Sin trampas al solitario
La diferencia entre la autonom¨ªa mejor financiada y la peor es m¨¢s del 30%
El mi¨¦rcoles celebr¨¢bamos el d¨ªa de la Constituci¨®n, un d¨ªa que tiene m¨²ltiples significados pero que, sobre todo significa libertad, igualdad y solidaridad.
Precisamente ahora el debate sobre la reforma de nuestra Carta Magna est¨¢ en la agenda pol¨ªtica y concretamente, lo est¨¢ la articulaci¨®n territorial. No es casualidad, Espa?a es hoy un Estado desordenadamene asim¨¦trico. No lo es por sus singularidades, lo que tendr¨ªa toda l¨®gica, sino por sus desigualdades. Nacer en una autonom¨ªa o hacerlo en otra no es neutral.
Recientemente, el presidente del Gobierno vasco ha planteado la posibilidad de que el resultado de su modelo foral pueda ser tomado como referencia para dise?ar el nuevo sistema de financiaci¨®n de las comunidades de r¨¦gimen com¨²n. Entiendo, desde el m¨¢ximo respeto institucional, que si el Congreso de los Diputados proporciona al Pa¨ªs Vasco estos recursos a trav¨¦s del Concierto y del Cupo ser¨¢ porque los necesitan. Pero se debe comprender que el resto de territorios nos preguntemos sobre nuestra situaci¨®n y sobre el eterno retraso de la reforma del modelo de financiaci¨®n de las comunidades del r¨¦gimen com¨²n.
Perm¨ªtanme que plantee un escenario simulado. En el periodo 2011-2014, las comunidades del r¨¦gimen com¨²n recibieron del sistema una media de 2.033,9 euros por habitante. Por su parte, la media de las dos comunidades forales en ese mismo periodo fue de 4.185 euros. Son datos oficiales del Ministerio de Hacienda.
Extender la financiaci¨®n de las comunidades forales a todas las autonom¨ªas implicar¨ªa que el Estado aportase 100.000 millones de euros adicionales al conjunto de las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n. Es decir, el doble de lo que aporta en la actualidad.
Valga como ejemplo concreto: la Comunitat Valenciana, la peor financiada de todo el Estado, recibir¨ªa 12.000 millones m¨¢s al a?o, que se sumar¨ªan a los aproximadamente 10.000 que recibe con el actual sistema. Esta cifra satisfar¨ªa a muchos, pero coincidiremos que resulta del todo inviable.
Pero lo que s¨ª que ponen de relieve estos datos es la tremenda desigualdad que viven los espa?oles y las espa?olas por lo que se refiere a la financiaci¨®n auton¨®mica. M¨¢s all¨¢ de las haciendas forales, desde hace d¨¦cadas, se aprecian notables disparidades para financiar las mismas competencias dependiendo de los territorios. La diferencia entre la autonom¨ªa mejor financiada y la peor es m¨¢s del 30% entre las de r¨¦gimen com¨²n y eso tiene consecuencias en sanidad, educaci¨®n y pol¨ªticas sociales.
Como resultado, en la situaci¨®n actual no se cumple el principio de solidaridad efectiva que emana del art¨ªculo 138 de la Constituci¨®n, dado que las diferencias entre comunidades aut¨®nomas implican privilegios econ¨®micos y sociales; ni el 139, que se?ala que todos los espa?oles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado; ni el 158, que garantiza un nivel m¨ªnimo en la prestaci¨®n de los servicios p¨²blicos fundamentales en todo el territorio.
No hay razones objetivas que justifiquen esta diferencia. Por eso cuando el pasado d¨ªa 6 se cumplieron 39 a?os de la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n, es un buen momento para reflexionar y para actuar.
Reflexionar tanto sobre los ¨¦xitos que nos ha tra¨ªdo el actual texto como los desequilibrios que han surgido tras casi 40 a?os de desarrollo, provocados en muchas ocasiones por una pol¨ªtica cortoplacista en lugar de una visi¨®n global como pa¨ªs.
Y actuar. Hay que reformar empezando por aquello que ya sabemos que es injusto. Porque las desigualdades entre espa?oles no pueden esperar. La reforma del sistema de financiaci¨®n no va contra nadie. La reforma tiene que permitir avanzar en equidad.
Y no hay excusas para no actuar ya, sin que sea necesario esperar a la reforma de la Constituci¨®n. No hay excusas para no cumplir con el acuerdo alcanzado en la Conferencia de Presidentes y con la palabra dada por el presidente del Gobierno. No nos hagamos trampas al solitario. Y desde luego no se puede hacer encallar la reforma con planteamientos imposibles ni con demoras injustificadas.
Por eso, simplemente esperamos que la misma celeridad con la que se ha revisado y actualizado el Cupo se aplique tambi¨¦n con el modelo de financiaci¨®n auton¨®mica de r¨¦gimen com¨²n.
Les aseguro que si as¨ª fuera las anunciadas y reiteradas dificultades para un hipot¨¦tico acuerdo desparecer¨¢n y la reforma se llevar¨ªa a cabo como una exhalaci¨®n. Desaparecer¨ªan incluso las reticencias de aquellos que est¨¢n, hoy por hoy, autoexcluidos de la mesa de negociaci¨®n.
Se acerca la navidad y es tiempo de deseos, aunque no de milagros. Pero la igualdad y la solidaridad, ?ay!, son principios constitucionales.
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