Cae una red de cultivo y venta de marihuana con 15 ¡®huertos¡¯ por toda Espa?a
El grupo, dirigido por ciudadanos de origen chino, levantaba sus invernaderos dentro de viviendas de lujo o naves industriales
Dejaban los chal¨¦s vac¨ªos de enseres, como nueces de las que solo queda el cascar¨®n y, donde supuestamente deb¨ªa de haber muebles y enseres propios de una casa de recreo, tomaba forma una plantaci¨®n de marihuana indoor con todo tipo de parafernalia. Una gran operaci¨®n policial, denominada Mast¨ªn, ha desarticulado una red criminal que ten¨ªa en producci¨®n al menos 15 plantaciones entre viviendas y naves industriales de toda Espa?a. Seg¨²n las investigaciones, se dedicaba a vender esta droga a Reino Unido envi¨¢ndola por mensajer¨ªa. Tambi¨¦n est¨¢n acusados de sabotear la conexi¨®n a la red el¨¦ctrica y defraudar "cientos de miles de euros a las compa?¨ªas de electricidad".
Hay 31 detenidos y se les ha intervenido 36 kilos de marihuana listos para vender y cerca de 30.000 plantas. La red, dirigida por ciudadanos de origen chino, estaba empezando a colocar a trabajadores de origen vietnamita para hacer las labores de vigilancia de la droga.
Tras un a?o de investigaci¨®n, en la que han participado agentes de la Polic¨ªa Nacional, Guardia Civil y Agencia Tributaria, se puso en marcha un gran dispositivo con 21 registros simult¨¢neos en ocho provincias: Vizcaya, Burgos, Valladolid, Le¨®n, Zamora, Salamanca, Madrid y Guadalajara. Uno de los lideres fue apresado en Sevilla.?
Los investigadores se han enfrentado a dos retos: la gran movilidad de la organizaci¨®n y las tretas para ocultar sus verdaderos nombres. Seg¨²n una nota de prensa, los sospechosos usaban identidades de personas a las que hab¨ªan robado la documentaci¨®n para alquilar las viviendas o veh¨ªculos o dar de alta los suministros de electricidad.
Como toda organizaci¨®n criminal, hab¨ªan estipulado un reparto de tareas, en las que entraba la figura del conseguidor, encargado de encontrar los sitios m¨¢s discretos para plantar la droga; montadores dedicados a instalar la plantaci¨®n en pocos d¨ªas sin llamar la atenci¨®n; cultivadores y cuidadores, que se encontraban en el eslab¨®n m¨¢s bajo de la cadena. A estos ¨²ltimos les tocaba custodiar y evitar el robo de las plantas, por lo que ten¨ªan que permanecer en las naves o las viviendas todo el proceso.
La red contaba con su propio sistema de seguridad: ciudadanos de nacionalidad ucraniana, dotados de armas de fuego, para evitar ataques de bandas rivales. Tambi¨¦n ten¨ªa una extensa red de colaboradores que distribu¨ªan la droga a trav¨¦s de empresas de mensajer¨ªa, en paquetes que no superaban los 15 kilos, y utilizaban una corredur¨ªa de seguros, que cubr¨ªa las perdidas ocasionadas por las intervenciones policiales de los env¨ªos a cambio de una remuneraci¨®n pactada previamente.
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