Las escuelas de verano de los partidos
Estos espacios son demasiado d¨¦biles organizativa, econ¨®mica e intelectualmente para que puedan ser los espacios naturales de formaci¨®n y capacitaci¨®n pol¨ªtica
Los partidos pol¨ªticos han utilizado las tradicionales Escuelas de Verano como el espacio informal para la capacitaci¨®n de dirigentes y militantes. Estos espacios cumplen, tambi¨¦n, otras funciones: socializar y conocer a otras personas que habitualmente no trabajan juntas; promocionar a nuevos talentos o liderazgos; invitar a otras fuerzas pol¨ªticas afines ¡ªo no tanto¡ª como muestra de apertura; visualizar conexiones y relaciones internacionales; abrir y lanzar temas nuevos que est¨¢n en fase de debate previo y (inevitablemente) conseguir un corte de contenido medi¨¢tico para los dirigentes de estas organizaciones en momentos de baja intensidad period¨ªstica.
Estos d¨ªas, por ejemplo, en concreto del 6 al 9 de julio, el Instituto 25 de Mayo para la Democracia (I25M) reun¨ªa en C¨¢diz a un nutrido grupo de intelectuales, periodistas, creadores y creadoras para conversar sobre medios de comunicaci¨®n, independencia, pol¨ªtica, redes y movilizaci¨®n ciudadana. Es lo que se denomina la Universidad de Verano de Podemos. No es la ¨²nica escuela de verano que se realiza en Espa?a. Destaca tambi¨¦n la de Ciudadanos, con un gran cartel de intelectuales y pol¨ªticos internacionales. En el mundo, son muy conocidas tanto la escuela de verano del Partido Dem¨®crata como la del Partido Republicano estadounidenses.
Las personas que participan en estas actividades acostumbran a tener un buen recuerdo de la experiencia vivida en un ambiente m¨¢s l¨²dico que promueve las relaciones interpersonales. Pero estos loables objetivos tambi¨¦n camuflan una realidad contrastada. Los think tanks o laboratorios de los partidos pol¨ªticos espa?oles (por ejemplo) son demasiado d¨¦biles organizativa, econ¨®mica e intelectualmente para que puedan ser los espacios naturales de formaci¨®n y capacitaci¨®n pol¨ªtica. Tampoco alojan, en la mayor¨ªa de los casos, capacidad t¨¦cnica para el estudio y el an¨¢lisis de la compleja realidad y sus propuestas en materia de gobernanza pol¨ªtica.
Sin embargo, la formaci¨®n pol¨ªtica es una de las grandes oportunidades para la innovaci¨®n y la renovaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. Pero, seguramente, para conseguir que sea un factor de dinamizaci¨®n y transformaci¨®n hay que abrirse a formatos y pr¨¢cticas innovadoras e importar ¡ªy adaptar¡ª del mundo emprendedor, del talento disponible en la red o de las experiencias de nueva academia. Estas podr¨ªan ser algunas ideas.
1. PechaKucha. Las din¨¢micas de este exigente formato (exponer una idea con el rigor m¨¢ximo de 20 im¨¢genes, por 20 segundos de exposici¨®n en cada una de ellas) permiten generar mucha energ¨ªa y participaci¨®n horizontal. La l¨®gica de la innovaci¨®n (proponer una soluci¨®n peque?a pero creativa), el reto (de un tiempo tasado y exigente), y una vocaci¨®n de competencia colaborativa (todas las ideas pueden reutilizarse y coordinarse entre s¨ª) generan unas atm¨®sferas de cooperaci¨®n ¨²nicas. Todo ello acompa?ado de un clima l¨²dico y abierto a la sorpresa, a la interacci¨®n entre los asistentes y al reconocimiento comunitario del talento compartido. El resultado promueve la conversaci¨®n, rompiendo el tedio y el protagonismo del experto ¨²nico, para abrirse a un clima m¨¢s din¨¢mico y descentralizado que permite descubrir talentos y liderazgos emergentes. Las experiencias PechaKucha, y los formatos de maratones de contenidos que se han hecho, son exitosas y un modelo que desarrollar y en el que profundizar.
