¡°En Catalu?a hay 207.000 estudiantes y por la independencia se movilizan 3.000¡±

Roberto Fern¨¢ndez (L¡¯Hospitalet de Llobregat, 1954) acaba de estrenarse como presidente de la conferencia de los rectores de espa?oles, la Crue, un puesto con un mandato renovable de dos a?os. Aunque su candidatura se llevaba fraguando desde hace meses, el tambi¨¦n rector de Lleida lleg¨® a plantear a sus colegas dar un paso atr¨¢s por el momento que vive Catalu?a. Es un constitucionalista, exmilitante del PSC y catedr¨¢tico de Historia Moderna. En 2014 escribi¨® un libro, Catalu?a y el absolutismo borb¨®nico, con el que obtuvo el Premio Nacional de Historia del Ministerio de Educaci¨®n. Atiende a EL PA?S al tel¨¦fono para esta entrevista desde la sede de la Crue, en Madrid.

Pregunta. En la asamblea en la que fue elegido dijo: ¡°No me vot¨¦is por ser catal¨¢n pero no dej¨¦is de votarme por ser catal¨¢n¡±.

Respuesta. Lo que ped¨ªa a los compa?eros era normalidad. Mi candidatura no se ha forjado en el ¨²ltimo momento, viene de atr¨¢s. Ped¨ª que no lo hicieran ni a favor ni en contra de mi origen gentilicio. La Crue no vota a su presidente porque sea canario, andaluz o catal¨¢n, sino por la idoneidad para el cargo.

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P. Se dijo de usted que podr¨ªa ¡°tender puentes¡±.

R. Francamente, espero que no sea as¨ª. Un rector tiende puentes toda su trayectoria. El presidente de la Crue es el reflejo de esa tradici¨®n universitaria, pero la conferencia no tiene papel pol¨ªtico relevante. Evidentemente, si la vida pol¨ªtica nos requiriera para una funci¨®n de entendimiento, lo estudiar¨ªamos y los rectores estar¨ªan de acuerdo.

P. ¡°Las ideolog¨ªas no pueden utilizar a la historia como un instrumento para cimentar sus propios intereses¡±, recog¨ªa EL PA?S cuando gan¨® en 2015el premio con su libro. ?El independentismo catal¨¢n ha usado la historia para cimentar sus propios intereses?

R. Todas las ideolog¨ªas en todos los estados naciones han intentado legitimar sus posiciones pol¨ªticas para conseguir el poder con una narrativa hist¨®rica que les beneficiara. Vale para el independentismo catal¨¢n y para el nacionalismo espa?ol, el sueco o el irland¨¦s. Estamos ante una constante que significa un cierto drama para la ciencia historiogr¨¢fica: la utilizaci¨®n bastarda del conocimiento del pasado para legitimar ideolog¨ªas del presente.

P. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le ha sorprendido en el ¨²ltimo mes?

R. Mi sorpresa ha ido de sorpresa en sorpresa. Como ciudadano hubiera querido que las cosas hubieran sido m¨¢s f¨¢ciles . Yo concibo, y no es ninguna sorpresa como presidente de la Crue, a Catalu?a dentro de Espa?a y de la Constituci¨®n.

El uso bastardo del conocimiento del pasado para legitimar ideolog¨ªas es una constante en la historia

P. ?C¨®mo definir¨ªa como historiador la proclamaci¨®n de independencia del 27 de octubre?

R. En mis clases yo no explico eso, sino la ciencia y sociedad del siglo XVII. El libro al que ha hecho menci¨®n lo hice como una especie de necesidad interior. Quer¨ªa decir que la sociedad me paga muy bien como funcionario p¨²blico que da clase de historia e investiga. Tengo la obligaci¨®n de devolverle el mejor producto intelectual posible sobre el conocimiento del pasado. As¨ª, la clase en una universidad como en otros sitios debe huir de cualquier tipo de adoctrinamiento ideol¨®gico. La misi¨®n de un historiador es hacer ciencia en la investigaci¨®n y explicar ciencia en sus clases.

P. ?La forma en que se explica 1714 en algunos libros de texto catalanes es compatible con huir del adoctrinamiento?

R. Es evidente que puede haber interpretaciones distintas. Pero si la guerra de 1714 se explica como una guerra de independencia de Catalu?a con respecto a Espa?a todos los buenos historiadores , los de la Academia, sabemos que eso es absolutamente falso.

La Universidad no debe ser un Ferrari con el presupuesto de un Seat 600

P. El Ministerio de Educaci¨®n ha enviado tres requerimientos por ¡°adoctriamietno ideol¨®gico¡± en escuelas de Catalu?a.

R. No tengo opini¨®n sobre eso. No conozco c¨®mo se dan las clases en el sistema catal¨¢n en general. En el caso de la Universidad, me es imposible generalizar. Puede usted adivinar que seguro que hay algunos casos. Conozco much¨ªsimos que en absoluto hacen eso, imparten una ciencia muy correcta, hacen una historiograf¨ªa nada manipuladora. En general, mis compa?eros historiadores en las Universidades catalanas son magn¨ªficos profesionales que en absoluto se dedican a adoctrinar a sus alumnos. En absoluto.

