La f¨¢brica de bulos del eurodiputado Tremosa

Llev¨® a las instituciones europeas un pisot¨®n de Pepe a Messi. Reparti¨® informes vinculando al eurodiputado de Ciudadanos Javier Nart con el terrorismo para impedir la entrada de su partido en el grupo liberal europeo ¡ªsin conseguirlo¡ª. Utiliz¨® un selfie con un ex primer ministro belga para agradecerle su apoyo al proc¨¦s y fue desautorizado por este. Public¨® en redes sociales una falsa portada de la revista Time haci¨¦ndola pasar por verdadera, un montaje en el que la imagen original de protestas en Hong Kong aparec¨ªa cambiada por manifestaciones proconsulta en la Plaza Sant Jaume de Barcelona. Comparti¨® supuestas fotograf¨ªas de una marcha en repulsa a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 cuando en realidad pertenec¨ªan a una celebraci¨®n del Athletic de Bilbao. Asegur¨® que Catalu?a seguir¨ªa en la Uni¨®n Europea en caso de independencia y difunde que la separaci¨®n es la ¨²nica forma de garantizar las pensiones de los catalanes. Y la guinda: aventur¨® que el Brexit ser¨ªa para Reino Unido un win-win.

M¨¢s informaci¨®n

?ltima hora de la crisis catalana

El separatismo pasea su odio a Espa?a por las calles de Bruselas

EDITORIAL | ?xtasis del disparate

El due?o de ese historial tambi¨¦n es o ha sido otras muchas cosas. Escritor de ensayos. Objetor de conciencia. Profesor universitario. Lector incansable. Amante de la poes¨ªa de M¨¤rius Torres. Cantante en una coral. Nadador de fin de semana ¡ªde jueves a domingo regresa a Barcelona¡ª. Seguidor ac¨¦rrimo del Bar?a ¡ªun cuadro del Camp Nou decora el pasillo junto a su despacho¡ª. Padre de tres hijos. Azote de Google y devorador incondicional del Financial Times. Se llama Ramon Tremosa, tiene 52 a?os, es eurodiputado del PDeCAT desde 2009 ¡ªentonces CDC¡ª, y es considerado una pieza clave del engranaje log¨ªstico que ha marcado la llegada de Carles Puigdemont y los exconsejeros a B¨¦lgica.

Tremosa, que ha rechazado atender a este diario para este perfil, ha personificado en los ¨²ltimos tiempos el amarillismo y la carencia de matices, en una dial¨¦ctica a menudo m¨¢s propia de un Bar?a-Madrid que de las principales agendas de Bruselas. "Es como Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Todo el rigor que demuestra en temas econ¨®micos lo olvida cuando se trata del proc¨¦s", relata un europarlamentario. Esa dualidad es una caracter¨ªstica muy repetida por los que hablan de ¨¦l: "Es un hombre t¨¦cnicamente bien preparado, con formaci¨®n acad¨¦mica y econ¨®mica, por lo que cada una de sus mentiras tiene una responsabilidad mayor porque tienen credibilidad", apunta Ignasi Guardans, su predecesor como representante de CiU en la Euroc¨¢mara.

Saber la hora aproximada a la que se levanta y se acuesta Ramon Tremosa es f¨¢cil. Suele coincidir con el primer y el ¨²ltimo tuit del d¨ªa en la cuenta que ¨¦l mismo gestiona. Adivinar el contenido de sus publicaciones tampoco exige titulaci¨®n. Solo aparece un monstruo: Espa?a. Y un milagro: la independencia. "Como eurodiputado no solo se ha dedicado a defender su concepci¨®n de Catalu?a, sino que su causa ha consistido en da?ar la reputaci¨®n de Espa?a", asegura Guardans.

La red social es su principal medio de expresi¨®n. El coordinador de Econom¨ªa de los liberales europeos es el eurodiputado espa?ol con m¨¢s seguidores ¡ªm¨¢s de 84.000¡ª. Desde que abri¨® la cuenta hace m¨¢s de siete a?os, ha escrito o compartido una media de 12 mensajes diarios; muchos m¨¢s en su ¨²ltima etapa. El p¨²lpito tuitero, con esa querencia por buenos y malos, le ha servido para acusar a un ¨¢rbitro de aplicar el 155 al Barcelona por no ver un gol legal de Messi o mostrar su denuncia ante la Comisi¨®n Europea de la supuesta "catalanofobia" de Vueling. Poco importa que la investigaci¨®n a¨²n no haya aclarado si se expuls¨® a dos pasajeras por hablar catal¨¢n o por provocar un altercado.

