Consecuencias de la secesi¨®n
La separaci¨®n unilateral de Catalu?a dejar¨ªa al territorio fuera de la UE, del euro, Schengen y los grandes acuerdos comerciales. El futuro de la deuda p¨²blica y las pensiones a?aden incertidumbre al panorama econ¨®mico
La independencia de Catalu?a acarrear¨ªa, al menos, 10 consecuencias inmediatas y nefastas para el nuevo pa¨ªs. Desde la salida autom¨¢tica del euro (con turbulencias monetarias imprevisibles) a una existencia fuera de la Uni¨®n Europea en el que el estatus internacional de la nueva Catalu?a quedar¨ªa desdibujado e irreconocible. As¨ª ser¨ªan los primeros d¨ªas de la Rep¨²blica de Catalu?a.
1. ?Catalu?a, fuera de Europa?
Solo muy recientemente el president Carles Puigdemont ha reconocido que si gana la separaci¨®n de Espa?a, Catalu?a deber¨ªa ¡°pedir el ingreso¡± en Europa. Es decir, que, de entrada, la independencia la propulsar¨ªa fuera de la Uni¨®n Europea. El mandatario catal¨¢n desment¨ªa as¨ª cinco a?os de propaganda nacionalista de los suyos. Perjuraba la campa?a que los catalanes seguir¨ªan siempre y en cualquier caso dentro de la UE. Y que en la peor hip¨®tesis se producir¨ªa una salida/reingreso pr¨¢cticamente simult¨¢neos, o una reintegraci¨®n ad-hoc a toda velocidad, como dijo el Consell Assessor per a la Transici¨® Nacional en abril de 2014. Todo sin contratiempos, ni perjuicios, ni rev¨¦s ninguno.
Expertos catalanistas, como Antoni Castells, advert¨ªan, por el contrario, que ¡°ser¨ªa dif¨ªcilmente soportable quedarse fuera¡±. ¡°Catalu?a no puede permitirse¡± ese ¡°lujo¡±, a?ad¨ªa Francesc Granell, dadas las relaciones econ¨®micas y sociales que la vinculan con su entorno natural. Hace pocos d¨ªas, el diplom¨¢tico brit¨¢nico al que los independentistas hab¨ªan adoptado como gur¨², Graham Avery, les decepcionaba sentenciando que, en caso de declaraci¨®n unilateral de independncia, ¡°es bastante claro¡± que ¡°ning¨²n miembro de la UE va a reconocer la independencia de Catalu?a¡±. La sesi¨®n del Parlamento Europeo del mi¨¦rcoles permiti¨® visualizar la primac¨ªa que este organismo ¡ªcomo la Comisi¨®n y el Consejo Europeo¡ª otorga al mantenimiento de la Constituci¨®n y en consecuencia de la integridad territorial espa?ola: al igual que sucede en todos los Estados miembros continentales.
Fuera de Europa, Catalu?a ser¨ªa un OVNI, un vagabundo errante en el espacio
?Catalu?a fuera de Espa?a y de Europa? Lo inveros¨ªmil pugna por convertirse ya en una, aunque remot¨ªsima, posibilidad te¨®rica, adem¨¢s de ret¨®rica. Hasta ahora resultaba inimaginable: porque por historia, por posici¨®n geogr¨¢fica, por voluntad de sus ¨¦lites y profesionales, porque el aire que respira es europeo, Catalu?a solo puede pensarse como europea. Fuera de la ¨²nica Europa realmente existente, la UE, ser¨ªa un OVNI, un vagabundo errante en el espacio.
subir2. La ruina del 'Catalexit'
Buena parte de los trabajos de los economistas catalanes han tratado de minimizar el impacto negativo de la auto-expulsi¨®n de Catalu?a de la Uni¨®n, el Catalexit; algunos mediante el dibujo de escenarios de ciencia-ficci¨®n; otros se han centrado en los efectos de la mera ruptura de relaciones con Espa?a, sin incorporar los propiamente europeos. De modo que hay carencia de estudios s¨®lidos sobre las consecuencias de la deseuropeizaci¨®n de Catalu?a. Quiz¨¢ porque parec¨ªa un escenario rid¨ªculo o imposible. Aunque s¨ª se van perfilando algunos efectos inmediat¨ªsimos de una eventual separaci¨®n, como la p¨¦rdida de la (ya dif¨ªcil) candidatura de Barcelona a la Agencia Europea del Medicamento.
