de desmontar, porque es un discurso de siglos. Esa tesis de cuidado, son sexualmente muy malos y te pueden llevar por el mal camino. Eso se fue metiendo en las cabezas. Y no ten¨ªa que ver con ideolog¨ªas".
Paco Tom¨¢s rompi¨® el armario a hachazos. Como Jack Nicholson, bromea. A pesar de que sab¨ªa que fuera esperaban muchos golpes. Escritor y guionista, hoy es el director de Wisteria Lane, el ¨²nico programa LGTB de la radio p¨²blica en Espa?a. Desde el micr¨®fono lucha por lo que tanto le falt¨® en su juventud: referentes. "Si yo no hubiese estado en mi casa y hubiese visto a Pedro Zerolo, si no hubiese ido un d¨ªa al cine y hubiese visto La ley del deseo de Almod¨®var, si no hubiese le¨ªdo libros de Mendicutti, no habr¨ªa tenido el valor".
Los j¨®venes han crecido ya con otra imagen de la homosexualidad alejada de la parodia y del estereotipo. Es el caso de Javier Calvo. Nacido en 1991, su papel en la serie F¨ªsica y Qu¨ªmica le cambi¨® la vida. A ¨¦l y a muchos que se sintieron identificados. "Cada d¨ªa recibo mensajes de gente que me dice que gracias a mi personaje, que gracias a m¨ª, se han atrevido a salir del armario, a dec¨ªrselo a su familia, a expresarse".
"En nuestra ¨¦poca no es que no hubiera referentes" recuerda Federico "es que eran referentes para odiarles¡ En las pel¨ªculas ¨¦ramos siempre unas locas". "Miguel de Molina que se tuvo que marchar" le interrumpe Paco. "Claro, como Miguel de Molina. Por eso muchas veces reivindico la palabra maric¨®n m¨¢s que gay. Porque nunca me han llamado gay. Me han llamado maric¨®n. A eso hay que darle la vuelta para empoderarse".
Federico es trabajador social y su meta ahora es crear una residencia LGTB. "Hay todav¨ªa gente mayor que est¨¢ en el armario y no puede salir porque no tiene autoestima. Se creen que no tienen derechos". Por eso Paco Tom¨¢s insiste en que a los mayores hay que darles las gracias "porque ellos pudieron hacer poquito, ?qu¨¦ iban a hacer si les met¨ªan en la c¨¢rcel? Pero les tenemos que dar las gracias por todo lo que han vivido, por el testimonio que nos dejan. Necesitamos escucharles".
"Tienen raz¨®n", dice Javier Calvo. "La verdad es que yo deber¨ªa llamar m¨¢s a mi abuelo y deber¨ªamos estar m¨¢s pendientes de la gente m¨¢s mayor". Federico Armenteros explica que se sienten olvidados. "Nunca se les ha pedido nada, ni se les ha hecho part¨ªcipes. El barrio donde ven¨ªan los LGTB a vivir no era Chueca, era Chamber¨ª. Es all¨ª donde ahora est¨¢n todos los mayores. Pero ya no queda sitio para ellos. Ven fatal el Orgullo gay, porque est¨¢n muy resentidos y porque Chueca nace y barre de un plumazo toda la historia. A Chueca tiene que venir gente joven y guapa".
¡°Es una injusticia social tan grande¡± se queja Paco Tom¨¢s ¡°y yo entiendo ese resquemor. Cuando t¨² has tenido juventud y belleza, todo iba en contra. Y no la han podido disfrutar. Ahora piensan que se la han robado¡±.
Federico y Paco son cr¨ªticos con c¨®mo se ha difuminado la diversidad en celebraci¨®n del Orgullo. Paco Tom¨¢s reclama que no se silencie a quienes se salen del canon de la juventud y la belleza. ¡°Dentro de un colectivo que lucha por la diversidad no puede ser que ese mismo colectivo discrimine al que no tiene b¨ªceps, al que es mayor, a la lesbiana¡±.
Los dos reclaman que todo el mundo tenga su espacio. Y que la fiesta no eclipse la reivindicaci¨®n. Federico desear¨ªa que el mercado no lo ocupe todo. ¡°Tiene que haber mercado, pero tambi¨¦n otros espacios para trasmitir valores humanos, sociales. Pero las organizaciones que nacen ahora tienen objetivos concretos, no un af¨¢n de unidad¡±.
Paco le da la raz¨®n a Fededico. "Siempre, siempre estar¨¦ a favor del orgullo pero no puede ser s¨®lo un negocio. Pero necesitamos pedagog¨ªa y un discurso porque sin eso el orgullo se convierte en un parque tem¨¢tico. No olvidemos que tiene una base te¨®rica y de lucha y que se sustenta en unos pilares que hablan de sufrimiento". "Ese dolor, ese dolor" repite Federico que ha perdido por un momento la sonrisa.
Dolor. Y otras tres palabras que se repiten durante la charla. Miedo. Visibilidad. Diferencia. La diferencia como bandera. "Es algo que nos une a todas las generaciones. Da igual que tengas veinte o cincuenta o setenta. Cuando te das cuenta de que eres diferente. Pues d¨¦jame ser diferente", pide Paco Tom¨¢s. "Y vamos a convivir".
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