15 a?os del ¡®Prestige¡¯: silencio oficial y la factura sin pagar
La mara?a de empresas sin rostro que hac¨ªa negocios con el petrolero sigue sin abonar un solo euro por contaminar 2.000 kil¨®metros de costa
Sin actos oficiales del Gobierno gallego y con las millonarias indemnizaciones todav¨ªa sin saldar, Galicia conmemora este lunes el 15? aniversario de la mayor cat¨¢strofe ambiental de su historia. El 13 de noviembre de 2002 el Prestige, un viejo petrolero de armador liberiano, bandera de Bahamas y capit¨¢n griego, cargado con m¨¢s de 70.000 toneladas de un viscoso fuel de propiedad suiza, lanz¨® un SOS frente a la Costa da Morte. Por la brecha que detect¨® en aquel momento su tripulaci¨®n en el casco, el buque escupi¨® una marea negra que caus¨® destrozos valorados en una cantidad a¨²n sin determinar de manera oficial por los tribunales, pero que la fiscal¨ªa cifra en unos 4.300 millones de euros.
Con aquel maltrecho Prestige surcando los mares hac¨ªa negocios una mara?a de empresas sin rostro que, 15 a?os despu¨¦s, siguen sin abonar un solo euro por contaminar 2.000 kil¨®metros de costa. El juicio dur¨® nueve meses, la armadora griega del Prestige ni siquiera dio la cara y, en su sentencia, el Tribunal Supremo conden¨® en firme al capit¨¢n del buque, Apostolos Mangouras, por delito ambiental, pero endos¨® el pago de las millonarias indemnizaciones que reclaman 1.900 perjudicados a un bolsillo extremadamente escurridizo: el de la aseguradora London P&I Club. Su p¨®liza solo cubre 900 millones de euros.
Tras la cat¨¢strofe, los pescadores gallegos se lanzaron a parar el fuel con sus propias manos y voluntarios de todo el mundo tomaron la costa gallega para limpiarla
La batalla judicial por una de las mayores cat¨¢strofes ambientales de Europa contin¨²a, por tanto, 15 a?os despu¨¦s. La Audiencia Provincial de A Coru?a espera presentar esta misma semana el balance definitivo de los da?os provocados por la marea negra que servir¨¢ para reclamar en Reino Unido el pago de la aseguradora. Pero la misi¨®n no ser¨¢ f¨¢cil, advierten fuentes judiciales, porque la legislaci¨®n brit¨¢nica protege tanto el dinero de las mutuas que los 900 millones de euros de la p¨®liza del petrolero pueden acabar en el mismo fondo marino donde a¨²n yace el pecio.
¡°Lo m¨¢s denunciable del caso Prestige, aparte de la tragedia ambiental, es ese mundo del capital que se defiende con una sociedad de aseguramiento que se blinda en el Reino Unido, un pa¨ªs con una legislaci¨®n muy espec¨ªfica en la que el asegurado debe pagar primero a la aseguradora para que esta le pague al perjudicado¡±, explicaba hace unos meses el fiscal del caso, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, cuyos c¨¢lculos sit¨²an en 4.328 millones de euros la factura de da?os que dej¨® el Prestige, un monto que cuadriplica la cantidad m¨¢xima que se podr¨¢ cobrar en el mejor de los casos.
La crisis del chapapote que estall¨® hace 15 a?os no solo cambi¨® Espa?a y Galicia, resquebrajando el f¨¦rreo status quo pol¨ªtico que presid¨ªan por aquel entonces los populares Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Manuel Fraga. El naufragio de aquel viejo buque cargado de ponzo?a destrip¨® el capitalismo mar¨ªtimo ante los horrorizados ojos de marineros, ecologistas, voluntarios y ciudadanos de tierra adentro, que presenciaron c¨®mo las culpas del formidable desastre se dilu¨ªan gracias a esa mara?a de empresas sin rostro.