Pero siguen faltando cifras. As¨ª que para estimar ese impacto con referencias veros¨ªmiles, habr¨¢ que recurrir a la experiencia comparada, aunque sea distante. La m¨¢s reciente, la brit¨¢nica. Uno de los m¨¢s exhaustivos estudios sobre las consecuencias del Brexit, el del Tesoro del a?o pasado, recuerda los beneficios econ¨®micos que para el reino trajo el ingreso en la Uni¨®n. Entre ellos, una mayor apertura comercial; un fuerte incremento de la productividad; un mercado interior abierto (la mayor potencia comercial del mundo) sin aranceles internos, ni cuotas, ni barreras t¨¦cnicas; una uni¨®n aduanera amplia con tarifa exterior com¨²n pero sin fronteras internas entre 28 pa¨ªses; tratados comerciales ya establecidos con una cincuentena de pa¨ªses (y no heredables en caso de separaci¨®n), que permiten un ampl¨ªsimo acceso a la econom¨ªa global; unas facilidades de inversi¨®n directa que le han permitido aumentarla en m¨¢s de un 27%. En suma, la ocasi¨®n de una econom¨ªa pr¨®spera potencialmente generadora de empleo abundante.
Para los ciudadanos supondr¨ªan la vuelta a las fronteras y? a los visados
Los t¨¦cnicos del Tesoro calcularon que en caso de consumarse el Brexit, el PIB nacional se reducir¨ªa entre un 3,4% y un 9,5% anual y las p¨¦rdidas de ingresos por familia oscilar¨ªan entre 2.600 libras y 5.200 libras anuales (algo m¨¢s en su conversi¨®n a euros): cifras que concretan el abanico entre el escenario m¨¢s favorable, la reconducci¨®n del pa¨ªs a la situaci¨®n de Noruega en el Espacio Econ¨®mico Europeo, al m¨¢s adverso, tener que regirse solo por las reglas de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio. Si el balance de la no pertenencia a Europa se calcula tan dram¨¢tico para la quinta econom¨ªa del mundo, primera potencia militar europea y emporio en el uso creativo de las nuevas tecnolog¨ªas y las industrias del talento, ?qu¨¦ ocurrir¨ªa con Catalu?a?
subir3. Sin moneda o con una ajena
Una Catalu?a independiente no seguir¨ªa en el euro, porque no formar¨ªa parte de la UE y el euro es la moneda de la UE. No estar¨ªa en la uni¨®n monetaria al menos hasta que fuese admitida en la Uni¨®n con may¨²sculas, lo que requiere el voto un¨¢nime de todos los Estados miembros, Espa?a incluida. Artur Mas prometi¨® en 2014 que ¡°en cualquier escenario Catalu?a va a estar en el euro, mientras cumpla las condiciones, como ahora; hay pa¨ªses que no est¨¢n en la UE y tienen euro; Catalu?a lo tendr¨¢ si quiere¡±.
