El 5% de las farmacias recibe est¨ªmulos del Estado para que no cierren
Su viabilidad se ve afectada por la despoblaci¨®n rural, el envejecimiento y los recortes
Un 5% de las 21.968 farmacias que hab¨ªa al cierre de 2016 en Espa?a recib¨ªa est¨ªmulos del Estado para seguir abiertas, seg¨²n los c¨¢lculos del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacia. Son las oficinas que este organismo denomina VEC, de viabilidad econ¨®mica comprometida, de las que agrupaciones empresariales del sector afirman directamente que est¨¢n en quiebra. La despoblaci¨®n de muchos lugares peque?os y los recortes en la factura en medicamentos de las Administraciones son las causas principales de esta situaci¨®n, indica Raquel Mart¨ªnez, presidenta del Consejo de Colegios Profesionales de Farmac¨¦uticos de Castilla y Le¨®n, la comunidad m¨¢s afectada por esta situaci¨®n. La primera, por el proceso demogr¨¢fico natural; la segunda, debida a las medidas tomadas para ahorrar durante la crisis. Con ellas, la factura p¨²blica en medicamentos dispensados con receta pas¨® de los 12.505 millones en 2009 a los 9.189 millones en 2013. El fin del efecto de las decisiones tomadas y el inicio de la recuperaci¨®n han hecho que a finales de 2016 la factura sea de 9.900 millones de euros.
Esta cantidad es importante porque aproximadamente entre el 75% y el 85% de los ingresos de una farmacia viene de la facturaci¨®n de los medicamentos financiados (los de receta), ya que la oficina obtiene un beneficio de alrededor del 27% del precio de estas ventas. Por eso, cuando se rebajan precios de f¨¢rmacos, el sistema sanitario ahorra, pero los farmac¨¦uticos pierden. As¨ª, cuando el ¨²ltimo Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, siendo Leire Paj¨ªn ministra de Sanidad a finales de 2011, prepar¨® nuevas rebajas en los precios de los medicamentos financiados p¨²blicamente (los de receta), ya anunci¨® un plan de ayuda para las farmacias rurales, pero este nunca se desarroll¨®.
La amenaza de la despoblaci¨®n
El 33,8% de las farmacias de Soria est¨¢ en situaci¨®n de viabilidad comprometida. Todas est¨¢n fuera de la capital. Es el ejemplo m¨¢s claro del impacto de la despoblaci¨®n y el envejecimiento en estos negocios.
Cuenca es la segunda provincia con m¨¢s farmacias en esta situaci¨®n: el 27,6%.
El grupo de las cinco provincias con m¨¢s problemas lo completan Zamora (el 25%), Segovia (24%) y Guadalajara (el 22,8%).
No todas las oficinas en esta situaci¨®n est¨¢n en entornos rurales. Seg¨²n el Consejo de Colegios de Farmacia, 81 de las 972 est¨¢n en capitales de provincia: 20 en Madrid, 14 en Pamplona y 7 en Sevilla.
De las casi 22.000 farmacias que hay en Espa?a, unas 2.000 est¨¢n en pueblos de menos de 1.000 habitantes. Es lo que sucede con la de Francisco Aceituno, titular de la oficina de Villel de Mesa (Guadalajara), una poblaci¨®n de unos 200 habitantes, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. "Llegu¨¦ aqu¨ª hace 10 a?os, justo antes de la crisis", cuenta. "Estaba de adjunto en otra farmacia y decid¨ª emprender en un sitio que me apreci¨® muy bonito". Eso s¨ª, tuvo que pedir un cr¨¦dito para conseguir la adjudicaci¨®n e instalarse.
?l vive en el pueblo, por lo que, a veces, hace horas extra sin querer, cuando los vecinos van a buscarle si necesitan algo y ¨¦l tiene el establecimiento cerrado. "Pero, en general, son muy respetuosos. De hecho, alguno espera a llegar aqu¨ª cuando viene del m¨¦dico para hacerme a m¨ª el gasto", cuenta. Ya sab¨ªa que salir adelante no iba a ser f¨¢cil, pero no contaba con la crisis. "2010 fue mi punto de inflexi¨®n. Hasta entonces me manten¨ªa, pero ese a?o hubo una bajada de precios, cambiaron las aportaciones [un porcentaje sobre las ventas que las farmacias deben obligatoriamente rebajar a las comunidades] y adem¨¢s hubo un problema de impagos por parte de Castilla-La Mancha". Sobrevivi¨® a base de pedir otro cr¨¦dito, que a¨²n paga. "La verdad es que si hubiera tenido alguna oportunidad, habr¨ªa echado el cierre", admite. "Y ello con pesar por mis vecinos, que se iban a quedar desatendidos".
