¡°Fue como estar atrapado en un ata¨²d¡±
Los espa?oles repatriados de San Mart¨ªn relatan la devastaci¨®n causada por el hurac¨¢n Irma y el caos por el pillaje posterior
Miedo por la virulencia y la fuerza del hurac¨¢n nunca visto antes, pavor ante sus consecuencias y desconsuelo durante varios d¨ªas ante el abismo de lo desconocido, de no saber ni cu¨¢nto iba a durar el caos ni qu¨¦ nuevas desgracias acarrear¨ªa. La treintena de espa?oles que aterrizaron a primera hora de este jueves en la base a¨¦rea de Torrej¨®n de Ardoz, en Madrid, procedentes de la isla caribe?a de San Mart¨ªn y supervivientes del hurac¨¢n Irma, relatan a pie de pista sus dram¨¢ticas vivencias y se les nota, tras el alivio de tomar tierra ya en Espa?a, preocupados ahora sobre todo por su futuro. Susana Fargas busca con la mirada a sus tres hijos adolescentes, a su marido, a Hulk, su perro, y sentencia: "Fue como estar atrapado en un ata¨²d".
La operaci¨®n de repatriaci¨®n de los espa?oles atrapados durante d¨ªas en los escombros de San Mart¨ªn ha finalizado y parece todo un ¨¦xito. Son las 7.55 horas y el Airbus 310 del Ej¨¦rcito del Aire, fletado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, aterriza sin problemas en Torrej¨®n en una ma?ana fresca ya del final del verano. El secretario de Estado de Cooperaci¨®n y para Iberoam¨¦rica y el Caribe, Fernando Garc¨ªa Casas, espera al final de la escalerilla a los espa?oles rescatados del horror causado por Irma. Se abre la puerta y empiezan a descender personas en bermudas, chanclas y ropa muy informal. Uno de los primeros, sin embargo, es serbio y solo acierta a decir en ingl¨¦s: "Ha sido un infierno, un desastre".
Daniela Ivan, de Ruman¨ªa, agarra con mucha fuerza a su hijo Eduardo, de a?o y medio, e insiste en la idea de que tras el paso del hurac¨¢n vivi¨® unos d¨ªas de gran angustia. El avi¨®n oficial no ha recogido al final solo a espa?oles desamparados en San Mart¨ªn u otras islas cercanas de esa zona desolada del caribe. El secretario de Estado enumera con satisfacci¨®n sobre la pista que se contabilizaron a 57 personas con inter¨¦s por salir con urgencia de ese pa¨ªs aunque a Madrid solo han llegado finalmente 47, de diez nacionalidades de la Uni¨®n Europea e Iberoam¨¦rica. Espa?oles son una treintena, posiblemente 28, aunque tres de ellos han vuelto con parejas de otros pa¨ªses a los que se ha considerado en su retorno tambi¨¦n espa?oles. El problema, ahora, no era ese.
El objetivo de la operaci¨®n era sacar de San Mart¨ªn a los que quer¨ªan viajar a Espa?a y prestar alguna ayuda humanitaria, que se ha dejado en distintas islas caribe?as. Tras el horror sufrido y la sensaci¨®n de agradecimiento que expresaron al llegar a Madrid, la inquietud que muchos plantearon tiene que ver con su incierto futuro.
Laura Rivera, de 47 a?os, 18 como residente y trabajadora en San Mart¨ªn, es lo primero que quiere trasladar. Un viaje inici¨¢tico para estudiar franc¨¦s acab¨® con el montaje all¨ª en su d¨ªa de un grupo de baile flamenco, Marujas Lim¨®n, le fue bien, se enamor¨® de la isla y de su pareja local y ahora lo ve todo negro: "Me he quedado sin nada, sin techo, sin casa, ha sido muy duro". Laura recuerda que el d¨ªa en que lleg¨® el hurac¨¢n ella ya estaba protegida en una habitaci¨®n habilitada especialmente para empleados y colaboradores como ella en el hotel Westin, apelotonada con otras cien personas, pero que lo peor vino despu¨¦s, al salir, y comprobar que todo era desorden y caos.
"En los d¨ªas siguientes no hab¨ªa nada, ni agua ni luz ni nada, as¨ª dos d¨ªas, patrullaba el ej¨¦rcito franc¨¦s pero era horrible, todo destruido, colas para todo, no sab¨ªamos ni qu¨¦ hacer ni qu¨¦ iba a pasar por lo que cuando supimos que vendr¨ªa un avi¨®n espa?ol y cuando lo vimos ya nos volvimos locos", cuenta Laura y a?ora ya a su marido, mec¨¢nico en Santa Luc¨ªa, y a su gato. Laura y varios de los espa?oles repatriados remarcan mucho las escenas de pillaje y robos masivos que se sucedieron a partir del paso destructor del hurac¨¢n y se pregunta ya con inquietud por su futuro.
A Susana Fargas se le pregunta obviamente por c¨®mo vivi¨® el desastre y tambi¨¦n por si piensa ya en volver a San Mart¨ªn. Duda. Mira a su marido como buscando otro tipo de rescate. Luego acierta a decir que se lo tienen que pensar. Su esposo reflexiona un poco m¨¢s y aventura que a lo mejor ahora el Gobierno espa?ol o alguien facilita recursos para volver a empezar.
Eduardo L¨®pez y Susana emigraron hace cuatro a?os a San Mart¨ªn para emprender all¨ª una nueva vida con sus tres hijos adolescentes, Eduardo, Carlos y Daniela, de 16, 13 y 11 a?os, y con Hulk, su perro, y all¨ª impulsaron su particular Made in Spain, una empresa de exportaci¨®n e importaci¨®n de vinos, productos espa?oles y ron. Ahora empezaba a ir bien, muy bien. Eduardo L¨®pez padre habla tranquilo de la experiencia vivida y apunta, adem¨¢s, que este no fue su primer hurac¨¢n, aunque s¨ª el peor. Y hace memoria del recuerdo m¨¢s traum¨¢tico: "Se pasa mucho miedo pero lo peor es el ruido, esa avalancha de cosas, techos, tejas y otros objetos volando y picando contra la madera de tu casa y tambi¨¦n que no sabes cu¨¢nto tiempo va a durar todo, llega un impacto y no sabes si ser¨¢ el ¨²ltimo o cuando vendr¨¢n m¨¢s". Los hijos mayores remachan tambi¨¦n su desconcierto por la lluvia de golpes desconocidos y por el ruido.
A Phoenix, la hija de 12 a?os de Cristina Mart¨ªn, los militares espa?oles que han operado el avi¨®n y que han maniobrado para aterrizar sin controladores y con una aproximaci¨®n solo visual en la pista anegada de San Martin, le han regalado por su cumplea?os un mu?eco de peluche. El aniversario fue justo ayer, pero no era el d¨ªa apropiado para festividades. Su madre, Cristina, de Barcelona, se dedicaba en San Mart¨ªn desde hace 14 a?os al mundo del turismo, como muchos otros de los recuperados y tambi¨¦n destaca como lo peor de lo sufrido el miedo posterior al hurac¨¢n por el desenfreno y los robos. Lo mismo subraya y lamenta Yuna Nogueras: "El pillaje ha sido terrible".
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