Una tras otra, todas esas afirmaciones son falsas. Catalu?a no est¨¢ en el euro (sino en funci¨®n de formar parte de Espa?a). No cumple (no debe cumplir) ninguna condici¨®n ahora, sino que deber¨ªa hacerlo justo un a?o antes de su adhesi¨®n a la moneda (en caso de que ya hubiese accedido a la UE), acreditando al menos un d¨¦ficit m¨¢ximo del 3% del PIB (incumple) y una deuda del 60% (incumple). No hay pa¨ªses que ¡°tienen¡± el euro sin estar en la UE, sino que lo ¡°usan¡± tras ser autorizados por ello por Bruselas mediante un acuerdo, como M¨®naco, San Marino, Vaticano y Andorra, y sin ning¨²n acceso a los ¨®rganos de gobernanza de la uni¨®n monetaria. El economista Jordi Gal¨ª sostuvo en 2012 que el caso de M¨®naco era ¡°una referencia ¨²til¡± para Catalu?a. Pero el acuerdo monetario Bruselas-M¨®naco no sigue el modelo de los que se traban con Estados soberanos. M¨®naco lo firm¨® con la UE ?y con Francia!, pa¨ªs que tutela al Principado, y en calidad de territorio tutelado, porque limita su capacidad de emisi¨®n a una cuota del total franc¨¦s. Si esa es la referencia del secesionismo, Catalu?a deber¨ªa firmarlo tambi¨¦n con Espa?a y ocurrir¨ªa que en el sistema monetario y financiero de la Rep¨²blica catalana mandar¨ªa el Banco de Espa?a.
Otra salida ser¨ªa la emisi¨®n de una moneda propia, quiz¨¢ la pe?eta (pieza peque?a), la moneda medieval catalana que dio nombre a la peseta de Laure¨¤ Figuerola. El problema es que ser¨¢ dif¨ªcil que mejoren r¨¢pidamente los malos datos de hoy: una importante deuda p¨²blica, superior al 100% del PIB y sin posibilidad de financiarla como hasta ahora gracias al FLA espa?ol ni tampoco en los mercados internacionales dada su calificaci¨®n de deuda basura. As¨ª que la Rep¨²blica catalana empezar¨ªa su andadura con una crisis financiera de caballo, debiendo devaluar dr¨¢sticamente su moneda en relaci¨®n con el euro, lo que conducir¨ªa a la ciudadan¨ªa catalana a la ruina y/o la miseria.
subirDeber¨ªan reajustarse las cuotas de pesca y la agricultura perder¨ªa las ayudas
4. Adi¨®s al paraguas del BCE
Si un Estado miembro de la UE pertenece a la uni¨®n monetaria ¡ªla llamada eurozona¡ª, los bancos de ese pa¨ªs gozan de un marco monetario y financiero de primer¨ªsima calidad, potencia y amparo, comparable al m¨¢s potente del mundo, el norteamericano.
Esos bancos tienen derecho a recibir del Banco Central Europeo (BCE) ingentes apoyos de liquidez (deben avalarlos con "colaterales" o activos de su balance que sean realizables); a recibir transfusiones de liquidez de emergencia en caso de sufrir una crisis (tambi¨¦n bajo garant¨ªas); y a disponer de un "pasaporte" europeo que les permite instalarse en cualquier ciudad de la UE, as¨ª como lanzar emisiones de activos aceptadas simult¨¢neamente en todo el mercado de la eurozona.
Pero adem¨¢s, en cuanto que est¨¢ ya en marcha la Uni¨®n Bancaria, la demostraci¨®n de la calidad de su balance debe ser m¨¢s evidente, porque lo certifica (a partir de que tenga cierto tama?o) el Mecanismo ?nico de Supervisi¨®n (incardinado en el BCE). Y adem¨¢s goza en caso de hacer aguas (y sobre todo, gozan los contribuyentes, porque no habr¨¢n de financiarlo) del apoyo del Fondo de Resoluci¨®n, la herramienta europea del rescate (si es posible) o de la liquidaci¨®n (ordenada). Esta adscripci¨®n, adem¨¢s, en un contexto de pol¨ªtica monetaria expansiva, permite a los bancos financiarse a baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s (aumentando su solvencia), lo que poco o mucho deben acabar trasladando a sus clientes.