La huella de Nunca M¨¢is
En 2002, ante la desidia de la Xunta de Manuel Fraga y del Gobierno central, cuyo vicepresidente era Mariano Rajoy, los pescadores gallegos se lanzaron a parar el fuel con sus propias manos y voluntarios de todo el mundo tomaron la costa gallega para limpiarla. Con la misi¨®n de exigir dimisiones a los gestores pol¨ªticos naci¨® tambi¨¦n el primer gran movimiento de indignados en Espa?a, Nunca M¨¢is, una heterog¨¦nea plataforma ciudadana que hizo estallar por los aires la imagen de la Galicia sumisa. ¡°El movimiento de acci¨®n colectiva por el Prestige es uno de esos momentos de la historia en los que el pueblo toma las riendas por la ausencia de gobierno¡±, subraya la periodista Teresa Barberena, autora de una reciente tesis doctoral sobre Nunca M¨¢is.
La plataforma, surgida en el seno del partido nacionalista BNG, pero que acab¨® incorporando a colectivos de todo tipo y a la que hasta el PP gallego se plante¨® apoyar, enarbol¨® una bandera con fondo negro chapapote y banda azul mar que 15 a?os despu¨¦s sigue siendo un s¨ªmbolo de malestar ciudadano. Con Nunca M¨¢is naci¨® tambi¨¦n en Espa?a la cibermovilizaci¨®n, se?ala Barberena, dos a?os antes de aquellos SMS con los que se convoc¨® la concentraci¨®n ante la sede del PP tras los atentados del 11-M. Internet empezaba a extenderse y sirvi¨® para distribuir la contrainformaci¨®n sobre la marea negra que los comunicados oficiales ocultaban, recibir datos de medios extranjeros y combatir la feroz campa?a de criminalizaci¨®n de la plataforma ciudadana que apadrinaron los defensores del Gobierno de Aznar.
Nunca M¨¢is, ya muy empeque?ecida, pervivi¨® como acusaci¨®n en la causa del Prestige pero no logr¨® la condena judicial de ning¨²n responsable pol¨ªtico de la cat¨¢strofe pese a conseguir sentar en el banquillo al exdirector general de la Marina Mercante Jos¨¦ Luis L¨®pez-Sors. ¡°Qued¨® una sensaci¨®n de derrota que no es justa, aunque el movimiento dej¨® huella y demostr¨® que la ciudadan¨ªa supo reaccionar ante una agresi¨®n de tal magnitud¡±, concluye Barberena.
¡°Podr¨ªan aparecer enfermedades cr¨®nicas en algunos marineros¡±
ENTREVISTA A JAN-PAUL ZOCK, Cient¨ªfico
Los tiempos de la ciencia no son los de las autoridades. El holand¨¦s Jan-Paul Zock, uno de los cient¨ªficos que abanderaron los estudios sobre los efectos del fuel del petrolero en la salud, lamenta que las investigaciones no se hayan mantenido con el paso de los a?os. ?l y su equipo del Centro de Investigaci¨®n en Epidemiolog¨ªa Ambiental (Creal) analizaron las consecuencias que el chapapote provoc¨® en los organismos de los marineros que se lanzaron sin protecci¨®n a luchar contra la marea negra los primeros d¨ªas. Tanto en las pruebas realizadas un a?o despu¨¦s del siniestro como en las que repitieron transcurrido un lustro hallaron s¨ªntomas de afecciones respiratorias.
?Qu¨¦ lecci¨®n aprendimos del Prestige?
Encontramos efectos en la salud en los marineros, pero el estudio no nos permiti¨® sacar conclusiones. Los datos no se recabaron de manera organizada desde el principio. Aprendimos que es necesario vigilar la salud de las personas que participan en la limpieza de un vertido.
?Habr¨ªa que seguir vigilando a aquellos marineros?
S¨ª, porque el efecto podr¨ªa ser a m¨¢s largo plazo con el desarrollo de enfermedades cr¨®nicas. Pero no est¨¢ muy claro.
?Y se va a hacer?
Que sepamos, no. Es una responsabilidad de las autoridades de salud p¨²blica.
?Se han mejorado los controles?
En Estados Unidos aprendieron la lecci¨®n durante la cat¨¢strofe del golfo de M¨¦xico. Realizaron una documentaci¨®n sistem¨¢tica sobre quienes limpiaban y revisaban su salud antes de empezar. En Noruega hay una iniciativa que dise?a un protocolo para registrar las caracter¨ªsticas del vertido y saber c¨®mo actuar.
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