Rep¨²blica nonata, a?o cero, poder cero

Esta rep¨²blica no pasar¨¢ del fin de semana. De hecho, dej¨® de existir s¨®lo nacer, gracias a la forma que adquiri¨® el parto, antiheroica, incomprensible, confusa, adem¨¢s de contraria a toda legalidad, como todo lo que han hecho quienes la han engendrado. Sus primeras horas de vida, si es que esto es vida, no se han hecho notar en ning¨²n sitio. Barcelona no se ha convertido en una fiesta, apenas un poco en Girona y alguna otra peque?a ciudad y punto. Pero lo m¨¢s importante es que sus autoridades han desaparecido, han renunciado a ejercer el poder que sobre el papel se auto otorgaban y ni siquiera han abierto la boca. Una rep¨²blica invisible, muda y sorda, que ni siquiera exhibe s¨ªmbolos y gestos, es una rep¨²blica inexistente, que no ha nacido, nonata.

Ahora s¨ª que se acab¨® el cuento. El relato ya no da m¨¢s de s¨ª. No se lo cree nadie. Y el proceso iba sobre todo de relato, de hacer ver que las cosas eran como deber¨ªan ser alg¨²n d¨ªa, seg¨²n la febril imaginaci¨®n independentista. No hay gente abducida por medios y por sistemas escolares, pero sin medios y sin sistema escolar no hab¨ªa posibilidad de construir la ficci¨®n y luego mantenerla.

La rep¨²blica s¨®lo vive hoy en boca de los periodistas y tertulianos indepes de la Corpo y de RAC1, haciendo casi todos como si Catalu?a fuera un pa¨ªs independiente o, como dice la Wikipedia, como si hubiera una disputa entre dos Estados y dos legalidades por el control del territorio. La rep¨²blica nonata s¨®lo vive pues en Wikipedia y morir¨¢ en cuanto se demuestre lo que todo el mundo ya sabe y es que es el Estado espa?ol el que controla el territorio y la integridad de sus instituciones.

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Esto se ha producido gracias a la modalidad de aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 elegida por Mariano Rajoy. La efigie inm¨®vil durante cinco a?os s¨®lo ha hecho un movimiento. ?Pero vaya movimiento! Jaque mate. El catalanismo de siempre, pragm¨¢tico y pactista, puede respirar hondo. No se ha perdido ni una sola competencia. La intervenci¨®n de la autonom¨ªa llega tasada en el tiempo y en sus objetivos. Y todo se resolver¨¢ como se resuelven las cosas en el mundo civilizado, democr¨¢tico y libre: con las urnas famosas, con unas elecciones donde cada uno podr¨¢ votar la opci¨®n que mejor le parezca en lugar de verse forzado a elegir entre un s¨ª y un no dram¨¢ticos, tr¨¢gicos incluso, donde se juega de una vez por todas el ser o no ser del pa¨ªs.

El mensaje internacional es comprensible para todos. Hay un problema serio, con el que se pretende confrontar legalidades y legitimidades, y se resuelve con los instrumentos de la raz¨®n y de la democracia liberal y representativa, que son los que mejor resultado nos han dado a todos en Europa y en todo el mundo, en lugar de los instrumentos del populismo, que son los plebiscitos, las movilizaciones en la calle y las emociones desbordadas, que a menudo terminan mal. Fij¨¦monos que Rajoy ofrece a Europa una victoria no s¨®lo de la unidad ¡ªno habr¨¢ secesi¨®n¡ª, sino tambi¨¦n de los valores liberales y democr¨¢ticos, del Estado de derecho y de la raz¨®n antipopulista ¡ªla suspensi¨®n del gobierno es puramente instrumental para poder celebrar elecciones inmediatamente¡ª.

Se me dir¨¢ que todav¨ªa es demasiado pronto para lanzar las campanas al vuelo. De acuerdo. Antes hay que ver c¨®mo se acaba de resolver el impasse de este fin de semana, y especialmente el control de los Mossos, de las consejer¨ªas y sobre todo de la vicepresidencia y la presidencia. Pero lo m¨¢s probable es que se imponga la cordura y se haga todo pl¨¢cidamente y sin problemas. Quien los busque lo pagar¨¢ personalmente a la hora de las facturas que inevitablemente pasar¨¢ y debe pasar la justicia.

Tambi¨¦n hay que ver si las tres principales fuerzas independentistas aceptan las elecciones. Lo m¨¢s normal es que lo hagan, tal vez con la excepci¨®n de la CUP, que solo quer¨ªa bailar el mambo y ya lo ha bailado. En lugar de la resistencia, los dirigentes del proc¨¦s tienen que dedicarse a organizar sus defensas jur¨ªdicas, y en lugar de poner en marcha la rep¨²blica, lo que tendr¨¢n que hacer es preparar a toda pastilla la campa?a electoral. La fijaci¨®n de una fecha electoral es tambi¨¦n una garant¨ªa de que todo el mundo acudir¨¢ como las moscas a la miel: esto son unas elecciones para los partidos pol¨ªticos, la miel que todos quieren.

Tambi¨¦n se me dir¨¢ que el problema persiste y que las elecciones no arreglar¨¢n nada. El problema, tras la combusti¨®n del independentismo, dif¨ªcilmente se podr¨¢ plantear en los mismos t¨¦rminos y con el relato obsesivo y asfixiante de los ¨²ltimos cinco a?os: por lo tanto, habr¨¢ una mutaci¨®n pol¨ªtica. Y las elecciones en todo caso han servido ya para evitar la secesi¨®n y la destrucci¨®n del autogobierno, adem¨¢s de abrir la posibilidad de un cambio demosc¨®pico ahora mismo ni esperado ni entrevisto. Recordemos s¨®lo que despu¨¦s de la revuelta de mayo de 1968, en que los estudiantes izquierdistas pusieron al general De Gaulle contra las cuerdas, no fue precisamente la izquierda la que gan¨® las elecciones. ?Atenci¨®n a las primeras encuestas!

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