Tambi¨¦n ha aprovechado su visibilidad en redes para extender la sutilmente llamada posverdad, como cuando su equipo habla de multa de Bruselas a Espa?a por subvencionar el carb¨®n: hay investigaci¨®n, pero a¨²n no hay sanciones. Son m¨²ltiples los ejemplos de la misma din¨¢mica. En su d¨ªa se?al¨® un evento de la Euroc¨¢mara agendado m¨¢s de un mes antes como contraprogramaci¨®n de ¨²ltima hora a otro de Carles Puigdemont. O culp¨® a Ada Colau de las interminables filas en el aeropuerto de El Prat inventando su participaci¨®n en un inexistente consejo de administraci¨®n. "Hay que ser ruin, o estar muy desesperado, para que un diputado mienta de esta manera", respondi¨® la alcaldesa de Barcelona, que le acus¨® de ¡°trumpismo¡±. "En el proceso de victimizaci¨®n del independentismo Ramon Tremosa ha sido un elemento no de fake news, sino de ultra fake news, multiplicando falsedades, fotos e informaciones incorrectas", estima Guardans.

?Debe un representante pol¨ªtico ser m¨¢s cuidadoso en la verificaci¨®n de lo que publica? La gran pregunta tras repasar su historial es saber cu¨¢ntas de sus m¨²ltiples afirmaciones falsas eran mentiras integradas en una estrategia comunicativa y cu¨¢ntas puros y simples errores. En algunos casos ha borrado esas publicaciones posteriormente, como cuando escribi¨® sobre la imagen de una protesta de bomberos contra los recortes el mensaje "Bomberos defendiendo al pueblo de la polic¨ªa espa?ola", o cuando public¨® la de una joven que se encaraba con la polic¨ªa en Chile bajo el hashtag #CatalanReferendum. Las rectificaciones llegan siempre sin mensaje de disculpa. Y a menudo tras d¨ªas de contribuir a propagar los embustes por la red.

Uno de los bulos m¨¢s habituales de los que ha sido altavoz en los ¨²ltimos tiempos ha sido descartar la exclusi¨®n de Catalu?a de la UE en caso de independencia. "Quien no nos dejar¨¢ marcharnos si nos independizamos son precisamente los espa?oles, franceses, alemanes e italianos porque tienen muchas multinacionales aqu¨ª", dijo en una entrevista en un digital catal¨¢n el pasado julio. Bruselas ha reiterado lo contrario: la salida autom¨¢tica del club comunitario est¨¢ garantizada en caso de ruptura con Espa?a. ?Extendi¨® Tremosa intencionadamente una falsa ilusi¨®n o solo est¨¢ mal informado? "Me cuesta creer que lo creyera de verdad. Hay muchos dirigentes pol¨ªticos en Catalu?a que lo pensaban, pero ¨¦l, trabajando en Bruselas, es imposible", afirman fuentes parlamentarias.

M¨¢s all¨¢ de su hiperactividad como predicador del proc¨¦s ¡ªhay colegas que le conocen con el sobrenombre de el t¨ªo del spam¡ª, el eurodiputado de Podemos Miguel Urb¨¢n lo califica de "neoliberal convencido", y resalta su capacidad de trabajo. Como buen economista, sustenta su labor en cifras, escrupulosamente desglosadas en su blog. En ellas se lee que ¨¦l solo ha formulado m¨¢s preguntas a la Comisi¨®n Europea que todos los parlamentarios del PP o del PSOE juntos. Para otros, un rasgo sobresale por encima de todos: la obsesi¨®n por su figura p¨²blica. "Ha construido una imagen de influencia y trabajo en Bruselas alejada de la realidad. Trabaja tanto como la mayor¨ªa de diputados. Est¨¢ pensando m¨¢s en trasladar la imagen de que trabaja que en trabajar. Hacer preguntas es sencillo si tienes becarios o personal para formularlas", asegura un miembro del Parlamento que prefiere permanecer en el anonimato.