2. MOOC (pol¨ªticos). Los MOOC son cursos estructurados, con un tema espec¨ªfico y con objetivos claros y alcanzables; usualmente, est¨¢n desarrollados o patrocinados por prestigiosas universidades. Est¨¢n disponibles online, de forma abierta y gratuita ¡ªaunque algunos cobran un extra opcional por la titulaci¨®n¡ª, lo que les permite tener un alcance masivo y universal. Y, adem¨¢s, suelen incorporan contenidos audiovisuales, espacios participativos y evaluaciones peer-t¨²-peer que enriquecen la experiencia de usuario.
El fen¨®meno MOOC ha vivido una notable expansi¨®n en los ¨²ltimos a?os. La principal plataforma, con m¨¢s de 15 millones de usuarios registrados en todo el mundo, es Coursera. Actualmente, Coursera tiene 143 socios educativos de 28 pa¨ªses diferentes (incluidos M¨¦xico, Brasil, Chile y Colombia) y casi 1.900 cursos disponibles. Un poco m¨¢s tarde, por iniciativa del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en ingl¨¦s) y la Universidad de Harvard, aparec¨ªa edX. En abril de 2016, la plataforma cumpli¨® sus primeros cuatro a?os y public¨® sus principales cifras: 7,25 millones de estudiantes (el 13 % proveniente de Latinoam¨¦rica), m¨¢s de 900 cursos y 96 instituciones asociadas. Los partidos deber¨ªan promover sus propios proyectos, asociarse a otros o favorecer la difusi¨®n de contenidos de calidad de los propios dirigentes, representantes o militantes. Hay una oportunidad para una aut¨¦ntica revoluci¨®n del contenido y de la formaci¨®n pol¨ªtica.
3. Tutoriales pol¨ªticos. La oferta de ideas, recursos, soluciones y peque?as creaciones para el activismo pol¨ªtico es muy relevante en el espacio digital. Internet ofrece pistas desde c¨®mo dise?ar un cartel tipo Barack Obama, hasta como crear discursos pol¨ªticos, o la enorme cantidad de recursos de asesores, agencias y consultores que comparten sus contenidos constantemente como parte de un ejercicio de transparencia y de reputaci¨®n profesional, o como una estrategia comercial. A lo que hay que a?adir el gran n¨²mero de revistas de comunicaci¨®n pol¨ªtica y la gran variedad de oferta universitaria sobre esta disciplina. En cualquier caso, la red nos ofrece diversidad de enfoques, registros y recursos que permitir¨ªan a las fuerzas pol¨ªticas desarrolar un trabajo de curators de contenidos de formaci¨®n para ofrec¨¦rselo a sus militantes, simpatizantes y votantes.
4. Repositorios de recursos. Ver lo que se hace en otros lugares permite tambi¨¦n ampliar conocimientos. Por ejemplo, la web de Archivo electoral recoge casi 14.000 spots electorales de 111 pa¨ªses. Tambi¨¦n en la web de Beers&Politics se pueden consultar hasta 1.650 discursos, desde el a?o 1766 hasta la actualidad.
Todas estas iniciativas, combinadas o adaptadas, junto a muchas otras, permitir¨ªan a las fuerzas pol¨ªticas dise?ar ad hoc material para la formaci¨®n continua de sus recursos humanos, capacitarlos para los retos de una sociedad cambiante y prepararlos para nuevos modelos de gobernanza basados en el talento compartido y la cocreaci¨®n p¨²blico-privada de soluciones para el bien com¨²n. No, no estoy hablando solo de prepararse para comunicar bien en per¨ªodos electorales, estoy defendiendo que la comunicaci¨®n ¡ªen una sociedad de contenidos¡ª es la variable decisiva para la construcci¨®n de mayor¨ªas. Esa es la cuesti¨®n. Formarse en ello no es tarea solo del verano.
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