P. Los alumnos unidos en Universidades por la Rep¨²blica y de sindicatos de estudiantes se manifestaron el jueves. Cuando se esperaba la comparecencia de Puigdemont, variaron el recorrido para ir al Palau de la Generalitat porque parec¨ªa que convocar¨ªa elecciones. ?Cree que es su papel?

R. Hay dos fantasmas que recorren la civilizaci¨®n occidental: el cortoplacismo y la generalizaci¨®n de la parte por el todo. En Catalu?a hay 207.000 estudiantes universitarios y varios miles ¡ª2.000, 3.000¡ª se movilizan porque as¨ª lo consideran pertinente, porque creen que tienen una causa justa. Pero hay que recordar tambi¨¦n a los miles de estudiantes que no lo hacen. En general, las universidades catalanas han mantenido su normalidad acad¨¦mica. Excepto el d¨ªa de par¨®n de pa¨ªs [as¨ª denomin¨® la Generalitat a la huelga general del 3 de octubre], la mayor parte de la vida acad¨¦mica ha transcurrido con normalidad. Hablar de la Universidad catalana como una instituci¨®n en la que se ha perdido la normalidad acad¨¦mica no es justo ni correcto.

La clase en una universidad, como en cualquier otro sitio, debe huir del adoctrinamiento ideol¨®gico

P. Fue militante del PSC durante una d¨¦cada. ?Qu¨¦ papel debe jugar en la crisis catalana su antiguo partido?

R. El que decidan las bases y la direcci¨®n del partido. Espero que sea en el tono de conciliaci¨®n y de acuerdo de los catalanes sin perder la propia identidad que ha tenido hist¨®ricamente el PSC: ser un partido socialdem¨®crata y catalanista. Pero insisto, lo decidir¨¢n sus bases y sus dirigentes. Hace much¨ªsimos a?os que ya no soy militante.

P. ?Cu¨¢l ser¨¢ la prioridad de su mandato como presidente de la Crue?

R. En el orden interno, fomentar la imagen social de la Crue como un elemento de vertebraci¨®n del sistema universitario espa?ol para que forme parte esencial de la marca Espa?a. Mi meta es romper la serie de t¨®picos que a veces se dicen sobre las Universidades espa?olas. Explicar que es el mejor que hemos tenido en toda la historia de Espa?a. Nunca hemos tenido una universidad como ahora. Aunque eso o quiere decir que no tenga mejoras que hacer. A nivel externo, mejorar el tratamiento a las plantillas de profesorado. Hemos periodo miles de profesores y en financiaci¨®n estamos muy por debajo de otros pa¨ªses en Europa, mejorar la docencia por diversificaci¨®n de modos de ense?ar, las temas y el precio de las matr¨ªculas.

Los historiadores de la Academia sabemos que es absolutamente falso que 1714 fuera una guerra de independencia

P. Lo que paga el estudiante oscila sustancialmente de una comunidad a otra.

R. Solicitaremos al ministerio, en la medida en laque ello sea posible, que las diferencias entre los precios de las matr¨ªculas se aminore notabil¨ªsimamente para que todos los estudiantes tengan las mismas posibilidades, igual que creemos que los m¨¢steres deben bajar al precio de los grados.

P. Otra reclamaci¨®n de sus antecesores en el cargo es que no haga falta m¨¢s nota para obtener una beca que para pasar de curso.

R. Dependemos de un concepto que me parece b¨¢sico: Las becas son un derecho social para que nadie se quede fuera de la Universidad, no un premio intelectual. Vamos a pedir al ministerio que lo considere desde ese punto de vista.

P. ?Se ha recuperado la Universidad de los recortes?

R. Hay una paradoja muy interesante: habiendo recibido bastante menos dinero para la docencia y la investigaci¨®n y habiendo recortado las plantillas las universidades siguen dando un servicio extraordinario a la sociedad. ?C¨®mo ha sido as¨ª? Las familias han hecho un sacrificio enorme con unas matr¨ªculas m¨¢s altas y las comunidades universitarias con menos recursos han mantenido el tipo por el esfuerzo de profesores y PAS [Personal de Administraci¨®n y Servicios]. No se puede sostener m¨¢s esa situaci¨®n. Hemos pedido al ministerio que revise la financiaci¨®n y las plantillas al alza.

Solicitaremos al ministerio que las diferencias de precio de las matr¨ªculas universitarias se aminore notabil¨ªsimamente

P. ?Y cu¨¢l ha sido su respuesta?

R. Fue una primera entrevista, tenemos pendiente una m¨¢s profunda. Se le pide a la Universidad que sea la soluci¨®n de todo: Crecimiento econ¨®mico y territorial, cohesi¨®n social¡­ se pide que sea un Ferrari pero le estamos dando presupuestos de un Seat 600. Adem¨¢s del ministerio, los que tienen que darse cuenta de ello y ser responsables son tambi¨¦n los grupos parlamentarios y los parlamentos auton¨®micos. La Universidad espa?ola la punta de lanza para nuestro progreso y debe de ser mejor tratada que hasta ahora.

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