Durango se querella contra Mussolini
Un juzgado admite la querella contra 46 aviadores italianos que en 1937 causaron 336 muertes en la localidad vizca¨ªna
El cruel bombardeo sobre Durango (Bizkaia), a cargo de l'Aviazione Legionara del ej¨¦rcito italiano el 31 de marzo de 1937, tiene nombres y apellidos. Fueron el teniente coronel Ferdinando Rafaelli, el capit¨¢n Gildo Simini, los tenientes Ezio Ceretta, Giulio Beccia y Cesare Villa, el mariscal Giulio Palombi o el aviador experto en armamento Dino Marconi. Todos ellos forman parte de una lista de 46 aviadores que ese d¨ªa arrojaron 281 bombas (14.840 kilos de explosivos) sobre la poblaci¨®n civil de Durango, causando la muerte de al menos 336 personas y desperfectos graves en 321 edificios. Aquel ataque fascista con bombas sobre la poblaci¨®n civil se produjo casi un mes despu¨¦s del que sufri¨® la vecina Gernika por parte de la Legi¨®n C¨®ndor alemana.
Han pasado 80 a?os de aquella "Operazione Militare Spagna (OMS)" y el Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 3 de Durango ha admitido este jueves una querella criminal interpuesta esta misma semana por el Ayuntamiento de la localidad vizca¨ªna contra los pilotos que intervinieron en "una intervenci¨®n militar extranjera ilegal" sin que en aquellas fechas mediara "ninguna declaraci¨®n de guerra por parte del Estado [italiano] que la protagoniz¨®". El titular del juzgado ha ordenado abrir una investigaci¨®n de los hechos por si pudieran constituir "delitos de lesa humanidad, cr¨ªmenes de guerra y delito contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado", seg¨²n consta en el auto judicial conocido este jueves.
El ataque a¨¦reo de los fascistas, bajo la direcci¨®n del general Vincenco Velardi Velani, se produjo el 31 de marzo de 1937, en dos pases, uno a las 8.30 y otro sobre las 16.30. Fueron las operaciones denominadas Murci¨¦lago y La Cucaracha, consideradas por los expertos como un banco de pruebas para los ej¨¦rcitos alem¨¢n e italiano de cara a la II Guerra Mundial. La "marcada similitud" de las construcciones de Durango con los edificios que predominaban en las ciudades de los pa¨ªses occidentales pr¨®ximos a Alemania, y la t¨¦cnica del "bombardeo de saturaci¨®n" que emplearon los aviadores italianos, sirvieron de ensayo ante la inminente guerra que los alemanes estaban preparando con Francia y Reino Unido. El jefe de Estado Mayor de la Legi¨®n C¨®ndor, el teniente coronel Wolfram von Richthophen, lleg¨® a decir que el bombardeo de Durango fue "m¨¢s demoledor que el de Gernika", que ¨¦l mismo dirigi¨®. Le sorprendi¨® que la aviaci¨®n italiana "lanzaba las bombas en ataques en tres proyectiles simult¨¢neos que colisionaban de manera arracimada" y provocaban unos efectos "demoledores y m¨¢s eficientes", seg¨²n figura en la querella.
Los bombarderos Savoia, acompa?ados por cazas Fiat, se aproximaron en "formaci¨®n de cu?a" sobre Durango y lanzaron proyectiles de hasta 100 kilos de peso sobre un municipio que en el momento del ataque se encontraba siguiendo varios oficios religiosos. Falleci¨® el sacerdote Rafael Billalabeitia mientras ofrec¨ªa la homil¨ªa; tambi¨¦n murieron 11 monjas del convento Santa Rita y una joven que se refugiaron en un cobertizo, y tambi¨¦n perdieron la vida el cura Carlos Morilla y su monaguillo en plena misa en la iglesia Santa Mar¨ªa de Uribarri. La lista de fallecidos supera los 300.
El bombardeo matinal dur¨® aproximadamente siete minutos, seg¨²n testigos de la ¨¦poca. Por la tarde se repitieron las escenas dantescas. Otros cinco bombarderos volvieron a atacar el caso urbano y el cementerio, adonde se estaban trasladando los cad¨¢veres de esa misma ma?ana. La poblaci¨®n sufri¨® adem¨¢s los "ametrallamientos" de los cazas que forman la escuadrilla italiana.