La influencia es un valor m¨¢s dif¨ªcilmente cuantificable, pero el r¨¢nking del semanario Politico le deja bien situado: ocupa el puesto 32 de los 751 eurodiputados que se sientan en la C¨¢mara, el tercer espa?ol solo por detr¨¢s de los populares Pilar del Castillo ¡ªd¨¦cima¡ª, y Esteban Gonz¨¢lez Pons ¡ªvig¨¦simo primero¡ª. Entre sus mayores logros, Tremosa suele citar la aprobaci¨®n del Corredor Mediterr¨¢neo o las investigaciones a Google por incumplir las reglas de Competencia.?"El tema de Google es mucho m¨¢s trabajo suyo. Lo ha tenido que pelear, no se lo ha encontrado. No le ha venido el debate de agenda. Hay un trabajo al que le ha puesto muchas horas", destaca un eurodiputado.

Mientras sobresale en dosieres m¨¢s relacionados con su formaci¨®n econ¨®mica, sus resultados palidecen en otros ¨¢mbitos. "Tiene olfato pol¨ªtico para elegir temas medi¨¢ticos, pero hace mucha pol¨ªtica al peso. Para las estad¨ªsticas que le importan tanto. Se hace fotos con comisarios para visualizar una supuesta influencia pol¨ªtica que no se ha probado en el tema catal¨¢n, donde no ha logrado ning¨²n apoyo internacional, ni en su familia pol¨ªtica, donde no impidi¨® la entrada de Ciudadanos y UPyD", estiman las mismas fuentes.

Rompiendo con el recorrido habitual desde una concejal¨ªa hacia puestos de mayor lustre, Tremosa viaj¨® directamente al esca?o bruselense. Entr¨® en pol¨ªtica gracias a una suerte de refer¨¦ndum oral individual. "?Qu¨¦ votar¨ªas si hubiera una consulta independentista?", pregunt¨® Artur Mas a su antecesor en Bruselas, Ignasi Guardans. "No", respondi¨® este. "Quiz¨¢ te has equivocado de partido", cerr¨® el expresident. Pocos meses despu¨¦s, CiU lo eleg¨ªa nuevo cabeza de lista para las elecciones europeas: ese fue el fin del catalanismo moderado de Guardans y el comienzo de la era soberanista de Tremosa. Era 2009 y el profesor de Teor¨ªa Econ¨®mica dejaba las aulas de la Universidad de Barcelona por un asiento en la Euroc¨¢mara.

Su nombramiento hizo frotarse las manos a ERC y agachar la cabeza a Uni¨®. En su pasado, dos hitos hablan de su incompatibilidad con la antigua tradici¨®n de di¨¢logo de CiU: 17 a?os de militancia en CDC interrumpidos por su desacuerdo con un pacto de gobierno con el PP. Y un rechazo frontal, desde el colectivo Economistas por el no, al Estatuto de Autonom¨ªa que s¨ª aceptaron Mas y la plana mayor nacionalista. Coherente con su deseo de independencia, la aplic¨® entonces incluso a s¨ª mismo. Pese a sus casi dos d¨¦cadas de bagaje en las filas del pujolismo, fue presentado como un candidato independiente reci¨¦n salido del horno acad¨¦mico. Pronto saldr¨ªa a la luz que el fichaje independiente de CDC era en realidad un militante de toda la vida.

Desde entonces, la deriva emprendida por el PDeCAT y sus m¨²ltiples marcas de una postura pactista hasta la ruptura es bien conocida. De momento, a Tremosa, a diferencia de lo que le sucedi¨® a Guardans, nadie le ha dicho que se ha equivocado de partido en la nueva formaci¨®n construida a imagen y semejanza de Puigdemont. Ni siquiera cuando pregunt¨® a Bruselas sobre el pisot¨®n de Pepe a Messi, un foro a todas luces inadecuado para tratar la cuesti¨®n. "?Cree la Comisi¨®n que estos hechos tan graves, vistos por millones de personas, incluidos ni?os, deben quedar impunes?", espet¨®. Muy al contrario. Para bien o para mal, cuando el PDeCAT se mira al espejo, a?os de cirug¨ªa ideol¨®gica han dejado una efigie cuyo reflejo tiene hoy, m¨¢s que nunca, el aspecto de Ramon Tremosa.