Hasta esta semana la gran banca de origen catal¨¢n y dimensi¨®n espa?ola o global (Caixabank y Sabadell) gozaba de estas ventajas y privilegios desde sus sedes en Catalu?a, porque no hab¨ªa duda de que eran entidades del ¨¢mbito de un Estado miembro de la eurozona: ahora han decidido profesionalmente cambiar de ciudad/sede, precisamente para garantizar esos blindajes, que corr¨ªan peligro por las incertidumbres que ha sembrado el secesionismo en los mercados y entre los depositantes. Aunque los medios de la plutocracia independentista subvencionados por la Generalitat lo endosen a una "gran operaci¨®n de intimidaci¨®n" (no del Govern, sino del Gobierno). La gran banca catalana se ha protegido, salvando el abismo de la declaraci¨®n de independencia (o suced¨¢neo). Pero al parad¨®jico coste de que el independentismo haya aplastado y aniquilado el secular sue?o catalanista de consolidar un potente poder financiero con sede en Catalu?a. Quiz¨¢ por siempre. Algunas entidades de menor tama?o no han tomado a¨²n decisiones de relocalizaci¨®n, como la caja cooperativa de los ingenieros, o la de Guissona. La de los arquitectos y abogados emigr¨® tambi¨¦n el viernes. El p¨¢ramo.
subir5. Schengen, en el aire
El acuerdo relativo a la supresi¨®n de fronteras interiores de la UE toma su nombre de una peque?a localidad luxemburguesa, Schengen, en la que se firm¨® ese pacto que traduce de modo ejemplar el principio fundamental, tantas veces repetido, de la libre movilidad de las personas en Europa (un principio que es, por cierto, uno de los elementos contra los que naci¨® el Brexit: el Gobierno brit¨¢nico quer¨ªa limitar la entrada de inmigrantes de la UE). Entr¨® en vigor en 1995 y lo han firmado algunos pa¨ªses que no est¨¢n en la Uni¨®n (Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia), mientras que Reino Unido, Irlanda, Rumania, Bulgaria, Chipre y Croacia no forman parte de ¨¦l. Varios an¨¢lisis jur¨ªdicos coinciden en que una hipot¨¦tica Catalu?a independiente quedar¨ªa fuera del espacio Schengen.
La mayor¨ªa de los juristas se decanta por dar a Schengen el mismo trato que al resto de tratados europeos: si Catalu?a se independiza tendr¨¢ que solicitar su entrada y negociarlos durante a?os. "La ley es muy clara: una declaraci¨®n unilateral de independencia sacar¨ªa inmediatamente a Catalu?a de la Uni¨®n Europea, privar¨ªa a los catalanes de los derechos que disfrutan como ciudadanos europeos y supondr¨ªa la vuelta a las fronteras y a los visados porque los catalanes dejar¨ªan de disfrutar de la libertad de movimiento en un espacio de seguridad jur¨ªdica mutua que garantiza el Tratado de Schengen", seg¨²n un informe de la Fundaci¨®n Alternativas. Al ser un tratado mixto, la solicitud de ingreso requerir¨ªa un acuerdo un¨¢nime. Con el voluntarismo habitual, el soberanismo ha reiterado que Europa aceptar¨ªa a Catalu?a por su propio inter¨¦s para controlar la inmigraci¨®n irregular, las redes de crimen organizado, las rutas de la droga y todo tipo de pr¨¢cticas relacionadas con la corrupci¨®n. El Consejo Asesor para la transici¨®n nacional present¨® en su d¨ªa un estudio ¡ªcon el membrete de la Generalitat¡ª que apunta que Catalu?a "podr¨ªa ser miembro del espacio Schengen, en especial si pertenece a la EFTA (una asociaci¨®n de libre comercio a la que pertenecen Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia), pero antes tendr¨ªa que cumplir una serie de requisitos", como el control eficaz de sus fronteras. Pero para ingresar en la EFTA deber¨ªa cumplir antes, una vez m¨¢s, una interminable serie de requisitos.
