El cr¨ªptico lenguaje del tiempo: no es una gota fr¨ªa¡­ es una DANA

En muchos ¨¢mbitos de la vida, y m¨¢s en el profesional, y si es t¨¦cnico en mayor medida, el lenguaje se puede tornar oscuro. Si vamos al m¨¦dico no queremos que nos informen del diagn¨®stico y el tratamiento de forma incomprensible con unos vocablos que no hemos o¨ªdo en nuestra vida y que nos pueden producir confusi¨®n.

Seg¨²n la RAE, una de las acepciones de la palabra jerga es un lenguaje especial utilizado originalmente con prop¨®sitos cr¨ªpticos por determinados grupos, que a veces se extiende al uso general. La ciencia y la meteorolog¨ªa tienen un lenguaje que puede ser calificado como jerga, no en vano proviene del lat¨ªn.

Durante la pasada semana los meteor¨®logos nos hemos empe?ado en usar nuestra jerga. La Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa (AEMET) decidi¨® ya, cuando a¨²n se denominaba Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa (INM), llamar ¡°DANA¡± a la situaci¨®n meteorol¨®gica que ha dado lugar a fuertes tormentas e inundaciones, como las de la semana pasada en Espa?a.

Una DANA es un "remolino" que se separa de la corriente del "r¨ªo" atmosf¨¦rico que fluye sobre nuestras cabezas.

DANA es el acr¨®nimo de Depresi¨®n Aislada en Niveles Altos y es un concepto m¨¢s general que el antiguamente tan manido de gota fr¨ªa. La parte alta de la atm¨®sfera en nuestras latitudes es transitada por un "r¨ªo" de vientos que fluye de oeste a este formando meandros que dan lugar a los anticiclones y las borrascas. Si una de estas ondulaciones se estrangula, deja aislado a un "remolino" que permanece casi est¨¢tico al no ser empujado por la corriente principal. Al estar parado sobre nosotros, favoreci¨® la formaci¨®n de tormentas por el contraste de temperatura entre el aire junto al suelo veraniego y el fr¨ªo del remolino.

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Como vemos este concepto es m¨¢s din¨¢mico, debido al baile de las masas de aire, que t¨¦rmico, como la gota fr¨ªa que ser¨ªa un tipo de DANA. Al igual que las DANA, tambi¨¦n han llegado a los medios conceptos no exentos de espectacularidad y propicios a dar titulares. Ya resultan habituales las ciclog¨¦nesis explosivas, las olas de fr¨ªo y calor, las perturbaciones atmosf¨¦ricas... Muchos de ellos usados en la jerga meteorol¨®gica para describir fen¨®menos tan simples como cuando se genera una borrasca (ciclog¨¦nesis) y la presi¨®n decrece muy r¨¢pidamente (explosiva). Y, sin embargo, han llegado al p¨²blico general generando desde alarma a risas.

Muy probablemente la pr¨®xima DANA llegue al ¨¢rea mediterr¨¢nea este oto?o, y ser¨¢ denominada como gota fr¨ªa por muchos medios, y cualquier borrasca intensa que afecte al ¨¢rea cant¨¢brica aparecer¨¢ en los titulares como ciclog¨¦nesis explosiva, aun sin serlo. Los meteor¨®logos no hemos de perder el norte y convertirnos en eternos correctores de los periodistas. La jerga no puede limitar la comunicaci¨®n de fen¨®menos potencialmente peligrosos para las personas y bienes. En caso de emergencias, la falta de precisi¨®n en los conceptos t¨¦cnicos queda plenamente justificada en aras de paliar los efectos destructivos de los fen¨®menos meteorol¨®gicos.