El sol oscuro

Hay en la historia reciente de Espa?a un sol oscuro y hay el sol de Machado, aquella infancia. El sol oscuro fue vendido a los j¨®venes como la metralla, en pedazos enga?osos, resbaladizos y crueles; el sol que animaba a las patrullas del amanecer a amedrentar a los enemigos, con el se?uelo fascista de entonces: el ma?ana te pertenece. Tomorrow belongs to me. Esa arena negra sobre la que transit¨® parte de la juventud de la preguerra y de la guerra se escondi¨® luego en la mazmorra de los objetos que nunca debieron ser puestos en las manos de los j¨®venes espa?oles, pues sirvi¨® en su d¨ªa para alquilar el desprecio, para vender lo peor de las almas que habitan este pa¨ªs, marcadas por el odio, ese aliento negro de las guerras.

Al principio de la manifestaci¨®n de Barcelona, que se convoca para juntar a unos con otros, a los que ya no se saludan con aquellos que fueron sus paisanos de barrio, sus amigos de escuela y de jarana, pudo verse a algunos grupos de abanderados que llevaban en la boca, adem¨¢s, aquella ponzo?a, el Cara al sol; la invocaci¨®n de aquel himno tiene que herir hoy los prop¨®sitos de la manifestaci¨®n, porque atenta de manera directa con la concordia que se puso en marcha en 1978 y que ahora por tantas razones, no solo catalanas, o de los catalanes de la escisi¨®n, parece romperse o ya parece rota. Nada hay peor que ese himno para alertar a lo peor de nosotros, de nuestra historia, y despertar el esp¨ªritu de vencedores y vencidos, de enfrentamiento civil, que esa canci¨®n y los gestos de esa canci¨®n suponen como met¨¢fora de lo que jam¨¢s debe cantarse de nuevo.

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Dec¨ªa Bertolt Brecht que deb¨ªa cantarse tambi¨¦n en los tiempos sombr¨ªos. Cantarse, buscar voz para aquello que una a los hombres en la dificultad o el desamparo; esa canci¨®n de victoria flatulenta que cantaban al principio de la manifestaci¨®n estos ciudadanos es una cruel desavenencia con el esp¨ªritu con que fue convocada esa marcha en Barcelona. Pedir que cese esa canci¨®n y lo que ella supone no es tan solo pedir una canci¨®n distinta, es una apelaci¨®n tambi¨¦n al buen gusto con que los espa?oles debemos conducirnos ahora para que diciendo que queremos estar juntos estemos de veras juntos. Cantar el Cara al sol es un retraso tan grosero que nos lleva a los tiempos en que tan solo pod¨ªan aspirar al ma?ana los que levantaban el brazo para se?alar el futuro que quer¨ªan solo para ellos y para denunciar con el dedo a aquellos que no ten¨ªan su propio pensamiento ¨²nico.

Cantar, s¨ª, pero no cantar viejas melod¨ªas que ya hicieron suficiente da?o. Entonces lo fue y ahora lo es tambi¨¦n: el Cara al sol es el sonido del sol oscuro de la historia.