subir6. Acuerdos comerciales
Un Brexit a¨²n m¨¢s endiablado. Reino Unido vot¨® en refer¨¦ndum salir de la UE hace ya m¨¢s de un a?o. Y esa salida provoca autom¨¢ticamente que Reino Unido se queda fuera de las decenas de acuerdos comerciales firmados con la UE: Londres debe pactar con Bruselas su futura relaci¨®n comercial, pero de la misma manera tiene que negociar desde cero tratados comerciales con todos los pa¨ªses del mundo. Todo eso se complica endiabladamente en el caso catal¨¢n: en primer lugar necesitar¨ªa el reconocimiento internacional, para despu¨¦s empezar a negociar acuerdos que suelen tardar a?os. El pacto comercial m¨¢s importante ser¨ªa, parad¨®jicamente, con Espa?a, con quien Catalu?a tiene estrechos lazos comerciales y de inversiones. Lo mismo sucede con la UE. Una alternativa ser¨ªa solicitar el ingreso en la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio (EFTA, con Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza). Para ello hace falta un acuerdo un¨¢nime de esos cuatro pa¨ªses. Y para ello, una vez m¨¢s, hace falta un reconocimiento internacional que en estos momentos es de lo m¨¢s difuso. "No parece que vaya a haber muchas dificultades para la adhesi¨®n a esta organizaci¨®n", concluye con indisimulado voluntarismo un informe del Consejo asesor para la transici¨®n nacional encargado por la Generalitat.
Esa ser¨ªa la puerta de entrada al Espacio Econ¨®mico Europeo, que aplica las normas relativas al mercado interior y permite beneficiarse de las libertades econ¨®micas de la Uni¨®n sin participar en la toma de decisiones. Ese informe admite que en caso de que se obstaculizara una integraci¨®n r¨¢pida y en r¨¦gimen transitorio de Catalu?a en la UE, Catalu?a deber¨ªa dotarse de una estrategia alternativa para acceder a los mercados internacionales, clave para una econom¨ªa tan abierta como la catalana. Para ello hay que firmar acuerdos multilaterales con la Organizaci¨®n Mundial del Comercio (OMC). Y eso no es posible sin ser miembro de la OMC: m¨¢s problemas. Los efectos secundarios de una declaraci¨®n de independencia dejar¨ªan huella en varios cap¨ªtulos econ¨®micos y comerciales: las fuentes consultadas en Bruselas explican que Catalu?a tendr¨ªa que renegociar las cuotas de pesca con la UE, y los agricultores perder¨ªan, de entrada, las ayudas de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n. "Todo eso es terriblemente complicado con Reino Unido, que es un Estado reconocido internacionalmente; con una regi¨®n cuyo reconocimiento est¨¢ en el aire, esto es como hablar de ciencia ficci¨®n", admiten las fuentes consultadas en Bruselas.
subir7 La ONU, al margen: ¡°Los Estados reconocen Estados¡±
Otro de los territorios inexplorados que recorrer¨ªa una Catalu?a independiente es su relaci¨®n con Naciones Unidas. El organismo reh¨²ye abordar directamente el asunto ¡ª¡°el secretario general conf¨ªa en que las instituciones democr¨¢ticas de Espa?a encontrar¨¢n una soluci¨®n¡±¡ª, pero un portavoz aclara que, de forma gen¨¦rica, la clave no tiene que ver con el reconocimiento de los pa¨ªses per se. ¡°La ONU no desempe?a un papel en el reconocimiento de los pa¨ªses como tal; los Estados reconocen a Estados¡±, explica. Catalu?a ingresar¨ªa como nuevo miembro por decisi¨®n de la Asamblea General, bajo recomendaci¨®n del Consejo de Seguridad (formado por los cinco miembros permanentes y 10 rotatorios). EE UU, Rusia, China, Reino Unido y Francia tienen poder de veto.