Tampoco le habr¨ªa sido tan f¨¢cil. Las farmacias son establecimientos privados que dan un servicio p¨²blico. Aunque sus due?os son particulares que intentan vivir de su negocio, est¨¢n muy reguladas ya que su actividad principal, la dispensaci¨®n de medicamentos, es clave en la prestaci¨®n sanitaria. En muchos pueblos peque?os, son el ¨²nico agente sanitario fijo, porque los m¨¦dicos y enfermeros acuden al consultorio solo unas horas algunos d¨ªas a la semana.
El caso de Aceituno es un ejemplo de lo que luchan y de la situaci¨®n de muchos de estos establecimientos. Al ser VEC, tienen derecho a lo que denominan un ¨ªndice corrector, la posibilidad de que el Estado no solo no les obligue a hacerle un descuento, sino que les bonifique proporcionalmente a lo que le facturan. Ni a Aceituno ni a Raquel Mart¨ªnez, presidenta de los farmac¨¦uticos de Castilla y Le¨®n, la comunidad con m¨¢s boticas en situaci¨®n precaria, les gusta que a eso se le llame ayuda. T¨¦cnicamente se denomina ¨ªndice corrector. Esta medida se introdujo para reducir la factura Estatal, y consiste, b¨¢sicamente, en que las farmacias hacen un descuento obligatorio a las comunidades en funci¨®n de lo que facturan. Pero, en 2011, ante la crisis, hubo que introducir el ¨ªndice corrector negativo: la que facturan menos de una cantidad (12.500 euros al mes) reciben una cantidad que va de los 833 euros si las ventas son de cero euros, hasta unos 200 cuando est¨¢n m¨¢s cerca del l¨ªmite. Es el caso de la farmacia de Aceituno y de la mayor¨ªa de las farmacias en situaci¨®n comprometida, indica Mart¨ªnez. "Pero eso no garantiza la viabilidad. Como mucho, me sirve para pagar aut¨®nomos", afirma Aceituno.? ?
Ampliar las prestaciones
Raquel Mart¨ªnez es presidenta de los farmac¨¦uticos de Castilla y Le¨®n, la comunidad que m¨¢s oficinas tiene en situaci¨®n de viabilidad comprometida (255, un 15,7% del total). "En nuestro caso los dos problemas, los recortes por la crisis y el envejecimiento y la despoblaci¨®n son m¨¢s acusados", dice. Pero se resiste a que las farmacias desaparezcan de los pueblos.
"Creo en nuestro modelo. Tenemos el papel fundamental de hacer accesible el medicamento, y, adem¨¢s, un contenido asistencial", afirma. "Muchas veces somos el ¨²nico profesional sanitario del pueblo", dice.
Hacer eso compatible con la viabilidad econ¨®mica de los establecimientos es complicado, admite. "Primero, hay un problema de ordenaci¨®n. Hay que elegir muy bien d¨®nde se abre una farmacia, y, si alguna cierra, transformarla en un botiqu¨ªn". Es decir, un local que tenga menos requisitos de horario y existencias pero que de un servicio b¨¢sico e imprescindible. Tambi¨¦n pide que el profesional que se vea obligado a cerrar su farmacia tenga oportunidades para optar a una nueva concesi¨®n.
Pero, sobre todo, Mart¨ªnez -igual que Francisco Aceituno, farmac¨¦utico de Villel de Mesa en Guadalajara- cree que el futuro de sus establecimientos est¨¢ en dar una atenci¨®n integral, no solo de dispensaci¨®n de medicamentos, sino tambi¨¦n como agentes de promoci¨®n y prevenci¨®n de la salud. Esto entra de lleno en la llamada prestaci¨®n farmac¨¦utica, la actividad de las boticas que quieren dar una atenci¨®n integral, con seguimiento de los pacientes, consejos y oferta de algunas pruebas. "Por ejemplo, podemos ser muy eficaces en el cribado de c¨¢ncer de colon, con la prueba de sangre en heces. Tambi¨¦n en las pruebas de detecci¨®n r¨¢pida del VIH y en otras muchas", se?ala Mart¨ªnez. Todo con tal de mantener un servicio cercano al usuario.
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