El historiador Jon Irazabal, a quien Manuel Tu?¨®n de Lara le puso hace tres d¨¦cadas sobre la pista de los tr¨¢gicos sucesos acaecidos en Durango en 1937, ha conseguido rastrear documentos guardados en el Archivo General e Hist¨®rico de Villaviciosa de Od¨®n (Madrid) para documentar los hechos, y en el Ufficio Storico de la Operazione Militari Spagna, con sede en Roma, donde ha conseguido identificar a los pilotos que bombardearon la villa vizca¨ªna.
Ha conseguido poner nombre y apellido a 46, aunque no descarta que sean m¨¢s. Su esperanza es que "alguno siga con vida", aunque es consciente de que todos aquellos pilotos tendr¨ªan hoy cerca de 100 a?os, explica Irazabal a este diario. No ha encontrado resistencia en Italia para indagar los pormenores del ataque a¨¦reo fascista, salvo cuando localiz¨® "informaci¨®n secreta de la ¨¦poca". "Me impidieron reproducir unos documentos en los que los mandos militares confirmaban que los aviadores celebraron los bombardeos yendo al d¨ªa siguiente a un gran burdel que la Legi¨®n C¨®ndor ten¨ªa montado en Zaragoza. Eran j¨®venes fogosos, se dicen esos documentos para justificarles", explica el historiador vasco.
La querella presentada por el Ayuntamiento de Durango, impulsada por su alcaldesa, Aitziber Irigoras (PNV), sigue la misma senda que la interpuesta en Barcelona por los bombardeos de saturaci¨®n de 1937 y 1938 y especialmente en los 12 salvajes ataques de la aviaci¨®n de Mussolini a la ciudad catalana en 41 horas del 16 al 18 de marzo de 1938. Son hechos de "id¨¦ntica naturaleza". Inicialmente, el juzgado inadmiti¨® la denuncia, pero un auto de la Audiencia de Barcelona orden¨® en 2013 investigar los hechos por un posible delito de "lesa humanidad", pese a que Italia ha hecho "caso omiso" a cuatro comisiones rogatorias, explica la abogada Ana?s Franquesa, que tambi¨¦n colabora con el litigio abierto por Durango.
El Diario Storico que el historiador Irazabal ha conseguido rescatar dice textualmente que el ataque sobre la localidad vasca fue de mucho calado para el ej¨¦rcito italiano: "El bombardeo de Durango, ejecutado por nuestra escuadrilla, con una escolta de aparatos de caza, es extremadamente mort¨ªfero. El blanco resulta cubierto por las bombas, ninguna de las cuales falla el objetivo".
De este forma tan descarnada se describe el resultado obtenido en Durango contra "la poblaci¨®n civil no beligerante, principalmente mujeres y ni?os". Fruto de la recopilaci¨®n de datos de diversas fuentes, el n¨²mero de v¨ªctimas que pudo verificar el Gobierno de Euskadi en aquella ¨¦poca fue de 336 fallecidos, de los que 61 fueron inhumados "bajo el ep¨ªgrafe de identidad desconocida", asegura Irazabal. Los da?os materiales en edificios p¨²blicos ascendieron a 4.239.9012 pesetas, adem¨¢s de los da?os sin contabilizar los ocasionados en viviendas particulares, calles y mobiliario urbano. Se contabilizaron 304 casas afectadas, la mayor¨ªa (294) en el casco viejo.
En la querella, se solicita al juzgado que pida al Ministerio de Administraciones P¨²blicas y al de Defensa que certifiquen si alguno de los aviadores querellados recibe alguna pensi¨®n econ¨®mica y si en sus expedientes figura alguna condecoraci¨®n por participar en la Guerra Civil en el bando sublevado. Tambi¨¦n se solicita que acuerde una comisi¨®n rogatoria para que la Agencia Tributaria italiana informe de si estos pilotos siguen tributando en aquel pa¨ªs y, en ese caso, cu¨¢l es su domicilio con el fin de determinar si siguen con vida. La petici¨®n se extiende a la Seguridad Social de Italia, por si los aviadores reciben alguna prestaci¨®n o subsidio en la actualidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.