Sud¨¢n del Sur fue el ¨²ltimo Estado en incorporarse a la ONU, en julio de 2011. El Consejo de Seguridad aprob¨® su ingreso sin llegar a votar, por consenso. Hace dos a?os, ya en plena ebullici¨®n del conflicto independentista catal¨¢n, el Gobierno espa?ol aprovech¨® la declaraci¨®n con motivo del 70? aniversario de la ONU para lanzar un mensaje. El texto, aprobado por iniciativa de Espa?a, recalcaba la obligaci¨®n de ¡°respetar el principio de igualdad soberana de todos los Estados, su integridad territorial e independencia pol¨ªtica¡±. Pero, acto seguido, a?ad¨ªa el que tambi¨¦n es un principio de la ONU, ¡°la libre determinaci¨®n de los pueblos¡±, pero en los supuestos coloniales, de ocupaci¨®n militar o cuando no se respetan los derechos humanos. Informa Amanda Mars
Al igual que ocurre con las instituciones de la Uni¨®n Europea, una Catalu?a unilateralmente independiente no tendr¨ªa cabida en el Consejo de Europa. Esta instituci¨®n, surgida en 1949 como primer intento de alejar al continente del abismo de la guerra, aglutina hoy a 47 pa¨ªses europeos. Las condiciones para adherirse figuran en sus estatutos: "Aceptar los principios del Estado de derecho y del disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales por parte de todas las personas en su jurisdicci¨®n".
La n¨®mina de pa¨ªses miembros, entre los que figuran todos los de la UE, pero tambi¨¦n Turqu¨ªa, Ucrania o Azerbay¨¢n, despierta dudas sobre el cumplimiento de esos valores fundamentales. Pese a todo, los requisitos de entrada s¨ª suponen una barrera. Sin aludir expresamente al caso catal¨¢n, un portavoz de la instituci¨®n asegura que el Estado que desee integrarse en el Consejo de Europa debe solicitarlo al comit¨¦ de ministros, donde est¨¢n representados los 47 Estados miembros. La clave est¨¢ en que la decisi¨®n se adopta por unanimidad. Resulta dif¨ªcil concebir que Espa?a permitiese la entrada de una Catalu?a desgajada sin respetar la legalidad. Dos ejemplos ilustran bien las opciones posibles. En 1993, la instituci¨®n con sede en Estrasburgo acogi¨® entre sus miembros a la Rep¨²blica Checa y a Eslovaquia, que se hab¨ªan divorciado ¡ªamistosamente¡ª unos meses antes. As¨ª que el Consejo de Europa no tuvo problema en admitir como nuevos socios a los Estados legalmente sucesores de la anterior Checoslovaquia.
Peor suerte ha corrido Kosovo, que se independiz¨® de Serbia en 2008 tras el genocidio al que fue sometida una parte de su poblaci¨®n durante la guerra de 1998-1999. Con esos precedentes, la ONU consider¨® legal su independencia dos a?os despu¨¦s de proclamarla. M¨¢s de 100 pa¨ªses (Espa?a no figura entre ellos) lo avalan como Estado. Pese a todo, sus autoridades ni siquiera han llegado a solicitar el ingreso en el Consejo de Europa, donde s¨ª permanece Serbia. Este pa¨ªs de la antigua Yugoslavia sigue sin admitir la secesi¨®n de su antigua provincia.?
subir8. Una caja en n¨²meros rojos para las pensiones
Convencer a los jubilados de las ventajas de la secesi¨®n ha sido uno de los caballos de batalla de los partidos independentistas. Estos no solo han afirmado que se mantendr¨ªan, sino tambi¨¦n que en un nuevo Estado catal¨¢n ser¨ªan "m¨¢s altas" que ahora. "En una Catalu?a independiente las pensiones no solo estar¨ªan garantizadas, sino que mejorar¨ªan", sostiene un documento del Gobierno de la Generalitat del mes pasado. ?Es ello cierto? El sistema espa?ol est¨¢ basado en el principio de reparto. Es decir, las contribuciones sociales van directamente a pagar las pensiones. La Generalitat sostiene en su ¨²ltimo estudio que el conjunto de ingresos y gastos de la Seguridad Social tuvo un d¨¦ficit en Catalu?a de 1.308 millones de euros en 2016, lo cual supone un 7,2% del total de Espa?a. Esas cifras no coinciden, sin embargo, con las que ofrece el Estado. Seg¨²n los datos de la Seguridad Social, la comunidad cerr¨® el a?o pasado con un agujero de 4.963 millones de euros. Ambos datos, en cualquier caso, llevan a la misma conclusi¨®n: un nuevo Estado catal¨¢n necesitar¨ªa fondos para sufragar las pensiones.
Los asesores de Artur Mas elaboraron un documento en el que barajaban dos escenarios. Si hay una separaci¨®n pactada, daban por hecho que habr¨ªa un reparto de la hucha de la Seguridad Social, a la que echar¨ªan mano de inmediato. Si no es as¨ª, los primeros meses ser¨ªan complicados y se deber¨ªa recurrir al Presupuesto, financiado con los impuestos de los ciudadanos. El problema es que desde que se elabor¨® ese documento el Estado ha ido vaciando esa hucha, por lo que Catalu?a en el mejor de los escenarios apenas contar¨ªa con 2.000 millones de euros. La alternativa ser¨ªa, pues, o m¨¢s impuestos o m¨¢s deuda.
Pero el debate de fondo es si Catalu?a est¨¢ mejor preparada para las pensiones. Es cierto que, excluyendo los ciclos recesivos, los saldos de la Seguridad Social tienen un mejor comportamiento en la comunidad que en el conjunto del Estado. Ello se debe, sobre todo, a que Catalu?a tiene una menor tasa de paro y unos salarios algo superiores. Sin embargo, la tasa de envejecimiento desde 1980 se ha incrementado en siete puntos, casi igual que en toda Espa?a, y la edad media de sus ciudadanos y la esperanza de vida son muy similares. Pese a la ventaja de tener una mayor tasa de actividad y m¨¢s afiliados, el volumen de jubilados hace que haya 1,75 afiliados per pensionista, justo en la media espa?ola, y muy por debajo que Madrid (2,5). Una Catalu?a independiente se enfrentar¨ªa, pues, a los mismos retos que ahora tiene Espa?a sobre la mesa en materia de pensiones.
subir9. C¨®mo pagar una gran deuda
Un nuevo Estado catal¨¢n nacer¨ªa con una voluminosa deuda, de 265.082 millones de euros, equivalente al 125% de su Producto Interior Bruto (PIB). El propio vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y el ¨®rgano asesor para la llamada "transici¨®n nacional" sugirieron que sin acuerdo, Catalu?a no deber¨ªa hacerse cargo de ninguna deuda m¨¢s all¨¢ de las contra¨ªdas como Administraci¨®n auton¨®mica, que ascienden a 78.737 millones de euros, incluyendo sus empresas p¨²blicas. Es m¨¢s, Junqueras sugiri¨® que la deuda podr¨ªa ser usada como elemento para forzar al Estado a sentarse a negociar. Sin embargo, hay consenso entre los economistas en que la independencia solo es posible con un acuerdo, por lo que Catalu?a deber¨ªa hacerse cargo de parte de la deuda espa?ola. ?Cu¨¢nta? El criterio m¨¢s extendido es que se llevar¨ªa la parte proporcional del peso de la econom¨ªa catalana en el conjunto de Espa?a, del 19%, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). De acuerdo con los datos del Banco de Espa?a, descontando los mecanismos de liquidez para las comunidades aut¨®nomas, la comunidad deber¨ªa asumir 186.345,5 millones de euros, lo que sumado a su deuda actual arroja 265.082 millones.
Catalu?a ser¨ªa uno de los pa¨ªses m¨¢s endeudados de Europa, solo por detr¨¢s de Grecia, Italia y Portugal. Sin embargo, el mayor problema no ser¨ªa arrastrar esa losa, sino c¨®mo afrontarla. El Gobierno de la Generalitat tiene los mercados cerrados a cal y canto desde 2012, cuando tuvo que pedir asistencia al Gobierno central. Con una deuda situada por las agencias de calificaci¨®n de riesgos al nivel de bono basura, hoy su ¨²nico prestamista es el Fondo de Liquidez Auton¨®mico (FLA). "El Estado es el ¨²nico banco al que podemos acudir", record¨® en varias ocasiones el exconsejero de Econom¨ªa Andreu Mas-Colell. Seg¨²n los datos de la propia Generalitat, a finales de este a?o el 78% de su deuda estar¨¢ en manos del FLA. A pesar de los intentos de Junqueras, que recientemente ha viajado a Estados Unidos para reunirse con instituciones financieras, Catalu?a no ha podido regresar a¨²n a los mercados para pedir prestado. Y las perspectivas no son nada halag¨¹e?as. La agencia de rating Moody's ha recordado que la Generalitat afronta "altas necesidades de refinanciaci¨®n" y tiene una "posici¨®n de liquidez significativamente debilitada" en los ¨²ltimos a?os, lo cual complicar¨ªa el acceso de la Administraci¨®n general de una Catalu?a independiente a los mercados mayoristas, al menos hasta que se disiparan todas las incertidumbres iniciales.
subirLa gran banca se protege y aniquila el sue?o de un poder financiero catal¨¢n
10 El Bar?a quiere seguir, La Liga no se lo confirma
El Bar?a desea seguir jugando Liga y Copa como lo ha hecho toda la vida, aunque el Govern declare la independencia. Tambi¨¦n los otros dos clubes catalanes de Primera, Espanyol y Girona. Pero esa continuidad depender¨ªa de la administraci¨®n deportiva y de La Liga. La situaci¨®n se puede extrapolar al resto de los grandes deportes, aunque en algunos casos, como en el hockey patines, m¨¢s de un club se ha mostrado partidario del derecho a la autodeterminaci¨®n.
¡°Vamos a ver qu¨¦ pasa. Si se produce la declaraci¨®n de independencia, autom¨¢ticamente citar¨¦ a los clubes catalanes. No se producir¨ªa una ruptura inmediata, pero la clave est¨¢ en la federaci¨®n catalana. Si esta apoya esa postura, pues quedar¨ªan fuera de las competiciones estatales. Nuestra obligaci¨®n es escuchar pero hay que cumplir el reglamento¡±, dice Javier Tebas, presidente de La Liga. Todas las federaciones e instituciones que organizan competiciones en Espa?a est¨¢n sujetos a la Ley del Deporte, que hace expl¨ªcito que las disputan los clubes de Espa?a y de Andorra. ¡°Se entiende que mientras Catalu?a no fuera reconocida como pa¨ªs por Espa?a, los clubes seguir¨ªan siendo espa?oles de facto¡±, dicen en la Asociaci¨®n de Clubes de Baloncesto.
El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol ha convocado una reuni¨®n de su comit¨¦ ejecutivo en la que analizar¨¢ la incidencia de la situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a y los Juegos Mediterr¨¢neos de Tarragona en 2018. Catalu?a tiene un peso enorme en el deporte espa?ol. 95 de los 309 ol¨ªmpicos en R¨ªo 2016 eran catalanes. De las 17 medallas espa?olas en esa cita, ocho tuvieron participaci¨®n catalana (cuatro individuales). El deporte catal¨¢n es especialmente hegem¨®nico en algunas disciplinas como el waterpolo, el hockey hierba y el hockey patines. Informa Robert ?lvarez
subirEl desaf¨ªo independentista catal¨¢n
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